(JTA) — Bernie Sanders obtuvo una victoria en el “caucus” de Nevada, convirtiéndose en el favorito indiscutible para la nominación del Partido Demócrata para la presidencia de EE.UU.

Sanders, senador judío independiente por el estado de Vermont, terminó en Nevada con aproximadamente el 47 por ciento de los votos, seguido por el exvicepresidente Joe Biden con el 19 por ciento y, en tercer lugar, el exalcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg, con el 15 por ciento.

El caucus de Nevada es el primer caucus de nominaciones en un estado racialmente diverso. La población de Nevada es 30 por ciento latina y 10 por ciento afroamericana, y tiene una población asiáticoamericana de rápido crecimiento, según The Hill. Sanders ganó más de la mitad del voto latino y también tuvo buenos resultados con los votantes afroamericanos, ofreciendo una respuesta clara a la pregunta de si su impulso de apoyo en diversas comunidades valdría la pena.

“En Nevada, acabamos de formar una coalición multigeneracional y multirracial, que no solo va a ganar en Nevada, sino que va a barrer este país”, dijo Sanders el sábado por la noche en un mitin de campaña en San Antonio, Texas. Texas celebrará su primaria el 3 de marzo, uno de los 14 estados que celebrarán las primarias en el llamado supermartes.

“Ninguna campaña tiene un movimiento de base como nosotros, que es otra razón por la que vamos a ganar estas elecciones”, dijo Sanders, quien se convertiría en el primer candidato judío en obtener un boleto por un partido mayor si gana la nominación demócrata. Él ha enfatizado su identidad judía en la campaña electoral.

A principios de este mes, Sanders ganó las primarias de New Hampshire con el 26 por ciento de los votos, seguido de cerca por Buttigieg. Los dos hombres empataron prácticamente en los caucus de Iowa.

De la traducción (c)Enlace Judío México
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