(JTA) — Entre los misterios del coronavirus está que algunos pacientes sufren y finalmente mueren a causa de la enfermedad, mientras que otros experimentan los síntomas como un resfriado leve.

El rabino Daniel Nevins está en la última categoría. Decano de la escuela rabínica del Jewish Theological Seminary (Seminario Teológico Judío), Nevins, estuvo postrado unos días de este mes con fiebre y algunos dolores, y luego se recuperó.

A Nevins se le realizó una prueba de detección del coronavirus el 12 de marzo y una semana después obtuvo un resultado positivo.

Una semana después de eso, fue examinado nuevamente. El viernes por la mañana, obtuvo el resultado: totalmente libre del virus.

En cuestión de horas, Nevins fue conectado a una máquina en el Hospital Mount Sinai en Nueva York para donar plasma sanguíneo.

En la carrera por desarrollar tratamientos efectivos para la enfermedad, los investigadores están investigando si los anticuerpos de la sangre de las personas que han luchado con éxito contra la enfermedad pueden proporcionar tratamiento para las personas con síntomas más graves.

A principios de esta semana, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) permitió a los médicos tratar a pacientes con coronavirus críticos con plasma de forma experimental.

El plasma se ha demostrado eficaz en el tratamiento de otras enfermedades infecciosas, como la poliomielitis, el sarampión y la gripe.

“Me sentí afortunado de que mi caso leve de esta enfermedad podría convertirse en una bendición para las personas que están gravemente enfermas”, dijo Nevins a The Jewish Telegraphic Agency.

“La Torá nos enseña a no quedarnos de brazos cruzados por la sangre de nuestro prójimo. Mi Midrash [interpretación] es que no, en lugar de eso, recuéstate en una cama de donante y dona plasma”.

Mount Sinai fue uno de los primeros hospitales del país en descubrir cómo detectar anticuerpos en la sangre de las personas que se habían recuperado del coronavirus, informó el periódico The New York Times. Queda por ver si esos anticuerpos son efectivos o no.

“Es difícil saber científicamente qué tan valioso es en cualquier enfermedad hasta que lo intentas”, dijo David Reich, presidente y director de operaciones de Mount Sinai, a The New York Times. “No es exactamente un tiro en la oscuridad, pero no es probado y verdadero”.

De la traducción (c)Enlace Judío México
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