Enlace Judío México e Israel – La cúpula empresarial del país presentó las conclusiones alcanzadas tras una semana de reuniones con diferentes organizaciones civiles, académicas y empresariales para lograr un acuerdo nacional para enfrentar la crisis por la pandemia de COVID-19.

Incluso, los representantes de la iniciativa privada no pierden la esperanza de convencer al presidente Andrés Manuel López Obrador de abandonar la ortodoxia económica y abrir la llave del gasto para permitir que la economía regrese a la normalidad lo más pronto posible.

El Consejo Coordinador Empresarial coordinó 11 mesas en la que se insistió en propuestas como aumentar la deuda del gobierno para tener recursos adicionales para inyectar a la economía, al tiempo que las empresas apoyen a los proveedores. Además, reiteraron la importancia de instalar un consejo de emergencia económica, prorrogar obligaciones y dar estímulos fiscales o reasignar gasto, entre otros.

“Estas propuestas tienen que traducirse en políticas públicas y privadas que de alguna manera busquen el cómo disminuir las consecuencias negativas de esta crisis”, dijo Carlos Salazar, el presidente del organismo que agrupa a las cúpulas empresariales conocido como CCE. “Seguimos pensando que nadie en el país ha pedido rescates”.

Para poder financiar un plan de rescate como el que plantea el sector privado, el gobierno podría tomar deuda en un rango de 0.5 hasta 5% del producto interno bruto, algo que aparentemente es accesible para una economía del tamaño de la mexicana, de acuerdo con estimaciones del CCE.

Claro que una medida de esa naturaleza parece tener pocas probabilidades de éxito frente a la negativa expresada por el presidente López Obrador, quien se ha expresado en varias ocasiones en contra de aumentar el endeudamiento público porque considera que un enfoque de esa naturaleza terminaría por beneficiar a los grandes capitales privados.

En lugar de eso, el primer mandatario optó por volver a recortar el gasto público y por ajustar el organigrama del gobierno para hacer ahorros que serán empleados en el combate a la pandemia de coronavirus covid-19.

La mayoría de estas 68 ideas que se discutieron a lo largo de tres días recogen las medidas “urgentes” que propuso el CCE al gobierno federal y cuyas ideas fueron desechadas por la administración de López Obrador, con quien tenían un diálogo constante.

Después de varios desaires del gobierno, Salazar hizo un llamado para lograr un acuerdo nacional entre las empresas y organizaciones del sector privado.

Sin embargo, ahora, los representantes de las cúpulas empresariales reconocieron que sin el gobierno será “enormemente difícil” y  “tardado” salir de la crisis.

“Es un gran esfuerzo, pero, sí, necesitamos el apoyo del gobierno”, dijo Álvaro García Pimentel, el presidente recién designado de la Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles, o AMIB, durante la videoconferencia donde se anunció este nuevo paquete de propuestas.

El documento en el que, según Salazar, integraron las opiniones de académicos, empresarios, gobernadores, legisladores, sindicatos, entre otros sectores, será enviado al presidente López Obrador, para después poder reunirse con él.

“Ojalá que nuestro gobierno sea sensible, estemos en una sola mesa, porque si no, esta crisis, que es la peor de nuestra generación, no vamos a salir bien librados”, dijo Bosco de la Vega, el presidente del Consejo Nacional Agropecuario. “Esta es la tercera llamada que le damos a nuestro  gobierno para construir y salir juntos”.

Además, los empresarios enviaron el documento a senadores, universidades, iglesias y organizaciones públicas y privadas, dijo el representante de la iniciativa privada nacional.

Las decenas de medidas contenidas en el acuerdo se agrupan en tres acciones para las diferentes etapas de la crisis, en un esquema similar al presentado anteriormente en el plan de 90 días: acciones inmediatas, acciones para reabrir la economía y acciones de mediano y largo plazo para detonar el crecimiento incluyente y el desarrollo social.

Para la fase de reinicio de las actividades económicas y de mediano, largo plazo, los organismos también propusieron facilitar el reinicio de las actividades a empresas en sectores primordiales para cadenas de valor, impulsar y coordinar la implementación del Tratado entre México, EE.UU y Canadá, así como aprovechar los diferendos entre China y EE.UU, el eventual tratado de libre comercio con la Unión Europea y celebrar una convención nacional hacendaria, entre otras.

“Nuestro propósito es lograr que las 68 ideas que aquí se presentan se conviertan en políticas públicas y privadas para reducir los efectos negativos en las familias mexicanas”, dijo Salazar en conferencia.

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