Enlace Judío México e Israel – Decenas de partidarios del grupo terrorista Hezbolá atacaron a manifestantes en el centro de Beirut con palos y varas de metal, coreando consignas a favor de la organización chiíta.

Grupos de jóvenes lanzaron piedras unos a otros durante horas, con fuerzas de seguridad en el medio. Varias personas fueron golpeadas y heridas. Algunos partidarios de Hezbolá levantaron grandes banderas amarillas del grupo burlándose de los manifestantes que protestan contra la élite política del Líbano.

“Chiítas, chiítas, chiítas”, gritaban los partidarios de Hezbolá. Algunos dispararon bengalas contra las fuerzas de seguridad y las multitudes. Los manifestantes del otro lado respondieron: “Hezbolá es terrorista”.

Los manifestantes bloquearon una importante vía conocida como Ring Road que une los barrios orientales de la capital con el área occidental. Las multitudes cerraron simultáneamente las carreteras en las zonas al norte de Beirut y en el valle oriental de Bekaa.

Las protestas comenzaron el 17 de octubre contra los impuestos por llamadas de WhatsApp, pero se convirtieron en una condena a la élite política que ha gobernado el país desde la guerra civil de 1975-90.

Los jóvenes han estado a la vanguardia del movimiento de protesta sin líderes, ante una crisis económica y un alto nivel de desempleo. Los manifestantes culpan a la élite política por años de corrupción y mala administración. Piden un nuevo gobierno y elecciones fuera del tradicional acuerdo sectario de reparto de poder.

El primer ministro Saad Hariri, apoyado por occidente, dimitió el 29 de octubre, ante un estancamiento con sus socios en el gobierno, dominado por Hezbolá, y ha pedido un gobierno de emergencia apolítico. Sus rivales en el partido del presidente Michel Aouny su aliado Hezbolá quieren preservar sus victorias electorales y a Hariri, como el rostro aceptable para el mundo.

Hariri acusa al partido del presidente Michel Aoun de actuar “irresponsablemente” mientras que el grupo de Aoun afirma que el primer ministro en funciones ha tomado al gabinete de rehén.

A última hora del jueves, Aoun señaló en un discurso televisado que aún no había un consenso sobre la formación de un gobierno debido a las “contradicciones que controlan la política libanesa”.

Hezbolá, apoyado por Irán, se forjó entre sus seguidores una reputación de defensor del Líbano contra Israel. El grupo y el partido Amal, su aliado chiíta, han gozado de un apoyo abrumador entre la comunidad chií desde el final de la guerra civil de 1975-1990, transformándolos en una potencia política que, junto con sus aliados, ha dominado a gobiernos recientes.

Pero ahora Hezbolá es considerado la clase dominante contra la que se rebelan las multitudes y lo acusan de arruinar la economía con años de corrupción y mala administración.

Los manifestantes quieren a toda esa élite política fuera, incluyendo al líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, y el líder de Amal y presidente del Parlamento, Nabih Berri.

En varios casos, hombres sospechosos de favorecer a Hezbolá y Amal golpearon a los manifestantes y destruyeron sus tiendas de campaña.

Amal negó cualquier vínculo con los autores y dijo en un comunicado que debían ser arrestados por violar la libertad de opinión.

Hezbolá ha sobrevivido a muchas amenazas en los últimos años, incluyendo cargos por el asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri en febrero de 2005, una acusación que Hezbolá niega rotundamente, la guerra con Israel en 2006 y su participación en el conflicto en Siria. Hezbolá envió de miles de combatientes para apoyar al presidente Bashar Assad y perdió a unos 2.000 hombres.

Fuente: The Times of Israel, AP /Reproducción autorizada con la mención: © EnlaceJudíoMéxico