Enlace Judío México e Israel – Rachel Gemara, una de las enfermeras que actualmente labora en la sección especial de pacientes con COVID-19 del Centro Médico Shaare Zedek de Jerusalén, atendió al israelí Aryeh Even, la primera víctima por el padecimiento en Israel, a quien homenajeó en redes sociales de manera emotiva.

En un mensaje escrito el domingo en su página de Facebook, Gemara expresó el cariño que desarrolló hacia Even, originario de Hungría y sobreviviente del Holocausto, quien falleció a los 88 años de edad.

“Mi corazón esta roto. El viernes por la noche, mis peores temores se hicieron realidad mientras veía a mi amado paciente, Aryeh Even, tomar su último aliento en la tierra. Por la gracia de Dios, dos pacientes *ángeles* corren a su lado. Con lágrimas en los ojos, los veo instintivamente poner sus manos sobre sus ojos y recitar la oración ‘Shema’. Lo consuelan y le dicen adiós cuando su alma santa entra por las puertas del cielo.

“Sé cuál es el siguiente paso, y ya lo estoy temiendo: Misrad Habriut [el Ministerio de Salud] nos ha preparado con instrucciones sobre cómo tratar con los pacientes fallecidos de COVID-19. Somos el primer hospital en Israel en implementar este protocolo. Similar a las causalidades en una guerra biológica, nuestro tratamiento del cuerpo debe hacerse de una manera que no ponga en peligro a nadie más que entrará en contacto hasta el entierro. Debido a esto, no puede haber un proceso de purificación טהרה [Tahara]. Este ritual judío se sacrifica para protegernos a nosotros y a todos los que entren en contacto con él. Su alma ya es tan pura. Yo y la otra enfermera Michal somos responsables de identificarlo para el entierro, seremos los últimos en verlo y cuidarlo físicamente.

“Mi querido Aryeh, sobreviviste a los horrores del Holocausto, inmigraste a Israel, estableciste una familia magnífica y tu viaje extraordinario termina aquí, en esta nueva sección que esperábamos que nunca tuviéramos que abrir. Las circunstancias de su hospitalización no permitieron que su amada familia y su cuidador estuvieran a su lado. Para nosotros y para ellos, esto fue desgarrador. Hicimos todo lo posible para ir con la mayor frecuencia posible. Desde afuera, lo monitoreamos tan de cerca como pudimos. En la unidad, nos quedamos maravillados cuando vimos a los otros pacientes cuidar de usted, hacerle compañía y ayudarlo lo mejor que pudieron. No querían que te sintieras solo.

“Aryeh, quiero pedirle perdón. Lamento la forma en que se nos exigió manejar su cuerpo, hicimos todo lo posible para preservar su dignidad y respetarlo según las circunstancias. Sé que se hizo para protegernos. Fue un gran Zejut y un honor cuidar de ti en tus últimos días. Has tocado mi corazón, el personal y los pacientes que te rodearon. Sé que tu vida también inspirará al resto de Am Israel. Ve en paz, ve a tu lugar de descanso en paz. Cuídanos desde arriba. ‎לֵךְ בְּשָׁלוֹם וְתָּנוּחַ עַל מִשְׁכָּבְך בְּשָׁלוֹם וְתַּעְמוֹד לְגוֹרָלְךָ לְקֵץ הַיָמִים”.

Nacida en Canadá, Gemara inmigró a los 19 años de edad a Israel, donde actualmente, con 32 años de edad, labora en el departamento de oncología de Shaare Zedek como enfermera.

En palabras ofrecidas a The Jerusalem Post, Gemara detalló que con la llegada del coronavirus a Israel, Shaare Zedek tuvo que acoplar a inicios del mes una nueva ala en sus instalaciones y que se requirió de personal voluntario para su integración, a lo que aceptó ser parte.

Gemara indicó que vio esta acción como “una misión” y supo que al ver lo que ocurre en Italia, el actual epicentro del COVID-19 a nivel mundial con cientos de fallecimientos al día, algo mayor se avecinaba, casi al nivel de un conflicto bélico.

Dijo sentirse sorprendida por la velocidad con la que el hospital levantó el hoy llamado Departamento Keter, la palabra en hebreo para “corona”, con 20 camas por el momento, y que ello aúna su sentimiento de que se siente “parte de un sistema entero, trabajando juntos por los pacientes”.

La sección Keter opera en turnos de 12 horas. En la mañana hay tres enfermeras y dos médicos, mientras que en la noche hay dos enfermeras y un médico. La comunicación con los pacientes es a través de un sistema de video cerrado, con el fin de evitar el mínimo contacto. A los pacientes no se les tiene aislados uno de otro y se les permite que estén juntos.

La enfermera nativa de Canadá asegura que no hay carencia ni de camas ni de equipo médico para los potenciales nuevos pacientes, pero que sí es de su consternación que pueda haber el personal necesario de salud para lo que se avecina.

“Lo único que personalmente veo como un problema potencial es si hay suficiente personal [y] trabajadores de la salud”, dijo. “Israel tiene un sistema de salud muy bueno y hemos estado tratando de aprender de los errores de otros países. No creo que el equipo vaya a ser un problema, y somos muy afortunados porque sé que en muchas otras naciones este no es el caso”.

Sobre la primera víctima mortal, Even, Gemara lo calificó como un “dulce hombre” que llegó con bastón al hospital. “La verdad  tuve una conexión con él de inmediato, también porque mis abuelos eran de allí. Era una persona muy especial. Logramos comunicarnos con él, y todo el personal y los demás pacientes lo amaron mucho”. Gemara detalló que ellos trataron de suplir a su familia con el fin de que no se sintiera solo.

“La familia estaba en contacto con nosotros constantemente”, dijo. “Además, conversaron por video con él porque otros pacientes pudieron ayudar con eso. No era ideal porque no estaban con él físicamente. Pero sí tuvo la oportunidad de despedirse por teléfono”.

Gemara considera que, debido a que las personas pueden contagiar el virus aún asintomáticas, esto representa un peligro para ella y la población, más allá de sus propios pacientes en la sección Keter, con quienes se siente incluso hasta segura, lo que potencialmente la podría poner en riesgo a ella misma y le truncaría por varios días esta importante actividad por la salud de sus connacionales en caso de contagiarse.

Por ello, a la vez de respaldar las decisiones que Israel ha tomado hasta el momento, insta a los israelíes a que respeten el aislamiento domiciliario y que solo acudan a hospitales cuando de verdad es absolutamente necesario, y dijo: “Sabemos que va a terminar, pero no sabemos qué tan rápido, y realmente depende de lo que haga el público. Si las personas son estrictas con el aislamiento, si mantienen su distanciamiento social, se correlaciona con cuánto se está propagando el virus. Sé que es duro. Soy una persona muy social. Me cuesta no ver a mis amigos. Pero esto es lo que nos está ayudando. Escuchen las instrucciones. No hay nada sin motivo alguno. Incluso lo que suena extremo es importante”.

Según los datos más actualizados proporcionados por el Ministerio de Salud de Israel, hasta este martes se registran 1,930 casos acumulados de coronavirus en el país, a la vez de 3 fallecimientos. Mientras que 53 personas se han recuperado de la enfermedad.

Del total, 1795 se encuentran en estado de levedad, 45 se encuentran en estado moderado y 34 se encuentran en estado grave.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío