Enlace Judío México e Israel – Europa y EE.UU conmemoran este viernes el 75 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, con ofrendas de flores desde Washington a Londres, pasando por París y Berlín, donde excepcionalmente será día festivo.

Miles de británicos se sumaron a las celebraciones del Día de la Victoria con un minuto de silencio y entre las medidas estrictas de distanciamiento social por el confinamiento del coronavirus, que ya ha cobrado en este país 30 mil 615 vidas.

El Príncipe Carlos encabezó la conmemoración desde su retiro en Bikhall, Escocia, y la reina Isabel II tenía previsto dirigirse a la nación en un discurso televisado desde el castillo de Windsor.

El primer ministro británico Boris Johson dirigió un breve discurso a los veteranos y leyó un poema recién descubierto de Edmund Blunden, titulado “V Day”.

“Hoy debemos celebrar sus logros y sus sacrificios”, dijo Johnson, en referencia a los más de 380 mil soldados británicos muertos durante la Segunda Guerra Mundial  y más los 70 mil civiles fallecidos durante los bombardeos aéreos nazis.

“Somos un pueblo libre por todo lo que hicieron nuestros veteranos. Por eso les ofrecemos nuestra gratitud y una solemne promesa: los recordaremos siempre”, recalcó Johnson.

Mientras tanto en París, el mandatario francés, Emmanuel Macron conmemoró el 75 aniversario de la victoria aliada en una ceremonia reducida a lo esencial.

Pero en este París soleado y aún confinado, las aceras de los Campos Elíseos estuvieron vacías. Ninguna autoridad llevaba máscara bajo el Arco de Triunfo, reportó El Mundo.

Eran tan pocos que no tenían problema en respetar las distancias de seguridad.

El poder ejecutivo alineaba al pqresidente, su primer ministro, Edouard Philippe, la ministra de los Ejércitos, Florence Parly, así como la secretaria de Estado Geneviève Darrieussecq.

Sólo cinco invitados especiales, los presidentes del Senado y la Asamblea, Gérard Larcher y Richard Ferrand, la alcaldesa de Paris, Anne Hidalgo, y los dos predecesores de Macron en el Elíseo, Nicolas Sarkozy y François Hollande.

Sin discursos, con un despliegue mínimo de medios y solo cuatro miembros de un coro militar para entonar La Marsellesa.

Un ceremonia mínima, reavivar la llama de la tumba del soldado desconocido, himno, flores, firma en el libro de oro…y lavado de manos con gel sanitizante.

Por aquí pasó el coronavirus que ha impedido que este aniversario de los 75 años de la derrota del nazismo, se celebre con el oropel previsto.

La pandemia ha impedido que Vladimir Putin organice un vistoso desfile. Macron y Putin se debieron contentar con una llamada telefónica.

Alemania también recordó hoy el 75 aniversario de la capitulación del Tercer Reich con recogimiento.

La pandemia del coronavirus obligó a cancelar los actos masivos previstos en la Puerta de Brandeburgo, en favor de una sencilla ofrenda floral en la Neu Wache, monumento erigido en memoria de las víctimas de la guerra y la tiranía, por los cinco altos representantes del Estado.

El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, la canciller Angela Merkel, los presidentes de las dos cámaras parlamentarias, Wolfgang Schäuble y Dietmar Woidke, y el presidente del Tribunal Constitucional, Andreas Vosskuhle, fueron los encargados de enfrentar a los alemanes con su pasado y con los sentimientos contradictorios que sigue provocando este 8 de Mayo de 1945.

“Entonces fuimos liberados. Ahora somos nosotros los que tenemos que liberarnos de nosotros mismos, del nacionalismo que induce al odio, el racismo, la xenofobia y el desprecio a la democracia”, agregó el presidente en referencia a los populismos de ultraderecha.

Steinmeier recordó que el camino que se abrió para Alemania con la capitulación del régimen nazi ni ha sido fácil ni ha terminado. “Durante décadas nos ha perseguido la cultura del silencio, hemos debido ganarnos la confianza de nuestros vecinos, vivido separados por un Muro” y aún así “sólo se puede amar a este país con el corazón roto”, subrayó el presidente Alemán.

Alemania había previsto celebrar este 75 aniversario de la liberación con actos multitudinarios junto a la Puerta de Brandeburgo.

“Habíamos invitado a miles de niños que antes hubieran sido tratados en Alemania como enemigos y que ahora son nuestros amigos. Ese era el plan y lamentablemente no ha podido ser”, afirmó Steinmeier.

“Conmemoramos esa fecha con recogimiento y en recogimiento les invito a pensar lo ha que significado el 8 de Mayo en sus vidas y donde están sus raíces”, afirmó el presidente.

“No hay final para el recuerdo. No hay liberación para nuestra Historia”, finalizó el mandatario alemán.

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