El ataque llevado a cabo en el aeropuerto de Irak en el que murió Soleimani, forma parte de un ajuste de cuentas en el que están involucrados Irak, Irán y hasta los Estados Unidos, y de hecho Donald Trump fue uno de los primeros en emitir declaraciones al respecto, aceptando la autoría de su muerte y agregando:
También puede interesarte
“Soleimani fue directa o indirectamente responsable de la muerte de millones de personas, incluido el gran número de manifestantes asesinados en Irán mismo. Aunque Irán no lo admitiera, Soleimani era odiado y temido en el país.”
Así que la muerte de este importante comandante representa otra medalla para el gobierno estadounidense, sin embargo y como sucede siempre con la muerte de líderes negativos, su muerte no representa ningún avance en el conflicto, pues mientras el terrorismo bélico siga vivo, nuevos líderes ascenderán y la violencia seguirá su camino.
Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío