Enlace Judío México e Israel – Unos 2000 israelíes volvieron este sábado a la Plaza Rabin de Tel Aviv en el marco de las protestas de “banderas negras” contra el acuerdo de coalición firmado entre el primer ministro Benjamín Netanyahu y el líder del partido Kajol Laván Benny Gantz, alegando que viola “las Leyes Básicas del Estado de Israel”.

Pese a las medidas de distanciamiento social debido al brote de coronavirus, la policía de Tel Aviv permitió la manifestación siempre y cuando se cumplan las directrices establecidas por el Ministerio de Salud para contener la pandemia.

La crisis por del coronavirus se considera una fuerza importante detrás del establecimiento de un gobierno de unidad de emergencia entre el Likud y Kajol Laván. Sin embargo, los manifestantes que se oponen a las políticas del gobierno de Netanyahu argumentan que el acuerdo no ayuda a mejorar la vida de los ciudadanos, sino que se preocupa de aprobar leyes que permitan al gobierno seguir en el poder, informó el sitio The Jerusalem Post.

“Un acuerdo de coalición que viola las Leyes Básicas del Estado de Israel no es ‘unidad'”, afirmó Shikma Schwartzan, organizadora del evento.

“Para lograr la unidad, habría que construir un muro entre el sistema judicial y el acusado en un juicio penal”, refiriéndose al próximo juicio de Netanyahu por delitos de soborno, fraude y abuso de confianza.

Dirigiéndose al líder de Kajol Laván dijo: “Gantz, no levantes la mano contra el sistema judicial, y asegúrate de que haya una ley para todos”.

Manifestación de “banderas negras” contra nuevo acuerdo de coalición. Foto: Avshalom Sassoni/ Maariv)

“Están usando [el coronavirus] para formar su gobierno corrupto”, apuntó el diputado saliente de Meretz Esawi Frej.

“Piden un gobierno de emergencia, pero su única emergencia es la preocupación por sí mismos. Y [durante la pandemia del coronavirus], se preocupan muy bien de sí mismos a costa nuestra”.

Unas 200 personas también se manifestaron en Kiryat Tivon, un suburbio de Haifa.

En virtud del acuerdo, Netanyahu tiene poder de veto sobre los nombramientos en la jerarquía de la fiscalía del Estado, y todos los nombramientos públicos de alto nivel, por lo menos durante los primeros seis meses de la nueva coalición.

Por su parte, el exjefe del servicio de seguridad del Shin Bet, Carmi Gilon acusó a Netanyahu de “destruir la Knéset mediante un acuerdo que entrega la autoridad parlamentaria a un gobierno de 52 miembros. La Corte Suprema es lo único que queda para defender la democracia israelí”, aseveró.

Gilon advirtió de los ataques contra los jueces de la Corte Suprema, y pidió a Netanyahu “detener la violenta incitación contra los jueces del Tribunal Supremo y la Corte Suprema de Justicia”.

Según el acuerdo, la Knéset esencialmente pierde el poder de destituir a un primer ministro. Al menos durante los primeros seis meses del nuevo gobierno, pierde efectivamente su poder legislativo en sí, ya que no se aprobarán leyes a menos de que Netanyahu y Gantz lleguen a un acuerdo sobre ellas, enfatiza el sitio The Times of Israel.

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