Enlace Judío México e Israel – Tras una reunión con el primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu, el presidente de Hayamin Hajadash, Naftali Bennett, y el líder de Habait Hayehudi, Rafi Peretz, acordaron unir a sus partidos de cara a las próximas elecciones, cerrando así las listas para la vigésimatercera Knéset.

Peretz sucumbió a las presiones para incluir a su partido al bloque de derecha compuesto de Hayamin Hajadash e Hijud Leumi (Unión Nacional), rompiendo el acuerdo con el presidente de Otzmá Yehudit, Itamar Ben Gvir, cuya facción de extrema derecha se presentará de forma independiente.

Luego de que Bennett, dejara en claro que no se unirá a Otzmá Yehudit, Netanyahu convocó una reunión de último momento con Bennett y Peretz a la que asistió el importante rabino Haim Druckman del sionismo religioso, en donde aparentemente se llegó a un acuerdo, informó la cadena pública israelí Kan.

Anteriormente, sólo unas horas antes del cierre de las listas de los partidos para la vigésimotercera legislatura, Bennett y Peretz se reunieron sin un acuerdo.

En un post de Facebook, publicado durante la reunión, Bennett dejó claro que no incluirá al partido Otzmá Yehudit: “No integraré en mi lista a alguien que tiene en su sala el retrato de un hombre que asesinó a 29 personas inocentes”, dijo en referencia a Baruj Goldstein, quien mató a fieles musulmanes mientras rezaban en la Cueva de los Patriarcas en 1944.

“Imaginen que un congresista estadounidense cuelgue en la pared de su casa una imagen de alguien que asesinó a decenas de judíos en una sinagoga durante el rezo”, agregó Bennett. “¿Les parece lógico? No me importa cuánto me presionen. Eso no va a suceder. Esa es mi decisión final”.

Con respecto al partido Otzmá Yehudit agregó: “En lugar de construir, destruyen. En lugar de reparar, organizan disturbios. Este es un profundo desdén para el Estado de Israel y sus instituciones. Un desprecio por los comandantes de las FDI y las fuerzas de seguridad”.

“Para ellos, la violencia está bien. Abrir talleres para infractores de la ley es una bendición. Es terrible. No volvimos del exilio a la Tierra de Israel para vivir como milicias rebeldes que se hacen justicia a sí mismas. Esa no es la derecha. Eso es anarquía”.

“Sí, hay un enredo político”, continuó Bennett. “Pero hay una solución simple e inmediata para ello: que el primer ministro invite a mi amigo el rabino Rafi Peretz a unirse a nosotros, y pida a Ben Gvir que retire su candidatura para la Knéset. Si el primer ministro lo logra, la derecha no perderá ningún voto”.

“Si Ben Gvir aún decide postularse, el primer ministro dejará en claro al público que esta vez Otzmá Yehudit no tiene ninguna posibilidad de cruzar el umbral electoral. Todo está en manos del primer ministro, y sólo en sus manos. El llamado del Likud para que incluya a Ben Gavir bajo mi liderazgo es inapropiado. Amigos en el Likud: si tanto lo quieren, háganlo ustedes”.

“Peretz me traicionó y me apuñaló por la espalda”, tuiteó Ben Gvir tras los informes de la nueva alianza de derecha.

“Hicimos todo lo posible para postularnos juntos. Acordamos renunciar a puestos en la lista del partido”, agregó. “Bennett habló hoy y dijo que el problema es la imagen en la sala. Para salvar al gobierno de derecha, quité la imagen de la sala. Pero resulta que a estas personas no les importa la ideología ni nada, es un grupo que no merece el liderazgo”.

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