Enlace Judío México e Israel – Capital Economics, con sede en Londres, estima que el impacto negativo global del COVID-19, nombre oficial de la enfermedad por el nuevo tipo de coronavirus, podría llegar a 280 mil millones de dólares, superior al de la epidemia del SARS en 2003, de 40 mil millones.

Este efecto negativo se explica por la caída de la actividad productiva en diferentes sectores, dificultades de abastecimiento y restricciones públicas de diversa índole, como cancelación de eventos públicos, restricciones en los movimientos de personas, y la imposición de cuarentenas.

Se considera que la estimación de Capital Economics se concentra en buena medida en la previsión del primer trimestre del 2020, cuando la crisis sanitaria desatada en la ciudad de Wuhan (que está prácticamente cerrada, con 11 millones de habitantes), tendría la mayor virulencia. En la realidad, a medida que pase el tiempo habrá más información de la crisis sanitaria y se podrá hacer una evaluación más acertada del daño causado.

Las autoridades chinas, por razones entendibles, no han hecho públicas sus proyecciones sobre las pérdidas económicas, empero, estimaciones preliminares de analistas fuera de China anticipan una importante caída del PIB en el primer trimestre del año, con efectos multiplicadores en la economía global, dado el peso que China tiene en esta última. Si la epidemia se logra contener para la primavera (fines de marzo), se podría recuperar parte de la actividad, pero no toda, por ejemplo, las compras discrecionales del productor. Ciertamente, “las personas no comerán más comidas en restaurantes en junio porque se saltaran algunas en los meses previos”.

Por su parte, la consultora Oxford Economics estima que la economía de China crecerá menos de 4.0 por ciento en el primer trimestre de 2020 en relación al mismo periodo de 2019. Para todo el año, el pronóstico es de 5.6 por ciento. Esta fuente le atribuye al coronavirus una baja de 0.2 por ciento en el PIB mundial. Es de destacar que en el presente la economía China aporta alrededor de 16.0 por ciento del PIB mundial, y ya es la segunda. Por ello, los efectos de repercusión negativa son mayores que los experimentados con la epidemia del SARS cuando era la sexta economía mundial.

Los economistas de J.P. Morgan piensan que la economía de China crecerá a un ritmo de solo 1.0 por ciento en el primer trimestre de 2020, comparado con su previsión inicial que anticipaba una tasa de 6.3 por ciento.

Existen sectores claramente castigados por el virus como el turismo: más de 70 aerolíneas internacionales han cancelado vuelos, y a nivel mundial se estima que se perderán de 4,000 a 5,000 millones de dólares en ingresos operativos brutos a causa de las prohibiciones de viaje y cancelaciones de vuelos desde y hacia China por el coronavirus. También se redujeron las visitas a parques recreativos. China participa con 150 millones de turistas anuales que viajan por el mundo. También hay ganadores con la epidemia como varias empresas farmacéuticas y de juegos on line recreativos por el encierro doméstico obligado.

La desaceleración económica será más significativa en varias provincias de China, particularmente las del centro hacia el oeste, las más industrializadas y pobladas. En general, el sector servicios ha estado muy resentido, es el que mayor aportación tiene en el PIB de China, alrededor de 60 por ciento. Un número importante de empresas perdedoras en este sector están ligadas a cadenas internacionales. También compañías internacionales manufactureras tienen problemas de abasto de componentes provenientes de China, entre otras, la automotriz y la electrónica. De acuerdo a la calificadora Standard & Poor’s, la producción automotriz en China disminuirá 2 por ciento este año. Empresas industriales y comerciales registran caídas de sus acciones en los mercados bursátiles.

China ya está resintiendo los efectos de la guerra comercial que enfrentó con EUA, pero a pesar de la tregua que recientemente alcanzó con la administración de Donald Trump, aún no está claro cuál será su horizonte comercial. China arrastra otras tensiones como el sobreendeudamiento o las reformas pendientes en las empresas estatales.

En este contexto de la crisis sanitaria que registra China por el coronavirus, las tribulaciones en los mercados de las materias primas son muy importantes, son el activo financiero que peor se ha comportado este año, en virtud de que China, con su economía acentuadamente industrial, es el consumidor más importante de materias primas en el mundo. Los precios de materias primas industriales clave como el cobre, el mineral de hierro, el aluminio y el gas natural líquido se han desplomado. Las monedas de países que exportan estos bienes a unas tarifas elevadas (entre los que se encuentran Brasil, Sudáfrica y Australia) están en los niveles más bajos que se hayan registrado recientemente, y los productores, las mineras y los fabricantes de productos básicos de todo tipo están considerando si se verán obligados a retrasar la producción por temor a saturar sus inventarios. Registran una enorme baja en el consumo y se necesita espacio para almacenamiento.

John LaForge, director de estrategias de activos reales en el Instituto de Inversión de Wells Fargo considera que mucho de lo que ha pasado con algunos de los precios de productos básicos, más que una especulación de que la situación empeore antes de mejorar su producción, es que los precios de productos básicos se recuperen. Otros analistas piensan que si la propagación del virus comienza a disminuir –como muchos esperan que suceda–lo más probable es que los productos básicos se recuperen hasta llegar a su estado normal y los inventarios que se han acumulado en las últimas semanas disminuyan gradualmente.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, advirtió el 17 de febrero pasado que la economía global está lejos de encontrarse sobre terreno sólido. El coronavirus de China es nuestra incertidumbre más urgente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró en días pasados “que ahora se puede diagnosticar el virus en todas partes y se han establecido sistemas de salud efectivos, sin embargo, es demasiado pronto para decir que el virus ha sido contenido”.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío