Enlace Judío México e Israel.- El ex alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, dice que la agencia para refugiados palestinos UNRWA perpetúa el conflicto y destruye las posibilidades de paz con la “corrupción y la mala gestión” internas
TAMAR PILEGGI
El jueves, el legislador del Likud Nir Barkat propuso una legislación para prohibir la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos, diciendo que estaba destruyendo las posibilidades de paz en la región, informó The Times of Israel.
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Barkat, un ex alcalde de Jerusalén, dijo que su ley vería todas las actividades de UNRWA en áreas bajo control israelí terminadas para el 1 de enero de 2020, incluido el cierre de oficinas de agencias en Jerusalén Este.
“La existencia continua de esta agencia en Israel solo aleja más a nuestra región de cualquier esperanza de una verdadera convivencia y es profundamente perjudicial para los intereses de la comunidad árabe a la que está destinada“, dijo Barkat en un comunicado.
Barkat dijo que su legislación ha sido respaldada por todos los partidos de derecha de la Knéset y que cuenta con el apoyo de la mayoría de los 120 legisladores de la legislatura.
La declaración de Barkat citó el “aumento de la corrupción y la mala gestión” dentro de la agencia de la ONU, señalando la conducta sexual inapropiada y el escándalo de corrupción que afecta al jefe recientemente desaparecido de la UNRWA, Pierre Krahenbuhl.
Barkat no indicó cuándo pretendía llevar el proyecto de ley al pleno para una votación, pero el punto muerto político en curso probablemente complicará su iniciativa legislativa.
Al abandonar el cargo como alcalde de Jerusalén, Barkat expresó su ambición de expulsar la UNRWA de Jerusalén Oriental.
“La era de la UNRWA en Jerusalén ha terminado“, dijo Barkat durante una visita de octubre de 2018 al campo de refugiados de Shuafat. “Ha llegado el momento de detener la mentira de los refugiados en Jerusalén. No hay refugiados en nuestra ciudad, solo residentes. Deben recibir sus servicios del municipio como cualquier otro residente“.
La UNRWA (o OOPS, como se la conoce en español) se creó en los años posteriores a la expulsión o huida de más de 700.000 palestinos de sus tierras durante la guerra de 1948 en torno a la creación de Israel.
Brinda servicios escolares y médicos a millones de refugiados empobrecidos y sus descendientes en Jordania, Líbano y Siria, así como en los territorios palestinos. Emplea a unas 30,000 personas, en su mayoría palestinos, y su mandato de la ONU fue renovado recientemente hasta 2023 por la Asamblea General.
Israel acusa a la organización de perpetuar el conflicto israelo-palestino al extender el estatus de refugiado a millones de descendientes, en lugar de solo a los refugiados originales, como se hace con la mayoría de las otras poblaciones desplazadas en todo el mundo.
La administración Trump ha hecho críticas similares a la UNRWA, y en 2018, suspendió y luego cortó todos los fondos a la agencia.
La UNRWA niega las críticas y dice que los servicios que presta no estarían disponibles para los palestinos.
A principios de este mes, Krahenbuhl renunció después de que un informe de ética interna revelara “problemas de gestión que se relacionan específicamente con el comisionado general“. Describió acusaciones “creíbles y corroboradas” de graves abusos éticos, incluida la participación de Krahenbuhl, un ciudadano suizo.
El informe dice que las acusaciones incluyen a la alta gerencia involucrada en “conducta sexual inapropiada, nepotismo, represalias, discriminación y otros abusos de autoridad, para beneficio personal, para suprimir la disidencia legítima y para lograr sus objetivos personales“. Se alegaba que Krahenbuhl mismo había estado en una relación romántica con una colega designada en 2015 para un puesto recién creado de asesor principal después de un proceso de “vía rápida extrema“, según el informe.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel dijo que la presunta mala gestión en UNRWA dio crédito a sus críticas a la agencia y pidió una publicación completa de los hallazgos de la investigación.
Varios países suspendieron sus contribuciones a la espera del resultado de la investigación sobre una presunta mala gestión.
El personal de Times of Israel contribuyó a este informe.
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