Enlace Judío México e Israel – “Mientras más oscuro es el cielo, más brillantes son las estrellas…”
SHULAMIT GRABER
Hoy celebramos nuestro primer día de Pésaj, el paso del pueblo judío de la esclavitud a la libertad… pero este año será diferente a los demás.
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Muchos no cenaremos reunidos en familia, como siempre lo hemos hecho, pero sí lo haremos aún quedándonos cada uno en nuestras casas… y lograremos compartir este ritual tan especial, con nuestros padres, hijos, nietos, hermanos aún estando cada uno en nuestro obligado lugar de provisional retiro si usamos para lograrlo toda esa escala de valores, de creatividad, de formas de pensar, aprovechando incluso la tecnología que esta época nos ha aportado, para hacerlo vía “Zoom“.
En estos momentos será bueno recordar cómo actuamos en otras etapas de nuestra historia como pueblo, así como en la Inquisición, o en el Holocausto, por citar algunas. Vemos cómo siempre encontramos la forma de hacerlo, sin perder la fe y la esperanza, y también y sobre todo, sin olvidarnos de nuestras tradiciones.
Hemos sido desde siempre un pueblo resiliente y hoy nos toca serlo nuevamente.Recordemos como en la Torá, nuestro libro sagrado, siempre se privilegia el cuidado de la vida, pero sin olvidar lo que nos formó como pueblo hace 3332 años.
Cada año, a pesar de que no seamos “esclavos”, tenemos la oportunidad de liberarnos de las restricciones que nosotros mismos nos imponemos, transitando del “no puedo” al “no quiero”.
Hoy, en esta cuarentena que curiosamente coincide con Pésaj, tenemos tiempo para reflexionar sobre nuestros caminos y nuestros propósitos, para estar listos y con gratitud recibir un nuevo grado de libertad responsable, validando el todo con nuestro autoconocimiento y nuestra autoreflexión.
Recordemos que nada rompe más a un ser humano que la falta de sentido en lo que hace, por lo que hoy, dispongámonos y aceptemos nuestra doble responsabilidad: la de encontrarle un sentido, “un para qué” a nuestros días en casa, y la de usar nuestra creatividad para festejar hoy Pésaj y leer la Hagadá desde un lugar diferente.
Salimos de Egipto después de haber sido esclavos, fuimos guiados por Moshé 40 años en el desierto para llegar a la tierra prometida. Tomemos pues como ejemplo esos grandes eventos de nuestra historia para encontrar la forma de transitar por nuestro desierto interior y así conquistar nuestra propia libertad.
“Nuestra más grande libertad es la libertad de poder escoger nuestra actitud ante la vida”. Viktor Frankl.
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