Enlace Judío México e Israel – Mientras el mundo se encontraba en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, los judíos de Palestina se aferraban a lograr su propio estado, un país que más que nunca era desesperantemente necesario.

 

La Alemania nazi se rindió el 8 de mayo de 1945, y mientras la mayor parte del mundo festejaba la victoria de los ejércitos aliados, los judíos se enfrentaban a la tarea de cuantificar sus propios daños. El resultado fue trágico: 6 millones de judíos asesinados. El panorama era difícil de ver, pues además de los cadáveres apilados se encontraban 106,000 esqueletos cubiertos de piel: eran los sobrevivientes del nazismo, cuyos cuerpos mostraban con claridad la monstruosa crueldad a la que habían sido sometidos.

Ante el frustrante resultado de lo que había pasado con los judíos de Europa, los judíos de Palestina encontraron más razones para defender la causa sionista. Así que más convencidos que nunca, los judíos incrementaron la inmigración ilegal a Palestina, en la que millares de refugiados lograban entrar a aquella colonia inglesa de maneras distintas. En la actualidad, se pueden ver los videos en los que aparecen inmigrantes llegando en pequeños botes hasta la orilla del mar. Los judíos que ya vivían en Palestina entraban al agua para ayudar a los inmigrantes a llegar hasta la playa. Los que llegaban y los que recibían no eran desconocidos. Es cierto, no hablaban el mismo idioma ni compartían el mismo apellido, es más, nunca antes se habían visto, sin embargo, la historia les había dejado claro de un modo muy doloroso que ambos eran judíos, y solo por eso debían ser responsables el uno por el otro.

Sorprendentemente, el Holocausto no tuvo la fuerza de disolver la prohibición que impedía la entrada de judíos a Palestina. Y es que aquellas limitantes migratorias seguían teniendo una razón de existir, pues los árabes palestinos no habían sido los arquitectos de aquellos terribles campos de concentración y de exterminio.

¿Tenía derecho el pueblo judío a obtener un Estado propio? ¿Este derecho perjudicaba a los árabes palestinos?¿La partición del territorio era una solución justa? ¿Tenían peso los argumentos de presencia histórica y religiosa que cada pueblo presentaba? El tema ya tenía muchas perspectivas, no había soluciones fáciles ni razones absolutas.

A la difícil situación se le agregó la operación Ágatha, que consistió en el arresto de 2,500 judíos por ser considerados combatientes clandestinos. Esta operación policiaca fue ordenada y ejecutada por autoridades británicas. Pero en venganza a estos arrestos la organización judía Irgun realizó lo que fue su mayor atentado terrorista: el 22 de julio de 1946, una gran explosión se detonó en la comandancia militar del mandato británico causando la muerte de 91 personas. Después de este atentado realizado en el Hotel King David de Jerusalén las políticas de los ingleses se endurecieron todavía más, las cárceles de Acco se llenaban de árabes y judíos y el conflicto parecía no tener final.

En julio de 1947 se desató un hecho que llamó la atención mundial: un barco llamado Éxodo, con más de 4,500 pasajeros, en su mayoría sobrevivientes del Holocausto, llegó a Palestina. Aquellos pasajeros tenían la imperiosa necesidad de restablecer sus vidas, pero las prohibiciones migratorias les impidieron descender y después de penosos días de hambre, huelgas y exigencias, el barco fue enviado de regreso a Francia, donde los judíos refugiados se negaron a desembarcar.

Así que el barco fue trasladado a Hamburgo; ahí, los refugiados fueron desembarcados por la fuerza ante la mirada indignada del mundo. Sobrevivientes judíos eran devueltos al país que ejecutó para ellos un gran exterminio. Sin duda, el escenario causó un gran impacto a escala internacional.

Finalmente, el gobierno de Estados Unidos informó a David Ben Gurión que apoyaría la causa sionista a cambio de que ésta renunciara a su petición de obtener toda la región de Palestina. David Ben Gurión tomó una inmediata decisión: sin ninguna duda aceptaría la oferta de partición; era cierto que se trataba de muy poco territorio, apenas el 20% de la Israel histórica, pero se entregaría de manera oficial y eso significaba ver al sionismo político convertido en una realidad.

 

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío