Enlace Judío México e Israel – La neuroplasticidad es el poder del cerebro para reconectarse y hacer nuevas conexiones en respuesta al aprendizaje y la estimulación. La doctora Oana Dumitrascu del Centro Médico Cedars-Sinai nos explica este fascinante fenómeno.

Es este proceso siempre cambiante en el tejido cerebral lo que lo mantiene alerta, preservando los recuerdos y almacenando el conocimiento a medida que envejece, al tiempo que evita la neurodegeneración, una condición que puede conducir a enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer.

“Se ha demostrado que desafiar a su cerebro a aprender algo nuevo, como un idioma extranjero o un instrumento musical, tanto en individuos sanos como en pacientes con problemas cognitivos leves, mejora las estructuras cerebrales y la neuroplasticidad”.

Se cree que los llamados ejercicios cerebrales, como los crucigramas o el sudoku, mantienen las células cerebrales activas y sanas, pero ¿realmente aumentan la neuroplasticidad?

Según la neuróloga vascular Dra. Oana Dumitrascu, profesora asistente de Neurología, mantener el cerebro sano es más complejo que simplemente hacer rompecabezas diarios desde la comodidad de su sofá.

“Las actividades repetitivas y permanecer en su zona de confort no mejorarán su neuroplasticidad”, dice la Dra. Dumitrascu. “Necesitas desafiarte a ti mismo todos los días”.

¿Qué se puede aprender del trauma cerebral?

La Dra. Dumitrascu cree que puede aprender mucho sobre la neuroplasticidad de cómo se recuperan los pacientes con trauma cerebral, porque no existe una píldora mágica que cure la lesión cerebral. El tratamiento se basa en estimular al cerebro para que se cure por medio de la neuroplasticidad.

En el caso de deficiencias cognitivas o físicas, como después de un derrame cerebral u otro tipo de trauma cerebral, los pacientes confían en la neuroplasticidad para volver a conectar las células cerebrales en las áreas dañadas.

“Algunas células cerebrales están en un ‘modo activo’, y otras están en un ‘modo predeterminado'”, dice la Dra. Dumitrascu.

“Después del accidente cerebrovascular, por ejemplo, el cerebro espera reclutar células vecinas que están en ‘modo predeterminado’ para compensar la función de las células dañadas. Este acto de neuroplasticidad se puede lograr a través de la estimulación cognitiva”.

Observar cómo el cerebro se recupera a través de la estimulación sugiere formas de mantener el cerebro sano a largo plazo.

“Recomiendo la meditación y la atención plena a mis pacientes”, dice el Dr. Dumitrascu. “Estos ejercicios permiten que las celdas en ‘modo predeterminado’ sean más activas y vuelvan a formar conexiones con otras celdas.

“Esta práctica puede conducir a una mejor neuroplasticidad, que ayuda con la rehabilitación cognitiva y la salud general del cerebro”.

“Aconsejo a los pacientes que hagan una combinación de actividad física y ejercicios cerebrales todos los días. La clave es desafiarse a sí mismo”.

La conexión cuerpo-mente con la neuroplasticidad.

Otra estrategia exitosa de salud cerebral es desafiar al cuerpo a través de la actividad física.

“Se ha demostrado que el ejercicio aeróbico mejora significativamente la neuroplasticidad”, dice la Dra. Dumitrascu.

“Se ha demostrado que correr, nadar o cualquier otro ejercicio aeróbico realizado a un ritmo rápido recluta nuevos vasos sanguíneos al cerebro, aumenta el flujo sanguíneo a las células cerebrales y optimiza las conexiones en el cerebro”.

Junto con el ejercicio aeróbico riguroso, la Dra. Dumitrascu cree que una dieta adecuada y hábitos de sueño son cruciales para la salud del cerebro a largo plazo.

“El principal problema que veo con las personas que acuden a mí con problemas cognitivos es la falta de sueño”, dice ella.

“Las alteraciones del sueño en la edad joven y media están relacionadas con la neurodegeneración más adelante en la vida, por lo que la calidad del sueño es clave. La cantidad y la calidad del sueño son muy importantes”.

La Dra. Dumitrascu dice que el deterioro cognitivo leve, como la disminución de la capacidad de atención o la dificultad para formar nuevos recuerdos, puede mejorarse con un enfoque multifacético para la estimulación cerebral: empujar la mente y el cuerpo.

“Tenemos muchas pruebas de que el Alzheimer comienza al menos 20 años antes de que se manifiesten los problemas de memoria”, dice ella. “Aconsejo a los pacientes que hagan una combinación de actividad física y ejercicios cerebrales todos los días. La clave es desafiarse a sí mismo”.

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