Enlace Judío México e Israel – El hotel bandera de la Côte dAzur, situado en la glamurosa riviera francesa, el lujoso Hotel Palacio, cuartel general de las celebridades durante el Festival de Cine de Cannes, el favorito de Woody Allen, George Clooney, Jennifer Aniston, Tim Burton o Kim Kardashian, es el lugar de moda eterna para ser visto, con sus restaurantes con estrellas Michelin y una vista de postal: lo que pareciera una fiel representación del paraíso terrenal.

El emblemático Hotel Palacio esconde historia, leyendas y chismes, como cuando dos de las más grandes divas de Hollywood llegaron a los golpes, allí mismo en el lobby del hotel por un tal Olivier Martinez, y no me refiero al actor y modelo parisino de la famosa casa YSL, el “Brad Pitt Francés” portador de ese nombre, padre del hijo de la actriz Halle Berry, sino a la lujosa suite llamada “Des Oliviers” del Martinez, que las divas se pelearon a puño limpio y con enorme furia, mandando todo glamour al demonio. Intriga internacional, romance y espionaje en tiempos de guerra ocurrieron en su interior. Fundado en plena crisis del 29, fue ocupado durante la Segunda Guerra Mundial por los nazis en donde el dueño y fundador del renombrado hotel, un noble Italiano de sangre tan azul como la costa del mediterráneo francés, se jugó todo para salvar la vida a muchos perseguidos, entre ellos muchos judíos, protegiéndolos en su lujosa fortaleza, irónicamente todo esto delante de las narices del alto mando nazi hospedado allí. Entre oficiales de la temida SS nazi, espías aliados y judíos perseguidos el Hôtel Martinez de Cannes se convirtió en un salvavidas para los hijos de Israel.

CHEVALIER DE SANGREAL

Emmanuel Michele Martinez, un barón italiano oriundo de Sicilia de sangre real, noble borbónico, Caballero de la Corona de Italia, Caballero de la Corona de Serbia, Caballero de la Corona de la orden del Santo Sepulcro, así como poseedor de varias distinguidas órdenes militares europeas, de familia de élite distinguida de rancio abolengo de cuando los españoles y su poderoso imperio de ultramar dominaron y fueron la vanguardia del mundo así como de la isla siciliana dejando allí entre los nobles su sangre y sus apellidos. Emmanuel hijo del distinguido barón italiano don Giovanni Martinez, quien fuera el gran comandante del puerto de Palermo y del que algunos historiadores conectan como pariente del Il capitano Peppe, Peppe Martinez, afamado noble borbónico dapitán de ultramar del Reino de las dos Sicilias y Nápoles que en el siglo XVIII junto con el navío a su mando, combatió heroicamente a los piratas musulmanes, en su función de Capitán de la Marina Real.

Emmanuel Martinez, un mediterráneo puro, un europeo de clase educado en los mejores institutos de París y Londres, presidente de La Société des Grands Hôtels de Cannes, culto, exquisito y bon vivant, logró en 1929, con todo y la terrible crisis financiera mundial, adquirir una magnífica propiedad en la riviera francesa gracias a su nombre con conexiones sanguíneas entre la nobleza europea y buen crédito familiar, le compró a nada menos y nada más que a su excelentísima alteza real Alphonse de Bourbon, rey exiliado de Nápoles y las dos Sicilias, una de sus villas de verano, la Ville Marie-Therese. El barón Martinez la demolió en su totalidad y construyó su magnífico hotel palacio, de los más grandes de la época, el más grande de Cannes durante mucho tiempo, un castillo monumento al art decó de siete niveles con los lujos del momento, fundando una nueva época en la región. Con mucho orgullo decidió que no lo podía nombrar de ninguna otra forma. Así que desde 1929 un gigante neón azul instalado arriba del legendario Hotel dice imponentemente “M A R T I N E Z”, lanzando un destello que ilumina las cálidas noches del mediterráneo francés, convirtiendo su apellido europeo en el sinónimo de glamour del paraíso de los ricos y famosos.

LAS NUBES NEGRAS SE APODERAN DE EUROPA

Para junio de 1940 el gobierno francés colapsó ante la agresiva invasión alemana, después de que estos pasaran con éxito sobre una humillada Bélgica y tras un ataque relámpago empleando tácticas militares modernas a la que una decadente planeación francesa aún basada en tácticas de la Primera Guerra Mundial no pudo hacerle frente. Con el camino libre, los nazis toman Francia. Tras la firma de un armisticio entre el derrotado Estado francés y el gobierno alemán, Cannes quedó en la zona que el gobierno colaboracionista francés de Vichy controló hasta su derrota total en 1944. El aliado alemán, el ejército italiano, ocupó Cannes. El alto mando latino se instaló en el ya famoso Hôtel Martinez, y fueron suplidos por el ejército alemán quienes tampoco dudaron dónde hospedar al alto mando Teutón y oficiales, los nazis se instalaron en el lujoso Hôtel Martinez.

EL NEGOCIADOR

Los germanos impusieron sus dictatoriales reglas al italiano: atender a los alemanes o enfrentar una muerte segura, la eliminación y confiscación del palacio. El prestigioso hotel enfrentaba una invasión militar en donde los peligrosos huéspedes no tenían ningún problema en eliminar a los obstáculos y el barón italiano tenía que decidir si sería un obstáculo o no para los invasores alemanes. El noble siciliano tenía una gran personalidad, altísimas habilidades sociales y sobretodo, poseía los talentos y conocimientos de un negociador y diplomático nato. Acordó, basado en un enorme sentido de profesionalismo, atender a los alemanes como los inquilinos que el Martinez merecía, no por simpatía hacía ellos sino para evitar que la administración del hotel fuera tomada por los nazis. El italiano, se dedicó a hacerle la estadía lo más placentera al invasor, no tenía muchas opciones, por no decir ninguna, sin embargo logró algo impensable: negoció que los alemanes no molestasen al personal del hotel ni huéspedes, convenció a los nazis de no llevar la guerra ni las deportaciones al hotel. Allí todos eran huéspedes, como si fuera una zona libre de la sangrienta Segunda Guerra Mundial y por increíble que parezca, el hábil anfitrión ganó ese punto.

LOS NAZIS Y SU ALIADO EN LA MAFIA LOCAL

Pero al tiempo en que esto ocurría, el italiano de sangre azul era el responsable del hotel, y él tenía que mantener las cosas a toda costa. Sobra decir que los alemanes no estaban pagando su estancia exactamente como sería lo normal, así que cuando las deudas empezaron a acumularse, el dueño del emblemático hotel tuvo que recurrir a prestamistas para no perder el hotel ni el arreglo que tenía con el invasor. Contactó a un personaje tenebroso, un mercenario despreciable adorador del dinero, un fiel sirviente del becerro de oro, un contrabandista judío ruso de apellido Skolnikoff, pilar del bajo mundo y del mercado negro local que gozaba de la reputación de ser el responsable de haberles conseguido esos espantosos uniformes al ejército alemán a un superprecio. Por obvias razones, el abominable ruso recibió protección de los mismos alemanes de los cuales era su intermediario. Skolnikoff empezó a prestarle dinero sucio al siciliano para la manutención de su hotel-palacio, lo que provocó que pronto la deuda con el mercenario judío ruso sea un enorme problema que desaparecería con la derrota alemana, en dado caso, pero para eso faltaba mucho, se menciona que el ruso prestó 19 millones de francos a Martinez, y para 1943 el italiano los pagó pese todas las complicaciones, era mejor pagarle al mafioso socio de los nazis, quienes tenían planeado comprar hoteles en el sur de Francia y crear una cadena hotelera bajo control de Hermann Göring, ministro de la fuerza aérea alemana.

LA CONEXIÓN MARTINEZ CON LA SECCIÓN DE ESPIONAJE BRITÁNICO “ROGERS”

La hija adoptiva de Martinez, Suzanne, contrajo matrimonio durante la guerra con un inglés, Thomas Kenny, espía británico miembro del servicio secreto inglés que operó en Francia durante la guerra, cofundador de la sección de espionaje “O´Leary” pseudónimo de uno de sus comandantes, el médico y general de división belga Albert Guérisse también conocido como “Pat” y “Rogers”. Kenny fue enlace de la resistencia francesa en Cannes encargado entre otras cosas, aparte de reportar información sobre la presencia nazi, de brindar seguridad a espías, pilotos aliados caídos en suelo francés, enemigos de los nazis o personas de interés de paso por Cannes, incluyendo judíos huyendo del nazismo.

Todo esto era secreto, el barón Martinez se jugaba la vida si los nazis hubieran descubierto sus acciones proaliados y que escondía judíos. Todo se manejaba con el máximo de los secretos.

LAS NUBES NEGRAS SE ABREN, ENTRA LA LUZ A EUROPA

En 1944 los aliados impulsados por los EE.UU. toman Normandía en una operación militar decisiva para el destino del mundo, el Día D, que colocó a los aliados en Francia mientras que los soviéticos luchaban con enorme valor para derrotar al invasor germánico. Los días del tercer Reich estaban contados, los aliados vislumbraban la victoria, pronto la liberación de Francia sería una realidad y de los países vecinos que recibirían al ejército de los EE.UU. como héroes de la antigua Grecia, mientras que en el frente oriental los rusos liberarían toda la región del este europeo del opresor alemán hasta tomar Berlín.

Al perder la guerra, los alemanes huyeron de Cannes escondiéndose de las tropas norteamericanas que liberaron Francia del yugo nazi. El alto mando americano igual que los ejércitos francés, italiano, el de la comisión de armisticio y el alemán se instaló también el en prestigioso hotel ubicado en elegante Boulevard de La Croissette 73: el famoso Martinez. Pero con la liberación de Francia venían las venganzas en nombre del restablecimiento del aparato judicial de la República Francesa, sedienta de vendetta, conformada por políticos y líderes de las resistencias, acusaron a Martinez de colaborador con el invasor alemán así como de mantener negocios sucios con el conocido socio alemán el judío ruso Skolnikoff. No había tiempo para aclaraciones, el barón italiano huyó junto con su hija y su esposo, ahora su yerno el espía inglés a la nublosa tierra de Shakespeare antes de ser detenidos, el socio nazi, el judío ruso Mandel Skolnikoff huyó a España.

INICIA LA BATALLA LEGAL

Martinez trató de defenderse desde Inglaterra, pero la justicia francesa aseguraba que el noble italiano fue un colaborador nazi por hospedar al invasor y por la sociedad con Skolnikoff a quien también buscaba la ley francesa, las acusaciones contra Martinez era más por rumores que por evidencia, se decía que un endeudado Martinez cedió o vendió parte o el total del hotel a Skolnikoff como garantía del préstamo, situación que está clara con el asunto del préstamo pagado en 1943. Aun así los franceses argumentaban que la “venta” había sido de forma sospechosa y para beneficiar al invasor alemán en contra obviamente de Francia, y actuaban como si la deuda no hubiera sido liquidada. Pronto un improvisado tribunal francés sin datos concretos sentenció en ausencia a Emmanuel Martinez a 20 años de trabajos forzados, por lo tanto Martinez no pudo regresar a Francia.

En 1945 agentes franceses fueron enviados a España a detener a Skolnikoff, pero lamentablemente para el italiano, Skolnikoff murió a la hora de ser arrestado por los franceses. Estos argumentaron que el judío ruso murió al momento de la detención por problemas de “salud”… así que al no haber testigos de la situación ni aclaraciones sobre el tema del préstamo (pagado) muy conveniente para los intereses de las venganzas del aparato legal francés. El gobierno de la Liberté, Égalité, Fraternité, bajo muy cuestionables métodos se quedó con el hotel y buscaba a Martinez para que cumpla con su sentencia.

EL ITALIANO RESPONDE

En 1949 el barón Martinez organizó una defensa en dónde franceses, exempleados y varios judíos lo defendieron ante la justicia francesa en el tribunal de apelaciones de Lyon, argumentando que Martinez no había sido un colaborador nazi, inclusive varios judíos explicaron cómo Martinez les salvó la vida. Dichos testimonios hicieron que el nombre y honor del barón fueran limpiados, por lo tanto la corte de Lyon anuló la sentencia al determinarse que Martinez no fue un colaborador nazi, se restituyó su honor, dignidad y buen nombre, ya era libre de regresar a Francia, pero dichos testimonios no le alcanzaron para recuperar su fortaleza, porque ese era un tema financiero con la sabandija rusa Skolnikoff, de quién el Estado francés al confiscar sus bienes se quedaron con el hotel como si fuera suyo y no de Martinez, dicha deuda fue fijada en 1945 e imponía un interés moratorio, hoy vigente por absurdo que parezca.

JUSTICIA DEMORADA; ES JUSTICIA DENEGADA

Bajo actividades muy sospechosas, por no decir obscuras, la justicia francesa entregó el hotel al grupo Taittinger, conocidos productores de champaña, más porque el jefe de esa familia había sido ministro de justicia anteriormente a la ocupación nazi y era muy amigo de los actuales “dueños” de la nueva justicia francesa postocupación, así que el hotel pasó a manos de ese grupo y no se le regresó nada a Martinez, lo que se sabe por lógica es que la justicia francesa debió regresar el hotel a su dueño original al comprobarse su inocencia en la segunda guerra mundial, y al no existir evidencia de que el hotel hubiera sido vendido, cedido, asociado o fijado como garantía de adeudo pendiente a y con Skolnikoff como último status de la relación comercial entre esos dos hombres. Pero las corruptelas del recién gobierno no dudaron en actuar de forma pueril, todo esto en 1973 cuando Martinez que seguía en lucha por su hotel tenía ya 91 años y vivía en Génova Italia, arruinado y quebrado, después de la corrupta y sentencia que entregó el famoso hotel a los Taittinger, vivió pocas semanas más, muriendo sin poder recuperar su palacio, así como sin recibir un trato digno de parte de todos aquellos a los que les salvó la vida.

La hija de Martinez y otros herederos aún mantienen la lucha legal contra el gobierno francés por la nefasta “repartición de justicia” destruyendo la obra del valiente italiano. El hotel recientemente fue retirado del grupo Taittinger por lo incoherente de su entrega, y fue vendido para su operación al grupo Hyatt, que representa a otros consorcios en esta transacción. Y no regresado a los herederos y justos dueños de la fortaleza paternal.

LA INGRATITUD

Más triste aún es el hecho que no existe ni un homenaje en Cannes a este importante personaje que revolucionó la industria hotelera en la región y posiblemente hasta del cine mundial, siendo su hotel el centro de los encuentros de negocios y pilar de dicho festival. En Cannes no hay ni una calle, parque o estatua dedicada a Martinez, tampoco ha sido honrado por instituciones judías por su loable labor durante la obscura ocupación nazi, menos por el gobierno francés, italiano o israelí. Tampoco recibió ayuda en vida ni en su imagen para que su historia se conozca, tal vez fue porque Martinez no salvó a tantos judíos como otras personas más conocidas lo hicieron, tal vez fue porque el Italiano Martinez no publicitó esas obras de filantropía humana, porque tal vez pensaba que la decencia y el honor son actos nobles incuestionables, donde la recompensa es la decencia misma y no la vulgar publicidad. El barón italiano sí salvó a muchos y lo hizo arriesgando todo, y perdió. Tal vez sea hora que al barón Martinez se le reconozca y rinda justo homenaje por haber sido un hombre decente en la época más obscura de Europa. No es importante la cantidad de judíos que salvó en su emblemático palacio protegiéndolos del feroz enemigo, lo importante es que dio la cara con valor por el prójimo, porque la verdadera nobleza, la verdadera sangre azul no está en los títulos nobiliarios, la verdadera nobleza está en los actos, el barón Martinez salvó a varios judíos de una muerte segura, y como dice el Talmud: “Quien salva una vida, salva al mundo entero”.

NOTA ACLARATORIA: El linaje francés monárquico existe, pero ya no tiene validez en Francia, el título de cortesía de quien sería por derecho real rey de Francia en la actualidad lo tiene un ciudadano franco-español, don Louis De Bourbon y Martinez-Bordiú conocido como Louis XX en los círculos nobiliarios. El apellido Martinez en estos dos casos proviene de diferentes casas reales, una francesa y otra italiana, obviamente mezcladas con nobles españoles de origen borbón.

 

 


Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.