Enlace Judío México e Israel – La Universidad de Tel Aviv publicó los resultados de una investigación genética que rastreó el desarrollo del coronavirus en Israel y delinea sus características desde que llegó al país en febrero pasado.

Como uno de los puntos principales arrojados por la investigación cuyos pormenores publicaron este lunes, se esclareció que la mayoría de los contagios de coronavirus en Israel tuvieron su origen en una variante genética del SARS-CoV-2 que llegó desde EE.UU.

Así, el 70 por ciento de los israelíes que se contagiaron del coronavirus, más de 16,000 desde el registro del primer caso a finales de febrero pasado, se contagiaron con la variante genética que personas de EE.UU. portaron desde ahí hacia Israel.

“El nuevo coronavirus se caracteriza por mutaciones que ocurren a un ritmo establecido”, explicó la viróloga Adi Stern, que formó parte de la investigación, al periódico The Jerusalem Post. “Estas mutaciones no afectan al virus, pero pueden ayudarnos a rastrear la cadena de infección de un país a otro. Después de que estalló la pandemia en Wuhan, por ejemplo, ocurrieron una o dos mutaciones, y un virus con una mutación pudo haber migrado a Europa donde experimentó mutaciones adicionales, y desde allí viajó a EE.UU., y así sucesivamente. Podemos ver estas mutaciones como un tipo de código de barras que nos ayuda a realizar un seguimiento de la progresión y transformación del coronavirus a medida que se mueve de un país a otro”, continuó.

Los demás países que fueron fuente de contagio para la epidemia en Israel, aunque en mucho menor medida y que constituyen el 30 por ciento restante, son Bélgica con el 8 por ciento, Francia con el 6 por ciento, Inglaterra con el 5 por ciento, España con el 3 por ciento, Italia con el 2 por ciento, Filipinas con el 2 ciento, Australia con el 2 por ciento y Rusia con el dos por ciento.

Al inicio de la epidemia, de acuerdo a la investigación en la que participó la viróloga Adi Stern de la Universidad de Tel Aviv, las variantes del coronavirus provinieron de Europa y el sur de Asia, pero no contagiaron al nivel de personas que sí lo hizo la variante proveniente de EE.UU.

Stern sugirió al sitio The Times of Israel que la alta contagiosidad generada en Israel por visitantes desde EE.UU., pese a que solo representaron el 30 por ciento de las personas que llegaron al país durante la epidemia, pueda deberse a dos factores.

Uno, que no puso atención al cumplimiento estricto de la cuarentena por parte de personas que llegaron en vuelos provenientes de EE.UU.

Esto aparentemente iría de la mano con las vacilaciones que el gobierno israelí tuvo en restringir los vuelos desde EE.UU. a inicios de marzo, pese a que en dicho país ya existía una notable transmisión sostenida regional del coronavirus para entonces.

Dos, es posible que las personas que llegaron desde EE.UU. tuvieran muchas interacciones, debido probablemente a la cantidad de israelíes que residen ahí y regresaron en plena crisis, o a los judíos estadounidenses con lazos familiares y sociales en Israel que decidieron ir al país.

Los investigadores advierten que aparentemente del total de contagios en Israel solo el 5 por ciento de los contagiados esparcieron el coronavirus al 80 por ciento, es decir, que en el país ocurrieron significativos casos de los llamados “supercontagiadores”, individuos que infectan a un considerable número de personas en lugares y momentos determinados.

De acuerdo con los investigadores, el número real de casos de contagio es mayor al registrado oficialmente por las autoridades israelíes, pero menor a 100,000, lo que indicaría que las medidas de distanciamiento social y confinamiento ayudaron. Pero a la vez, eso indicaría que Israel aún está muy lejos de la llamada “inmunidad de rebaño”.

Al respecto, los investigadores notaron que a partir del 20 de marzo inició una reducción de la transmisión, cuando se implementaron las medidas de confinamiento en Israel, lo que dejaría en claro que beneficiaron para detener la propagación de la epidemia.

El equipo de Stern continuará con la investigación genética del coronavirus en Israel y esperan pronto obtener información de cómo y a qué velocidad fue la tasa de infección en lugares como domicilios, departamentos o escuelas, con el fin de que el gobierno pueda tener claros los riesgos para una futura segunda ola epidémica y actúe a tiempo.

El estudio, que se centró en analizar las mutaciones del coronavirus en Israel, se enfocó en un total de 212 israelíes, una muestra representativa de la población israelí.

En la investigación también participaron la Universidad Emory de EE.UU., el Instituto Gertner de Epidemiología y Salud Pública de Israel, el Instituto de Tecnología de Holon, el Centro Genómico del Technion y cinco hospitales israelíes.

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