Enlace Judío México e Israel – Desde el bloque de derecha aliado del primer ministro Benjamín Netanyahu ya consideran una medida extraordinaria para evitar ir a nuevas elecciones en Israel.

El lunes, en una reunión del bloque de partidos de derecha y religiosos aliados del Likud, el líder del Shas, Aryeh Deri, presuntamente trajo a la mesa la idea de establecer un mecanismo extraordinario de elección directa en Israel para decidir al primer ministro de Israel, como una idea para evitar ir a nuevas elecciones en el país, de acuerdo al sitio The Times of Israel.

La líder del partido Hayemin Hehadash, Ayelet Shaked, mencionó la posibilidad en un evento público este martes. “Hablé con algunas personas de Likud y me dijeron que era una buena idea. Por lo tanto, debemos pensar y ver si es lo correcto. Es una opción interesante que sin duda debe considerarse seriamente”, comentó la exministra de Justicia, de acuerdo al periódico Haaretz.

El recién elegido líder de la facción del Likud en la Knéset, Miki Zohar, también aunó sobre la idea este martes.

“Si y cuando tengamos que ser arrastrados a otra elección, pediremos que haya [solo] una elección directa entre el primer ministro Netanyahu y Benny Gantz. Queremos que esta Knéset permanezca y pediremos una elección directa. Creo que eso debería suceder y también creo que Netanyahu finalmente aceptará eso”, dijo Zohar al sitio Ynet, de acuerdo a The Times of Israel.

“Creo que lo está considerando y creo que, en última instancia, es lo correcto para él y para el país. La solución ideal para mí son las elecciones directas sin un día libre [del trabajo]. No le cuesta dinero al Estado y terminamos el estancamiento político en un día”, agregó.

Sin embargo, desde el partido Likud aseguraron en un comunicado que Netanyahu continúa determinado en la idea de establecer un gobierno de unidad, con lo que aparentemente trataron de descartar la idea. “El primer ministro Netanyahu no está promoviendo una ley de elecciones directas, sino el establecimiento de un amplio gobierno de unidad nacional: el único gobierno que se puede formar y que el Estado de Israel necesita en este momento”.

Israel posee un sistema electoral de representación proporcional en el que durante unas elecciones generales se vota por listas de partido, no por candidatos. Pero mantuvo brevemente un sistema de elección directa del primer ministro introducido a inicios de la década de los años 90 y aplicado en los años 1996, 1999 y 2001, a la par del otro sistema para elegir a los miembros de la Knéset.

Bajo este sistema, Netanyahu derrotó a Shimon Peres, en ese entonces cabeza del Partido Laborista, en una cerrada elección en la que lo superó por poco más de 30 mil votos. Sin embargo, en 1999, Netanyahu salió derrotado frente a Ehud Barak, quien lo venció por más de 390 mil votos. El sistema de elección directa terminó por ser suprimido.

Luego de las elecciones del 17 de septiembre, que dejaron un panorama político estancado presagiado por meses, Netanyahu recibió el mandato legal por el presidente de Israel para formar gobierno, misión en la que el primer ministro se abocó a formar un gobierno de unidad y en la que terminó por fracasar.

A mediados del pasado mes, el turno tocó ahora a Gantz, que también intenta formar un gobierno de unidad, aunque la situación no pinta de manera optimista para el líder de Kajol Laván, quien tiene hasta el día 20 de noviembre para lograr la hazaña, en cuyo caso contrario, el riesgo de nuevas elecciones en Israel estaría presente.

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