Enlace Judío México e Israel – El gobierno de Israel decidió este miércoles prohibir toda congregación masiva de más de 100 personas, en un paso más que toma para frenar la propagación del coronavirus SARS-CoV-2 en el país.

La nueva medida fue anunciada en una rueda de prensa en la que estuvo presente el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, así como el ministro de Salud de Israel y el director general de esta dependencia, Yaakov Litzman y Moshe Bar Siman Tov, respectivamente, un día después de que la restricción se aplicara para congregaciones de hasta 2,000 personas.

Ante ello, Netanyahu instó a no celebrar conferencias o eventos si es que no existe la necesidad. Pese a la nueva prohibición, el mandatario aseguró que habrá excepciones en cuanto a la materia de seguridad y sanitaria, así como en otros campos.

Al tenor de esto, Netanyahu comunicó que se está considerando la propuesta de posponer el año escolar en universidades, pero que por el momento no hay cambio alguno en las instituciones de educación.

El primer ministro calificó a la actual situación como un “reto grande y significativo” en varios sentidos, pero destacó que la situación de la economía de Israel y las condiciones en las que enfrenta al virus se encuentran mucho mejor que lo que ocurren en otros países.

Resaltó que esta “crisis” es diferente de otras que pudiera padecer Israel, como ataques terroristas o una guerra.

“Hacemos todo para encargarnos de una amenaza externa para tratar de cambiar en lo más mínimo la rutina de vida dentro del país”, pero que en cambio, en esta situación ante el coronavirus, “nos vemos obligados a cambiar nuestra rutina de vida en el país para poder lidiar con esta crisis”.

“Les pido, ciudadanos de Israel, cambiar su rutina de vida para poder lidiar con esta amenaza externa. No es fácil, esto nos obliga a muchos cambios”, pidió Netanyahu a la población del país, recordando medidas básicas de higiene como el lavado de manos constante o de distanciamiento social, como evitar los saludos de contacto.

Enfatizó que de no cambiarse los comportamientos y rutinas, la población adulta mayor del país, objetivo vulnerable del COVID-19, podrían entrar en riesgo.

Por su parte, Siman Tov afirmó que por el momento no hay necesidad de ordenar el cierre de escuelas, el transporte público o lugares de trabajo, pero hizo un llamado a los empleados a que permitan a sus trabajadores laborar desde el hogar si es posible.

Litzman instó a evitar el contacto con los ancianos y cuidar de manera estricta las medidas de higiene básica. “Oramos a Dios para que ayude. Hasta hoy, gracias a Dios nadie ha muerto por coronavirus en Israel, y hay incluso una mejora en una persona cuyo estado es grave en [el Hospital] Poriya. Esperamos que Dios envíe sanación, una vacuna y que todos estemos saludables”.

Según datos publicados por el Ministerio de Salud de Israel este miércoles, actualmente se tienen contabilizados 97 casos confirmados de contagio por COVID-19 en Israel, de los cuales 3 se han recuperado de la enfermedad.

El número de personas que se han visto obligadas a entrar en cuarentena domiciliaria en las últimas semanas ha sido de 41,317, de los que 31,164 continúan en esta situación, de acuerdo a la dependencia.

Mientras que el número de pruebas realizadas por las autoridades sanitarias para detectar el COVID-19 ha ascendido a 5,264.

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