Enlace Judío México e Israel – Lo vimos todos, fue tema de conversación en todas las reuniones sociales en nuestra comunidad, videos de peleas en las escuelas, de estúpidas bromas y hasta de contenido sexual, videos que acapararon la plática con amigos, familia y en cualquier mesa de Shabat.

Hubo quien dijo que la adolescencia de hoy sin duda perdió los valores más esenciales y que los padres de familia son los absolutos responsables; hubo quien dijo que es culpa de las adictivas redes sociales, pues provocan que los chavos imiten cosas absurdas que no resultan positivas para nadie. Nosotros, como espectadores ya lo dijimos todo, ya debatimos, justificamos o condenamos.

Sin embargo, bien dicen que cuando nuestro dedo señala a otra persona hay 3 dedos que nos señalan a nosotros mismos, así que entendamos de una buena vez que las críticas vacías no nos llevan a nada constructivo. La meta está en hacer una autoevaluación sincera, hacernos preguntas como padres de familia y explorar cómo podemos aportar para que nuestros hijos crezcan de una mejor manera.

¿Comenzamos?

Bien, queda claro que los padres de las generaciones de antes eran los educadores principales, sin embargo hoy, tenemos que aceptar que los dispositivos electrónicos influyen en nuestros hijos de un modo constante.

Los niños y adolescentes de la actualidad dedican horas enteras a una gran cantidad de material audiovisual, material que no propone nada inteligente y que tampoco es adecuado para su edad.

En resumen, los padres de familia no son los únicos que se encuentran educando, suena fatal pero los dispositivos electrónicos también lo hacen, así es y así de grande lo tenemos que entender.

Lo de hoy son las redes sociales, en éstas abundan propuestas comunicativas bastante simplistas, el objetivo de distintas imágenes y videos es sorprender o hacer reír en segundos de una manera entretenida, mientras que del otro lado de la pantalla hay un público adolescente con un juicio en construcción, adolescentes que no tienen el criterio de separar lo creativo de lo nocivo y que adoran imitar sin hacer ningún tipo de reflexión.

Sin embargo, ésta siempre ha sido una característica típica de la adolescencia, lo que pasa es que los chavos de ahora tienen más herramientas para mostrar sus equivocaciones y esa es la única diferencia. Las chavas que se divirtieron haciendo un abecedario con alusión sexual se ganaron la crítica de gran parte de la sociedad, una sociedad poco empática que olvidó que nadie tiene techo de cristal.

Los chavos que se pelearon a golpes en la escuela es una escena que han visto todas las paredes que ven a niños crecer, y es que los niños se pelean a golpes simplemente desde que existe la niñez. El video de los chavos que con un simple juego  provocaron un grave daño en un compañero estremeció a toda la población mexicana; fue sorprendente ver lo frágil que es la vida y que un juego que duró 4 segundos tuvo consecuencias tan definitivas.

No, definitivamente ninguna de todas estas actividades es justificable, pero tenemos que comprender que lo que estuvimos viendo en distintos videos viene de adolescentes que están en busca de aceptación social y de una personalidad; nosotros pasamos por ahí en algún momento, y si en algo podemos ayudar es en esforzarnos al máximo para darles a los chavos un buen ejemplo. Así que dejémonos de rollos y colaboremos para guiar a nuestros chavos a lograr un crecimiento sano.

1.- Platica con ellos a diario, trata de estar cerca de sus angustias, sus miedos, sus gustos y lo que los motiva en su vida, muéstrate abierto, muestra empatía, lo importante es lograr una relación de confianza en donde no haya temas ni platicas prohibidas.

2.- Conoce a sus “influencers”. En las redes sociales los chavos siguen distintos canales de YouTube, videos de Tik Tok, etc, etc. Aguas con lo que ven, pero sobre todo cuidado con lo que admiran. En ese mundo hay tanto entretenimiento como cosas negativas.

3.- Vean el contenido negativo como familia. Hoy en día no es suficiente con enseñarle a nuestros chavos lo que está bien, también es necesario ser enfáticos en lo que está mal, y para ello, necesitamos ver este contenido negativo juntos y platicar.

4.- Por último es importante dejar de juzgarlos, en algún momento de nuestras vidas también fuimos adolescentes con un juicio y una madurez en proceso de desarrollo ¿Qué hubiera sucedido si en ese momento tú hubieras tenido Facebook, Instagram? ¿Qué hubieras compartido si hubieras tenido el poderosísimo WhatsApp? Piénsalo, Esas redes sociales son armas peligrosas que se encuentran en manos de chavos que simplemente les falta madurar. Créanme que, cuando sean adultos, van a arrepentirse de las tonterías que hicieron y de haberse convertido en algo viral.

Por último, no se trata de soltar el tema ni de minimizarlo, el tema es bastante importante y así debemos de considerarlo, la clave está en la forma de manejar los hechos y criticar a los chavos diciendo que “esta generación está perdida” es tomar una actitud simplista y bastante derrotista.

El tema es más complejo que eso, acercarnos a nuestros chavos es sólo el inicio de un gran proceso, el objetivo es conocerlos en su totalidad y lograr con ellos una relación tan honesta y abierta que podamos transmitirles lo que está mal, sobre todo porque son ellos los más afectados.

Así que ellos son los chavos y están cruzando la típica adolescencia, a los adultos lo que nos queda es estar cerca y guiarlos de la mejor manera. Tú, ¿qué haces para que esto suceda?

 


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