Enlace Judío México e Israel – El presidente de EE.UU., Donald Trump, y el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, sostuvieron un diálogo este miércoles.

Trump y Netanyahu sostuvieron una conversación telefónica en la que abordaron “materias bilaterales y regionales críticas”, aseguró la Casa Blanca en un breve comunicado.

La conversación ocurre un día después de que la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán disparó varios cohetes contra dos bases localizadas en Irak que albergan a tropas estadounidenses, la represalia que se esperaba luego de la eliminación por Washington la semana pasada del alto comandante iraní Qasem Soleimani.

En respuesta a las reiteradas amenazadas lanzadas por Irán desde entonces y hasta después del ataque de ayer, Netanyahu afirmó hoy que “quien intente atacarnos sufrirá un golpe demoledor”, reiterando a la vez el respaldo de su gobierno a Trump, al que felicitó por su actuación en contra de Soleimani.

Ninguno de los ataques contra las bases de Ain Al-Asad en la zona central de Irak, y en Erbil, al norte del país, dejó heridos o muertos como consecuencia.

Según el ejército de Irak, un total de 22 misiles fueron disparados por Irán, de los que 17 fueron en contra de la base de Ain Al-Asad, con dos sin explotar, y otros cinco contra la base de Erbil.

Imágenes difundidas hoy por la agencia satelital Planet Labs muestran el daño causado a la base de Ain Al-Asad, localizada en la zona central de Irak.

Medios iraníes difundieron este mismo día videos que muestran la preparación y el lanzamiento de los cohetes en contra de las bases estadounidenses.

La Guardia Revolucionaria Islámica de Irán se atribuyó directamente los disparos de los cohetes, en una operación a la que dijo llamar “mártir Qasem Soleimani”, en honor al que fue comandante de la Fuerza Quds del mencionado órgano militar iraní desde 1998.

Soleimani, luego de varios días de procesiones fúnebres en Irán, fue enterrado finalmente en su localidad natal de Kerman poco después de concluido el ataque.

En un mensaje televisado, el líder supremo de Irán, Ali Jamenei, emitió su primera respuesta ante la tensión desatada horas antes, asegurando que el ataque fue una “bofetada en la cara” de EE.UU, de acuerdo a la agencia AP.

Jamenei denunció la presencia de EE.UU. en la región y abogó por expulsar a los estadounidenses, notando que, sin embargo, “la acción militar no es suficiente”.

El canciller de Irán, Mohammad Javad Zarif, así como el embajador iraní ante la ONU, Majid Takht Ravanchi, aseguraron por su parte que el ataque fue una respuesta proporcionada contra la eliminación de Soleimani, y afirmaron que Teherán no busca una guerra.

Mientras que desde Washington, Trump manifestó su consideración que luego del ataque, Irán bajó la guardia, pero que EE.UU. “están preparadas para todo”.

Por igual, Trump anunció nuevas sanciones económicas en contra de Irán, mientras su administración evalúa otras formas para responder a la agresión de Teherán, y aseguró que pedirá a la OTAN a que se involucre más en el Medio Oriente.

Trump reiteró el rechazo de su administración al Plan de Acción Integral y Conjunto de 2015, o conocido como el acuerdo nuclear con Irán, e instó a la formulación de uno nuevo “que haga al mundo más seguro y un lugar más pacífico”.

Pese a esto, Trump extendió una mano a Irán, al que deseó un pronto futuro próspero libre de lo que califica como su conducta hostil actual, afirmando que “EE.UU. está listo para abrazar la paz con todo aquel que la busca”.

Por su parte, el primer ministro de Irak, Adil Abdul Mahdi pidió mesura tanto a Irán como a EE.UU. y rechazó cualquier violación a la soberanía de su país, de acuerdo a Reuters.

Su vocero aseguró que el primer ministro iraquí recibió una notificación por parte del Irán sobre el ataque en contra de los estadounidenses, sin especificar el sitio seleccionado por Teherán, cuando la operación ya había comenzado o cuando estaba a punto de comenzar.

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