Enlace Judío México e Israel – Una manifestación política contra el gobierno del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu se llevó a cabo este domingo en la ciudad de Tel Aviv, sin olvidar las medidas de distanciamiento social.

Alrededor de 2,000 personas asistieron a la manifestación, que se concentró en la plaza Rabin de la ciudad de Tel Aviv, de acuerdo con el sitio Ynet.

La manifestación fue convocada por miembros del movimiento de “las banderas negras”, integrado por ciudadanos israelíes que se oponen a las políticas del gobierno de Netanyahu y utilizan el color negro para simbolizar el peligro que ellos creen que el mandatario representa para la democracia del país.

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La asistencia a una manifestación es una de las acciones que las restricciones de distanciamiento social y de movimiento que ha aprobado el gobierno permiten para los ciudadanos israelíes, aunque bajo la condición de que se respeten medidas como una distancia de 2 metros entre cada persona y se porten cubrebocas.

Inicialmente, la manifestación se planeó para llevarse a cabo en la plaza Habima de Tel Aviv, pero en vista de que más gente acudiría, se decidió trasladarla a la plaza Rabin. El pasado jueves, otra manifestación contra el gobierno se llevó a cabo en la plaza Habima.

Las distancias de dos metros incluso se marcaron en el suelo de la plaza para orientar a los participantes, un hecho que resaltó desde imágenes tomadas desde lo alto, que muestran a los manifestantes distanciados uno de cada uno, ejerciendo su derecho a la protesta y cuidando las medidas sanitarias.

Entre los oradores se encontró Yair Lapid, líder del partido Yesh Atid, quien arremetió en contra de Netanyahu por los últimos desarrollos políticos en el país, que apuntan a un próximo gobierno entre el mandatario y Benny Gantz, exaliado de Lapid en Kajol Lavan. Otro de los oradores fue Ayman Odeh, el líder de la alianza de partidos árabes, Lista Conjunta.

Horas antes, cientos de personas, en su mayoría dueños de pequeños negocios, también se manifestaron en la ciudad de Jerusalén, para urgir al gobierno israelí que a que atienda su situación económica, afectada por las restricciones laborales y de movimiento que se han aplicado en el país.

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