Enlace Judío México / Efraim Palvanov – En 1870 el judío germano-austriaco Siegfried Marcus (1831 -1898) tuvo la brillante idea de poner un motor de combustión a una carretilla y de esta forma creó el primer vehículo propulsado por gasolina. En 1883 Marcus recibió la patente del sistema de ignición, lo cual lo llevó a la creación de “El Segundo Carro Marcus,” el primer automóvil en forma como lo conocemos hoy en día. Y así nació la industria automotriz, la máxima tecnología de su momento que eventualmente cambió la realidad en que vivimos. Más adelante, Maybach y Draimler, otros inventores alemanes, crearían el primer carro pensado para el mercado.

Sin embargo, no pudieron comercializar su versión hasta que Emil Jellinek (1853 – 1918), el hijo de un rabino húngaro – checo se hizo cargo del negocio. Convenció a Maybach de construir un nuevo carro mejorado al cual llamarían Mercedes (en honor a la hija de Jellinek quien compartía el origen sefardita de su madre).

El carro Mercedes pronto rompería todos los records rebasando los 60 km por hora y ganando con facilidad las carreras competitivas de Niza. Se le apodó “el carro del mañana” y sorprendió al mundo entero. En la década de 1930 los nazis a través del Ministro de Propaganda anti-judío intentaron reescribir la historia borrando la participación de Marcus y dándole todo el crédito a Daimler y Benz.

Fuente: Jew of the Week