Enlace Judío México e Israel – Cuando la peste bubónica, más conocida como la peste negra, acabó en unos pocos años con un cuarto de la población de Europa a mediados del siglo XIV, los cristianos encontraron rápidamente una explicación.

ANDRÉ MOUSSALI EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO

El antisemitismo era una razón teológica simple para asignar la culpa a los judíos, quienes obviamente habían programado el brote envenenando los pozos de agua o, como proclamaban los teóricos medievales de la conspiración: “Deseaban extinguir a los cristianos a través de sus venenos de ranas y arañas mezclados en el aceite y el queso”. En cuanto a los judíos que también murieron, eso no era nada más que un merecido castigo divino por sus pecados y por no aceptar a Jesús.

Cientos de comunidades judías fueron exterminadas por el supuesto crimen de haber creado una enfermedad que no contemplaba diferencias religiosas, salvo que trataba con menor rigor a aquellos judíos que observaban fielmente el ritual de lavarse con frecuencia las manos como una Mitzvá.

A comienzos del siglo XX, en EE.UU. los inmigrantes judíos fueron acusados de llevar la tuberculosis a Norteamérica. Con el apodo de “la enfermedad judía” o “la enfermedad de los sastres” (una de sus ocupaciones más habituales), la tuberculosis y su conexión con los judíos ayudó a crear la imagen de éstos como enfermizos y débiles. Lamentablemente, eso se usó más tarde como un “estereotipo racial” para justificar las restricciones a la inmigración judía en las décadas del 20, el 30 y el 40; e incluso cuando el Holocausto determinó que la única otra alternativa posible era la muerte.

“Culpar a la víctima” no sólo es irracional, sino cruel. Se dirige a inocentes que ya están sufriendo innecesariamente.

Ahora que el coronavirus se expande rápidamente por el mundo, cada uno puede llegar a ser la próxima víctima, que Dios no lo permita. Por nuestro propio bien, no seamos culpables del crimen que incrementa todavía más la tragedia: el de culpar a la víctima.

La pandemia del coronavirus ha volteado de cabeza al mundo. China instituyó un bloqueo a decenas de millones de personas. Israel estableció restricciones drásticas en los lugares de trabajo y las reuniones públicas. Y EE.UU. declaró una emergencia nacional, todo en un intento por contener la propagación de este nuevo virus.

Pero a medida de que la enfermedad infecciosa, sin vacuna o cura específica, se ha ido extendiendo por el mundo, una nueva teoría de la conspiración también lo ha hecho al margen de la sociedad: los judíos están detrás de ella.

Según Alex Friedfeld, investigador del Centro de Extremismo de la Liga Antidifamación (ADL), los extremistas comenzaron a divulgar en enero, cuando se detectó por primera vez, la idea de que el coronavirus fue creado por una camarilla de judíos. “La teoría de la conspiración más popular es que los judíos están usando este virus como un medio para obtener ganancias”, dijo Friedfeld a The Times of Israel. “Dicen que los judíos lo fabricaron y van a aprovechar el colapso de los mercados mediante el uso de información privilegiada”. En algunos casos, estas teorías también han aparecido en redes de televisión patrocinadas por el Estado, como en Turquía. Un invitado en la televisión turca dijo que “los sionistas han organizado y diseñado el nuevo coronavirus como un arma biológica, al igual que la gripe aviar, para rediseñar el mundo, apoderarse de los países y neutralizar a la población mundial”.

Más allá de difundir la falsedad de que el coronavirus es una invención judía, algunos nacionalistas blancos también han celebrado el brote de la enfermedad como una oportunidad para su causa. “Dicen que podría destruir a la sociedad por completo y, sobre sus cenizas, ellos podrían construir su etno-Estado blanco, que es lo que quieren”, dijo Friedfeld.

El investigador de la ADL dijo que los antisemitas citaron al funcionario judío brasileño que dio positivo por COVID-19, y que se reunió con el líder estadounidense Donald Trump cuando el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, lo visitó en su residencia de Mar-a-Lago a principios de este mes.

Las teorías de la conspiración que afirman que una camarilla de judíos nefastos está detrás de la actual epidemia de coronavirus se han propagado rápidamente por Internet y otras plataformas de medios, advirtió la Liga Antidifamación. Promulgadas principalmente por grupos de supremacistas blancos y antisemitas del Levante, las teorías comenzaron a proliferar cuando el brote empezó a aparecer en los titulares fuera de Wuhan, China, donde se dio el epicentro de la enfermedad infecciosa.

Facebook, Twitter, Instagram y una gran cantidad de otras plataformas de redes sociales han estado inundadas de tales ideas durante estos meses, publicadas regularmente a través de memes y declaraciones, informó The Times of Israel.

La semana pasada, Turquía se unió a la larga lista de países que registran ciudadanos afectados con COVID-19, con un número inicial de 47. Pero existe un temor generalizado de que la tasa de infección “silenciosa” sea mucho más alta.

El nuevo coronavirus llegó a Turquía bastante tarde. Incluso a principios de la semana pasada todavía circulaban chistes en Twitter sobre su tardanza en llegar al país, a pesar de los brotes masivos en los vecinos Irán, Irak y Grecia, y el intercambio regular de visitantes que iban y venían de Europa a Estambul.

Turquía se ubica en la parte superior de la tabla de Estados europeos en cuanto a lavado de manos. Sin embargo, a medida que se extendía la noticia de la llegada del virus a sus fronteras, los chistes en Twitter perdieron su atractivo. En poco tiempo, el humor fue reemplazado por odio. Las teorías de la conspiración comenzaron a extenderse como un incendio forestal, incluso más rápidamente que el virus en sí. Y, como era de esperarse, encabezó la lista la de que los judíos idearon esta pandemia mundial.

El lenguaje podría haber sido sacado directamente de esa falsificación zarista infame, pero infinitamente influyente, Los Protocolos de los Sabios de Sión. Los judíos están detrás de la catástrofe global, propagando enfermedades en un intento de apoderarse del mundo mientras, como beneficio adicional, se aprovechan del sufrimiento de los demás a través del control de las principales compañías farmacéuticas.

Ciertamente, las teorías de la conspiración antisemitas que postulan los planes de los judíos para el dominio global no son exclusivas de Turquía. Ni siquiera lo son las afirmaciones de que los judíos o los “sionistas” están detrás del nuevo coronavirus: es un fenómeno global. Pero desafortunadamente en Turquía estas teorías ganan tiempo aire y cobertura mediática, y llegan a grandes porciones de la población turca.

Resumiendo, todas las acusaciones del antisemitismo mundial reflejan una idea que se usa de manera constante: “los judíos son los culpables de todos los males del mundo”. Lo que pasa con el coronavirus es muy parecido a otras acusaciones que los judíos han recibido durante siglos. Son las victimas ideales para cargar con la culpa de todo lo malo que pasa en el mundo. ¿Por qué esta acusación iba a ser diferente de todas las acusaciones de que han sido víctimas los judíos desde tiempo inmemorial?

 

 


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