Enlace Judío México e Israel – Científicos de la Universidad de Tel Aviv (TAU) y el Instituto Weizmann de Ciencias proponen un nuevo método para mejorar la retención de la memoria y los procesos cerebrales durante el sueño.

El método consiste en colocar un aroma en una de las fosas nasales para evocar la memoria durante el sueño, señala el sitio The Jerusalem Post.

Entre los resultados del estudio se encuentran conocimientos adicionales sobre cómo el sueño ayuda a la memoria, que más tarde pueden utilizarse para tratar a personas con lesiones cerebrales, o pacientes que sufren de trastorno de estrés postraumático (TEPT).

El estudio, publicado en la revista Current Biology fue dirigido por Ella Bar, estudiante de doctorado en TAU y el Instituto Weizmann de Ciencias, bajo la supervisión del Prof. Yuval Nir de la Facultad de Medicina Sackler y la Escuela de Neurociencia Sagol, y los profesores Yadin Dudai, Noam Sobel y Rony Paz, del Departamento de Neurobiología de Weizmann.

“Sabemos que durante el sueño se lleva a cabo un proceso de consolidación de la memoria en el que la información pasa gradualmente del hipocampo, una región del cerebro que sirve como recipiente temporal de nuevos recuerdos, a la neocorteza. Sin embargo, aún no se sabe cómo se produce esta transición”, explica Nir.

“Al desencadenar procesos de consolidación en un solo lado del cerebro durante el sueño, logramos comparar la actividad entre los hemisferios y aislar la actividad específica que corresponde a la reactivación de la memoria”, agregó.

“Más allá de promover la comprensión científica, esperamos que este método tenga aplicaciones clínicas en el futuro. Por ejemplo, los pacientes que sufren de estrés postraumático muestran una mayor actividad en el hemisferio derecho al recordar un trauma, posiblemente relacionado con su contenido emocional”, señaló Bar.

“La técnica que desarrollamos podría potencialmente influir en este aspecto de la memoria durante el sueño y disminuir el estrés emocional que acompaña a la memoria traumática. Además, este método podría desarrollarse aún más para ayudar en la terapia de rehabilitación tras un derrame cerebral”, añadió.

El estudio se basa en el conocimiento de que los recuerdos asociados a ubicaciones en el lado izquierdo de una persona se almacenan principalmente en el hemisferio cerebral derecho cerebro, y viceversa.

Un grupo de participantes fue expuesto al aroma de rosas, y se les pidió que recordaran la ubicación de las palabras presentadas en el lado izquierdo o derecho de la pantalla de su computadora.

Mientras tomaban una siesta en el laboratorio, los voluntarios fueron nuevamente expuestos al aroma de las rosas, pero esta vez en una sola fosa nasal. Los investigadores observaron que esta segunda exposición al olor produjo diferentes ondas de sueño en los dos hemisferios cerebrales. El hemisferio que coincidía con el lado en que se suministró el aroma mostró mejores firmas eléctricas de consolidación de la memoria durante el sueño.

“La memoria de los sujetos fue significativamente mejor para las palabras presentadas del lado afectado por el olfato que la memoria de las palabras presentadas del otro lado”, indicó Bar.

“Al utilizar la organización especial de las vías olfativas, los recuerdos pueden manipularse de manera local en un lado del cerebro. Nuestro hallazgo demuestra que la consolidación de la memoria probablemente implica un ‘diálogo’ nocturno entre el hipocampo y regiones específicas de la corteza cerebral”, concluyó.

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