Sujetaron a la víctima de 57 años, le rompieron los dientes y le rompieron la Kipá con una navaja el jueves en Jaguariuna, una ciudad de 50 mil habitantes ubicada en el sur del país. No le robaron nada.
“Todo fue muy rápido”, dijo el hombre judío a los medios brasileños. “Cuando lo vi, uno de ellos ya me estaba bloqueando el camino. Me agarró por el cuello. Uno me pateó en el testículo. Cuando me agaché de dolor, me dio un puñetazo de abajo hacia arriba en la cara, me rompió la prótesis dental y los dientes, y me lastimó la boca”.
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La víctima, que dijo a los periodistas que se convirtió al judaísmo hace 30 años, dijo que nunca había sufrido antisemitismo en otros países en los que había vivido, incluidos Alemania y los Países Bajos.
“Dijeron que Hitler debería haber matado a más judíos”, recordó. “Mi Kipá cayó al suelo. Dijo que la próxima vez que me encontraran sería peor. Me quedé en el suelo, sangrando”.
Los ataques racistas son raros en Jaguariuna, que carece de una sinagoga. La Policía está investigando el asalto como un caso de crimen de odio.
“Este es un acto grave de antisemitismo y racismo que no toleraremos en nuestra sociedad”, dijo la Federación Judía de Sao Paulo en un comunicado el lunes. “Estamos trabajando para dilucidar este caso y hacerlo ejemplar en la lucha contra la discriminación, el racismo y el antisemitismo”.
