Enlace Judío México e Israel – En un vídeo compartido este marte en las redes sociales, el viceministro de Salud iraní, Iraj Harirchi, confirmó su contagio por el nuevo tipo de coronavirus. Ayer, se le vio padeciendo una aparente fuerte fiebre en una transmisión en vivo en la televisión iraní.

En la grabación, difundida por la agencia iraní Fars, el político iraní se mostró risueño y ha tratado de compartir su optimismo a la población.

“Quería decirles que tengo el coronavirus”, dijo Harirchi. “Ayer tuve fiebre. Las pruebas dieron positivo anoche. Me puse en cuarentena hace solo unos momentos, me dijeron que llegó la prueba final. Comenzaré a tomar medicamentos. En general me siento bien. Me sentí un poco cansado, tuve fiebre y bajará”.

“Vamos a derrotar al coronavirus. Estén seguros. Estoy diciendo esto profundamente desde mi corazón. Este virus es democrático y no distingue entre pobres y ricos o estadistas y ciudadanos comunes”, continuó.

“Muchos podrían infectarse, pero tenemos suficiente medicina efectiva, cuídense. Cuiden de las enfermeras y los médicos que trabajan heroicamente”, concluyó.

Harirchi compareció ante los medios el lunes junto con el vocero gubernamental Ali Rabaei, y se apreció cómo sudaba en exceso y tosía ocasionalmente, síntomas básicos del COVID-19, lo que levantó numerosas suspicacias. El propio Rabaei hoy fue sometido a pruebas para confirmar si es portador del virus.

“Actualmente la situación es casi estable en el país y podríamos minimizar el problema”, aseveró Harirchi durante su intervención al lado de Rabaei, criticado a las cuarentenas como medidas sanitarias de “la Edad de Piedra”.

Harirchi negó las acusaciones del  diputado de Qom, Ahmad Amirabadi Farahani, quien había afirmado que en en dicha región había por lo menos 50 muertos y más de 250 casos positivo, números que salían de la esfera contemplada por el régimen, y prometió que renunciaría si es que las cifras se comprobaban con hechos.

El viceministro también otorgó una entrevista en vivo a una cadena de televisión, donde los tosidos lo seguían agobiando, según consta en un video difundido en redes por la activista iraní Masih Alinejad.

El contagio de Harirchi se suma a los 95 contagios por SARS-CoV-2 registrados hasta este martes en Irán, cuando se ha informado también de la muerte de 16 personas por el padecimiento, la cifra más alta de defunciones por país después de China.

Al tenor del caso de Harirchi, otro político iraní, Mahmud Sadeghi, actual miembro del Parlamento de Irán, anunció este día que dio positivo al SARS-CoV-2.

El número de defunciones en comparación con los contagios en Irán, así como reportes y el reclamo del diputado Farahani, han levantado la alerta de que probablemente el brote del coronavirus en Irán sea más fuerte de lo pensado y se le haya salido de las manos al régimen.

Bajo la sospecha de que haya surgido con trabajadores chinos contagiados que llegaron al país, según declaró recientemente un oficial iraní, la mayoría de los contagios y muertes se concentran en la ciudad de Qom, conocida por ser un importante sitio de peregrinación y estudios religiosos chiíta.

A las suspicacias se unió el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, que este martes manifestó que EE.UU. está consternado por la posibilidad de que Teherán haya ocultado “detalles vitales” sobre el brote de SARS-CoV-2 en su territorio, por lo que instó al régimen a que no mienta.

En contra de la sospechas, el presidente iraní Hassan Rouhani, en un discurso televisado, culpó a los enemigos de Irán por sembrar el pánico por la supuesta negligencia que se acusa al régimen. “Esta es una de las conspiraciones del enemigo para crear pánico y cerrar nuestra sociedad”, dijo. “No, todos tenemos que trabajar, continuar con nuestras actividades y tener cuidado y llevar a los enfermos al hospital”.

La República Islámica de Irán es el tercer país en número de contagios luego de China y Corea del Sur. Otros países vecinos como Baréin, Omán, Afganistán, Kuwait e Iraq han anunciado casos en personas procedentes de Irán.

Hasta el momento, más de 77,000 casos de contagio y más de 2,600 muertes se tienen registradas por el COVID-19, la mayoría, en China.

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