Enlace Judío México e Israel.- Bernie Sanders, senador norteamericano por Vermont de manera independiente y que convenientemente se afilia al partido demócrata en época electoral, es un hombre con muchas cualidades (ninguna útil), como ese gran poder de, a pesar de ser calvo aparentar no serlo gracias a los cabellos laterales largos y despeinados creando la ilusión de una “melena” y es ese su gran talento: el de crear ilusiones, como la de vender el socialismo a lo más ignorante del electorado estadounidense y tomado en serio por una horda de votantes jóvenes; rebabas de lo que deberían ser buenos estudiantes universitarios.

ROGER MARTIN

Estos confundidos electores llenos de granos y acné y vacíos de historia y cultura, apoyan sus políticas de resentimiento contra los ricos, contra el capitalismo y contra la sociedad de libre consumo, contradictoriamente, comprando con los pocos dólares que les mandan su padres destinados originalmente para libros: playeras, gorras, pancartas y demás porquerías llamadas en unos años memorabilia o souvenirs con la imagen de campaña de “Bernie”, retacando con esto los bolsillos del hipócrita y millonario político, siempre dejando un poco de dólares para su reglamentaria marihuana que es lo que brinda ese “ambiente” y “aroma” así como bajo coeficiente intelectual de sus votantes en los escuetos eventos de campaña del “Senador del pueblo”, que, como esto no es una biografía de Sanders porque no es mi intención matar de aburrimiento al lector o suprimirle las ganas de vivir al leer datos aburridos sobre la vida del senador de Vermont y “fan” de Maduro o el partido comunista Chino, aquí inicio.

SANDERS QUIERE SER EL PRIMER PRESIDENTE JUDÍO DE LOS EE.UU. (SEGÚN ÉL)

Al menos de conocimiento público, porque mucho se decía en la época de la segunda guerra mundial, aunque era un secreto a voces o un rumor al menos dentro de los pasillos de la Casa Blanca y el Capitolio, que el Presidente Franklin Delano Roosevelt era un hijo de Israel, un judío sefardita, al igual casualmente que el Primer Ministro Australiano de esa época, Robert Mackenzie, quien podría pasar físicamente por un hermano del mismo Roosevelt gracias a que ambos pertenecían al mismo origen y tenían un notorio aspecto de judíos españoles de aquellos que se refugiaron en Holanda e Inglaterra después de la Expulsión de 1492 de España. La madre de Roosevelt de apellido español Martenazen, cambiado en algunos lugares a Martin, Martens o Martinez, no escondía los rasgos hebreos pero sí la ley de Moisés en su exitoso intento por eludir a la santa inquisición. Roosevelt era un demócrata de clase y no como los títeres y tinterillos ridículos dictatoriales anti americanos que hoy llenan las filas de ese partido en que se incluye a Bernie Sanders, quien parece nunca le quita los ganchos a sus sacos, un judío neoyorquino nacido en Brooklyn y que durante su juventud luchó por los movimientos sociales importantes de los EE.UU., afiliado y relacionado con los grupos socialistas que luchaban por la igualdad de derechos y beneficio común, lamentablemente Sanders se radicalizó totalmente y terminó ideologizado en la doctrina de izquierda a tal grado que repite panfletos marxistas asegurando es la única opción política que debe existir. Su luna de miel la pasó en la U.R.S.S., a lo que no se sabe si mentalmente y emocionalmente regresó alguna vez de allí… ¿Quién en su sano juicio elije a la U.R.S.S. en plena guerra fría como destino romántico?

Sobra decir que su origen judío no representa ninguna lealtad a Israel, a los judíos ni a ninguna causa pro judía; utiliza su origen judío para generar favoritismo dentro del salvajismo contemporáneo fanático de lo políticamente correcto y la lucha socialista que ha dado pasos agigantados al fascismo que trabaja para imponer la diversidad (siempre y cuando no se incluya hombres blancos, católicos o cristianos, heterosexuales etc.) a toda costa y dictatorialmente, generando una ruptura en el votante judío americano, tradicionalmente demócrata, pero que hoy los demócratas nada tienen que ver con los anteriores demócratas, porque la basura nauseabunda que hoy busca los puestos políticos de ese partido promueve, entre muchas otras incoherentes cosas, el antisemitismo, de allí el alza de eso mismo en todo el mundo, junto con la agenda socialista y globalista, mientras que el Presidente Donald Trump impulsa una agenda nacional de prioridad a los intereses del pueblo americano y su aliados, apoyando como ningún otro Presidente al Estado de Israel y cualquier causa judía.

No olvidar que el partido demócrata le ha dado un cheque en blanco a renombrados antisemitas, como las muy populares miembros de “The squad“, y que los medios de noticias, brazos derechos del partido demócrata, que han olvidado el periodismo serio y objetivo por ser activistas y voceros de ese partido haciendo el trabajo sucio de mantener una guerra de desprestigio contra el Presidente Trump, los EE.UU. e Israel. The Squad, conformado por las nefastas y feas congresistas estadounidenses Alexandria Ocasio-Cortez, Illhan, Omar, Rashida Tlaib y Ayanna Pressley, no son ajenas a los escándalos por sus claras y directas referencias antisemitas que van desde la negación del holocausto y la minimización de ese terrible, inhumano, doloroso y cruel evento, hasta los ataques contra el estado de Israel, el judaísmo, el cristianismo, y los judíos en general. No olvidar tampoco que desde que Ocasio-Cortez es congresista por Nueva York ha permanecido callada ante la alarmante escalada de crímenes de odio contra judíos e instituciones de congregaciones judías en su distrito. Según la Policía de Nueva York dichos ataques han subido en un porcentaje alarmante sin que ella o el alcalde tomen medidas para frenarlo.

MAINSTREAM MEDIA = DEPARTAMENTO DE DIFAMACIÓN Y PROPAGANDA NAZI

Como he escrito en otros artículos, más grave aún es el triste hecho que políticos judíos demócratas como el mismo Bernie Sanders, no hacen nada para combatir el antisemitismo expresado de forma muy siniestra y libre por parte de su partido, al contrario, Sanders es un gran “fan” de “The Squad”, con quienes se ha aliado en un claro apoyo al boicot a Israel y a la denigración de la imagen del judío en la sociedad norteamericana y en el mundo, misma estrategia que utilizaron los Nazis al inicio de su guerra contra los judíos, promoviendo la violencia contra estos grupos, de entrada con una retórica asquerosa, irresponsable e inflamatoria que tenía como objetivo deshumanizar al judío dentro de la opinión pública y que tristemente en muchos grados se logró, y el partido demócrata ya está en esa línea gracias al apoyo de los medios de comunicación, la llamada “mainstream media” : CNN, MSNBC, The New York Times, CBS, ABC, Twitter, Facebook, Google, The Washington Post, Buzzfeed, Bloomberg y parte de Fox News.

Tan es así la alianza entre la perversa agenda liberal y el partido Demócrata y estos medios de “”información””, que al no tener candidatos demócratas que realmente puedan ganar el voto del electorado norteamericano contra un Trump y su sorprendente economía y a un año de las elecciones, se habla de que Hillary Clinton podría intentar perseguir la nominación presidencial demócrata una vez más (zzz) o más seguramente el ex alcalde de Nueva York, el judío magnate dueño de Bloomberg news, Michael Bloomberg, quien posiblemente en unas semanas anuncie su candidatura ahora que se desinflaron los anti carismáticos, terribles y aburridos pre candidatos demócratas que, citando al divertido comediante Rob Schneider quien hace unos días dijo burlándose de los votantes de California, que estos “votarían sin ninguna reserva por un tazón lleno de “mier&!$” si éste se presentase como candidato demócrata”. Sobra decir que Bloomberg es otro Sanders que no tendría tampoco ningún problema en sumarse a la agenda anti-israelí y de promoción del antisemitismo para complacer a los perversos y racistas intereses de los líderes que controlan al partido demócrata así como apoyar al orgullo de Hitler (si viviera) “The Squad”.

BERNIE “EL VENDIDO” SANDERS

Durante la lucha interna por la nominación demócrata en el 2016 para las elecciones presidenciales entre la sinvergüenza Hillary Clinton y el oportunista Bernie Sanders, se dice que Sanders era el preferido de los demócratas. Hillary era una candidata que no hizo ni hará “click” con el electorado simplemente por su falta de inteligencia, salud y carisma, así como los constantes escándalos de corrupción de ella y Barack Obama, lo que la hacen una pésima opción. En pocas palabras: a nadie le gusta Hillary Clinton (empezando por su esposo Bill). Recordar que en el 2008 perdió contra Barack Obama la nominación demócrata para la candidatura presidencial de ese partido, y la volvió a perder en el 2016, pero el constantemente acusado de corrupción grupo Clinton arregló la elección interna para quedarse con la nominación demócrata, hecho ampliamente documentado inclusive por medios pro partido demócrata que no apoyaban a la misma Hillary.

Bernie Sanders aceptó la derrota corrupta e injusta sin dar pelea ni quejarse, aceptó ser despojado de la nominación sin problema alguno, a pesar de haberse demostrado que el insepulto Sanders había ganado, y lo aceptó porque la lealtad de Bernie Sanders es al dinero, no a los EE.UU., menos al pueblo americano, al que engaña constantemente con la idealización del socialismo que ha destruidos millones de vidas, futuros y naciones enteras como Venezuela recientemente. Sanders vive de criticar a los ricos y al sistema que produce ricos, cuando él mismo es un millonario gracias a ese mismo sistema. Utiliza una retórica arropada de argumentos de justicia social que no son reales, él mismo es un millonario y hombre de elite, posee varias mansiones en zonas de multimillonarios, su esposa ha estado bajo investigación federal por fraude y tiene una fortuna en el banco. Se vende como hombre del pueblo dando discursos de socialismo, austeridad y justicia social vistiendo corbatas de 800 dólares. Critica a Trump por los impuestos cuando en la declaración de impuestos del mismo Trump resultó demostrar que paga más impuestos que el mismo Sanders.

Probablemente el único interesado en que Sanders sea relevante hoy en día y no por razones políticas es el comediante Larry David, que aprovecha su parecido físico con Sanders para burlarse de la imagen del senador de Vermont. El nivel de hipocresía en su campaña es gigantesco y diseñado para engañar a los más tontos del electorado, que con su aspecto de uno de los viejos del balcón del “Show de los muppets”, no tiene las credenciales para realmente enfrentar a China, Isis o Putin… probablemente los va a doblegar… pero de risa al escuchar sus teorías políticas. En otras palabras, Sanders es un mercenario que promueve una peligrosa agenda que tiene como objetivo destruir a los EE.UU. y a la cultura occidental para minimizar el peso de los EE.UU. en el mundo, para suplirlo con Isis o Maduro o algún estado fallido. Hace poco se presentó ante la prensa en una tienda con las repisas vacías detrás de él, como ocurre en las fotos de Venezuela para empezar a “normalizar” el socialismo en los EE.UU.

La buena noticia es que por ahora, el electorado americano prefiere votar por candidatos que impulsen la economía y no los que proponen destruirla con propuestas absurdas que ya demostraron rotundo fracaso en muchas partes del mundo. Si a eso le añadimos el éxito económico de la administración Trump, hacen que el votante americano prefiera reelegir a Trump que cambiarlo por un socialista anti americano, pero como dije “por ahora”, por eso los demócratas trabajan horas extras en manipular a los jóvenes y niños y proponer abrir las fronteras para llenar de nuevos electores que darían el voto a los demócratas por los próximos 50 años porque simplemente no pueden ganar una elección hoy en día sin trampas o fraudes porque el votante americano no cree en el socialismo, esta generación por lo menos, pero ¿y la que viene? Allí es la guerra de influencia hoy en día, por eso vivimos en estos tiempos orwellianos donde lo normal y tradicional están bajo ataque: familia, sexualidad, religión, identidad, cultura y nacionalidad. Vivimos en una época en donde la cultura tradicional es la nueva contra cultura.

BERNIE Y LOS MIGRANTES

Los migrantes no significan nada para Sanders ni para los demócratas, acaban de terminar dos periodos de Obama y anteriormente a Bush, tuvieron dos periodos con Bill Clinton y no hicieron nada en favor de los migrantes ilegales, no hubo reformas ni nada en beneficio de este grupo, las infames jaulas para poner a los niños en las estaciones migratorias son del 2014, del periodo Obama/Biden, y no recuerdo a ningún demócrata menos “prominente” menos a Sanders quejarse de esa espantosa acción, Obama deportó más gente que Trump y tampoco vi la indignación de los demócratas. Solo se acuerdan de los migrantes ilegales y de su dura realidad cuando los demócratas pierden la Casa Blanca o alguna de las cámaras de representantes, sólo así , de pronto argumentan su “preocupación” por el asunto migratorio, hoy argumentan y piden darles derecho al voto porque su único interés es que voten por los demócratas para poder ganar la Presidencia porque ninguno de sus pre candidatos funcionan, los quieren usar y desechar, es todo, y ese no debería ser el trato hacia los migrantes, no deberían ser un arma de chantaje político desechable para después de usarlos volver a olvidarse de ellos. Sanders y Biden llevan décadas en la política norteamericana y nunca han movido ni un huesudo dedo para resolver el problema de los migrantes. Los Migrantes en dado caso merecen que los políticos tomen su situación en serio y con justicia, legalidad y dignidad para todos los involucrados para resolver el asunto de la mejor forma posible asumiendo responsabilidades y compromisos coherentes y no ser la “carne de cañón” de la agenda demócrata cada vez que estos pierden la Presidencia. Hoy Sanders como de costumbre parlotea sobre argumentos humanistas y de justicia universal como método de publicidad pero hay una gran diferencia en lo que dice y en lo que hace, a diferencia de su rival, Donald Trump que se esté de acuerdo o no con él, al menos dice la verdad o algo aproximado a eso, no se escuda en palabras bonitas ni discursos para enamorar a la gente, dice lo que piensa sin pelos en la lengua, situación que lo mete en problemas todo el tiempo, pero al menos es refrescante ver a un político “honesto”, independientemente de si tiene o no razón. Sanders en cambio es una persona que no merece confianza, abiertamente aplaude el antisemitismo y el antiamericanismo. “Bernie” con su aspecto de organizador del club de bingo del asilo es una persona que no le tiene la más mínima lealtad a lo que es, y eso no puede ser confiable. Hay que votar a Sanders, pero no en las urnas sino al basurero.

LA PALABRA “DEMÓCRATA” SE PARECE A LA PALABRA “DEMENTE”, Y NO ES CASUALIDAD

Los Demócratas, que de Demócratas no tienen nada dicho sea de paso, van de fabricar una conspiración a otra para tratar de echar abajo ilegalmente una elección de 2016 que puso a un Presidente electo democráticamente y que no les gusta su personalidad, ni su peinado, ni su agenda pro Estados Unidos y que confunden el desagrado personal con un motivo real para destituir a un Presidente que ha dado más resultados en 3 años que los últimos 30 años de holgazanes que se han hospedado y taponeado los baños en la Casa Blanca. Hoy los demócratas operando desde las sombras, según muchos analistas, promueven la ya fallida “conspiración ucraniana” que pretende hacer impeachment a Trump por una invención de los medios (para variar) donde acusan a Trump de supuestamente condicionar la ayuda a Ucrania hasta que estos investiguen a los Biden por corrupción en Ucrania (el hijo de Joe Biden, Hunter, recibió 1.5 billones de dólares trabajando para una empresa ucraniana de energía, se dice que para que esa compañía reciba “favores” de la administración Obama/Biden, Hunter Biden estaba bajo investigación en Ucrania, pero misteriosamente el fiscal en Ucrania que llevaba esa investigación criminal, fuera cesado).

El mismo transcript de la llamada entre Trump y el Presidente ucraniano, un comediante judío, Zelenskiy ha demostrado que Trump jamás violó la ley y que no condicionó nada a nadie. La Casa Blanca hizo público el transcript, aun así los demócratas tratan de desinformar al público sobre la llamada a pesar de que el transcript es público y cualquiera puede consultarlo.

Regresando a Bernie Sanders, quien hace semanas tuvo que ser hospitalizado por un infarto del que se ha recuperado aparentemente, ha dicho en repetidas ocasiones que si él llega a ser presidente de los EE.UU. detendrá la ayuda económica que se le da a Israel hasta que este país “cambie” o “modifique” su postura respecto a Gaza, es decir, doblegar y derrotar a Israel ante el terrorismo islámico por chantaje de Sanders en su función de presidente. ¿No es eso asqueroso? Sanders abierta y públicamente dice que hará lo mismo de lo que acusa a Trump hoy en día (condicionar la ayuda a un país aliado para beneficio personal) y que es motivo de una investigación que pretende destituirlo (a Trump) (a pesar de no haber hecho nada de lo que lo acusan falsamente). Sanders sí es quien propone condicionar la ayuda estadounidense que se le da a Israel para darle la victoria al radicalismo islámico por ganancia personal, que en este caso es su imagen en campaña para quedar bien con sus antisemitas donantes.

Aparentemente los demócratas tienen un “pase libre” para decir cómo violaran la ley sin que los medios ni los políticos los cuestionen o ataquen por eso. Esa es la guerra que se lucha hoy en los EE.UU. Algunos analistas lo consideran una guerra civil de baja intensidad, otros consideran que los ataques a Trump con falsos cargos no son más que parte de un golpe de estado “light” para revocar la voluntad del pueblo que eligió a Trump e imponer la agenda globalista y socialista que no ganó democráticamente. Sanders demuestra con esas declaraciones una vez más que su lealtad está en donde está el dinero y la agenda anti-israelí, y no la legalidad ni la moralidad.

…OH THE HORROR!

Aquí hay un claro ejemplo de la política anti-israelí y el ya conocido antisemitismo del obscuro partido demócrata norteamericano que apoya al mercenario de la política Bernie Sanders y que probablemente, de ganar la Presidencia de los EE.UU., lo primero que haría sería regresar la embajada americana de Jerusalén a Tel Aviv para complacer a los detractores de Israel, para satisfacer a todos esos que niegan el derecho de autonomía nacional, cultural, religiosa y personal de existir al judío en el mundo y al Estado de Israel. Lo que resulta increíble es que Bernie Sanders es judío, un judío neoyorquino totalmente anti-judío, cuya familia paterna en Europa fue exterminada por el nazismo, y por sorprendente que parezca, esa dolorosa historia familiar no le ha representado ni un gramo de conciencia ni lealtad al socialista senador de Vermont, quién seguramente de vivir su propio padre y toda su familia polaca, sentirían asco hacia el corrupto político demócrata, que se perfila con su aspecto y su caminar de zombie a la nominación demócrata para ser el candidato presidencial de ese partido, que sobra decir la futura campaña presidencial demócrata ya es otro muerto viviente, al igual que el partido demócrata y todos los pre candidatos que siguen dejando la contienda, puros dictadores en potencia igual de equivocados que él mismo Sanders pero con menos experiencia política, mientras no aparezca otro “”demócrata”” que logre generar más entusiasmo en los votantes de ese evidentemente tiránico y anti americano partido. ¿Será Bloomberg, Michelle Obama o quedará Sanders?

FEAR THE WALKING DEAD/CONCLUSIONES

Bernie Sanders que pareciera tener un pie en la tumba y el otro sobre una cascara de plátano es un talentoso orador, como Obama. Con discursos llenos de conceptos como reconciliación, abrazos, amistad; habla de un mundo sin diferencias ni resentimiento y muchas palabras bonitas pero que no son reales. Habla de una utopía, y yo apoyaría a Sanders si en verdad fuera legítimo, “noble” o “ingenuo”. Sócrates decía que “un hombre honrado siempre sería un niño”; se refería al nivel de ingenuidad o inocencia en el adulto, que no es algo malo.

Apoyaría su buena fe o su intención ingenua de hacer lo correcto, apoyaría que fuera un hombre convencido de lo que dice, pero no es verdad, es un actor de crisis. Sanders es un talentoso hipócrita, critica a los millonarios como si por el hecho de tener dinero sean malos y los hace responsables de todos los males sociales y no es así. Ignora todas las ventajas del dinero, del capitalismo, de la inversión, del poder adquisitivo, de la superación personal, de los mercados y sus beneficios etc. El mismo Sanders es un millonario como mencioné anteriormente, vende el socialismo a los pobres mientras el goza de las mieles del dinero, habla que él es un enemigo del antisemitismo al que asegura condena como judío y como hombre de bien, cuando la realidad es opuesta: jamás ha condenado el antisemitismo de su partido, ni a sus miembros, es amigo y aliado de “The Squad”, dice que es un amigo de Israel porque en 1963 estuvo en un Kibbutz cerca de Haifa. Argumenta que criticar a Israel no es antisemitismo en automático, y eso tiene algo de verdad, no es que no se pueda criticar ciertas cosas de Israel como de cualquier nación, pero las críticas que él hace hacia Israel sí son antisemitas, en primera porque es un perico y una foca que repite y aplaude todo lo que The Squad dice y hace, y eso sí que es antisemitismo en estado puro, claro y directo, y en segunda, critica y responsabiliza a Israel de ser el creador del antisemitismo, justifica a los palestinos argumentando que Israel y su fundación son el problema que creó el antisemitismo árabe a causa del “resentimiento”.

Insiste en que debería existir un estado palestino y critica a Israel de no permitirlo. El nivel de ignorancia sobre la realidad histórica de la región y del conflicto árabe-israelí es de pena ajena, ignora la realidad corrupta detrás del antisemitismo, da datos falsos sobre lo que ocurre en la región y hace caso omiso a los obscuros intereses árabes y musulmanes detrás de su crónica guerra contra el pueblo judío. Es un mentiroso de la peor clase. Todas estas equivocadas teorías totalmente antisemitas lo dice en discursos donde pareciera que es verdad, dando un mensaje reconciliador y de paz global y que el asunto se debe resolver con abrazos y perdones básicamente, que Israel se “disculpe” por “molestar” la paz y tranquilidad de los árabes, exige un cambio drástico de Israel hacia los palestinos; es decir, que Israel debe entregar todo lo que los árabes quieran, de lo contrario el problema es Israel, siempre el problema es Israel, y los terroristas son justificados y exonerados de sus muchos crímenes citando esas rancias teorías sobre el “imperialismo” en donde embarra siempre a los EE.UU. e Israel. La culpa del antisemitismo y del terrorismo islámico no es de Israel, por obvio que sea, la realidad es muy distinta, y Bernie Sanders junto con su guerra hippie y rancia y su peligrosa locura están en el lucrativo negocio de no decir la verdad y de no hablar de la realidad. El cadavérico senador de Vermont es una vergüenza para su pueblo, para su país y para la gente decente en el mundo. La buena noticia es que jamás llegará a la emblemática y por demás cinematográfica casa estilo sureño ubicada en la avenida Pennsylvania # 1600 de Washington, Distrito de Columbia, a menos, claro, que tome el tour guiado para visitar la Casa Blanca.

 

 

 

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