Enlace Judío México e Israel- Siempre que ocurre algo de grandes magnitudes y graves consecuencias o implicaciones —por ejemplo, una pandemia o una gran crisis económica— no pasa mucho tiempo para que aparezcan las teorías de conspiración.

 

Es decir, las pseudo-hipótesis según las cuales todo ha sido cuidadosamente planeado por un oscuro grupo que tiene mucho poder, o que está en lucha contra quienes tienen mucho poder, y que se verá altamente beneficiado por los resultados del evento en cuestión.

¿Qué tanto de cierto puede haber en este tipo de propuestas?

La verdad es que prácticamente nada. Irving Gatell nos explica cómo funciona el sesgo conspiranoico, basado siempre e inequívocamente en la identificación arbitraria de patrones en la información. Se trata de una genuina disonancia cognitiva que hace que la persona vea cosas que no existen.

¿Fue el coronavirus diseñado en un laboratorio? La realidad es que todo indica que no. Se trata de una mutación más de los virus de tipo SARS.

¿Es el coronavirus un arma biológica destinada a reducir la población de adultos mayores para liberar a los grandes países de la enorme carga de las pensiones para jubilados? Imposible. El coronavirus actual está afectando fuertemente a población menor de 60 años, y los daños que va a provocar en la economía mundial son infinitamente mayores que cualquier ahorro que se pudiera lograr en el sistema de pensiones. Además, gracias a la medicina moderna, el número de fallecimientos es bajo en comparación a otras pandemias de la Historia.

¿Es el coronavirus un arma diseñada por un país para afectar a otro país? Ridículo. Todos los países están sufriendo severas afectaciones. No hay quien se escape.

¿Por qué el virus sólo se ha extendido en una zona del planeta, generalmente hacia el norte (Europa y Estados Unidos, por ejemplo)? Sencillo: Porque son las zonas con más tráfico aéreo. Es decir, con más personas viajando de un país a otro. Por lo tanto, son los países con más posibilidades de contagiarse primero. Pero el virus comienza poco a poco a invadir América Latina y África. Nadie va a quedar inmune.

Estos y otros temas son ampliamente comentados por Mark Achar e Irving Gatell, para explicar por qué la postura de los científicos a nivel mundial es la única bien sustentada respecto a qué es y cómo hay que enfrentar el COVID-19, nueva cepa de coronavirus que está causando una pandemia que aunque no tiene la gravedad humana de otras (por ejemplo, la Gripe Aviar o Gripe Española de 1914-1918 dejó más de 50 millones de muertos), sí va a causar severos estragos económicos en todo el mundo.

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