Enlace Judío México e Israel.- Los arqueólogos no tienen claro todavía a qué estaba destinado este singular complejo, pero es probable que indique vida subterránea en la era del Segundo Templo en la Ciudad Vieja de Jerusalén 

El reportaje de Amanda Borschel-Dan en The Times of Israel habla de esta singular infraestructura subterránea de tres habitaciones de dos milenios de antigüedad cerca del Muro Occidental. Cuidadosamente esculpido a mano en la roca antes de la caída de Jerusalén en el año 70 dC, el complejo es la primera evidencia de vida cotidiana que pasó a la clandestinidad en la ciudad antigua.

“Este es un hallazgo único”, dijeron el codirector de la Autoridad de Antigüedades de Israel, el Dr. Barak Monnickendam-Givon y Tehila Sadiel en un comunicado de prensa el martes. “Es la primera vez que se descubre un sistema subterráneo adyacente al Muro Occidental”

Hace 2.000 años en Jerusalén era costumbre, igual que hoy, construir con bloques de piedra. Los arqueólogos se preguntan por qué se invirtieron tales esfuerzos y recursos en construir salas bajo tierra esculpidas en el lecho de roca.

Aún se está investigando el propósito del complejo de tres habitaciones, oculto durante siglos bajo un gran piso de mosaico blanco de la estructura bizantina / omeya de 1.400 años de antigüedad. Puede haber servido como despensa, sótano o incluso de escondite durante las redadas, dijo el codirector de excavaciones, Dr. Barak Monnickendam-Givon.

Dr. Barak Monnickendam-Givon en las excavaciones bajo Beit Straus en la Ciudad Vieja de Jerusalen, cerca del Muro de los Lamentos, mayo de 2020. (Yaniv Berman / Autoridad de Antigüedades de Israel)

Autores del descubirmiento fueron los estudiantes de un programa preparatorio pre-militar en Jerusalén que trabaja en cooperación con la IAA. Las habitaciones se encuentran bajo el complejo “Beit Strauss”, un antiguo edificio histórico comprado por el filántropo Nathan Strauss, que alguna vez fue un comedor de beneficencia y hoy en día alberga hermosos baños públicos y sirve como vestíbulo de entrada a los túneles del Muro de los Lamentos.

El edificio Beit Strauss fue recientemente renovado y ampliado para conectarlo con un nuevo segmento de la gira de Túneles del Muro Occidental de la Western Wall Heritage Foundation, según un comunicado de prensa de la IAA. En el marco de estas obras se llevaron a cabo las excavaciones subterráneas que dieron con el hallazgo del singular complejo.

El propósito del complejo durante la era del Segundo Templo (y hoy) continúa siendo “un misterio” para Monnickendam-Givon, la ubicación del sistema subterráneo se consideró una “ubicación privilegiada”. El arqueólogo no descarta la posibilidad de que haya sido parte de una estructura pública mucho más grande que desde entonces se ha borrado.

Las tres habitaciones, excavadas en el lecho rocoso con herramientas manuales, martillos de hierro entre otras, son bastante espaciosas, miden 2.5 metros x 4 metros, 2.5 metros x 2.5 metros, y una tercera habitación que aún se está excavando, pero parece medir alrededor de 2.5 metros x 2.5 metros, según explicó Monnickendam-Givon y añadió además que las habitaciones ocupan diferentes pisos y estaban conectadas por escaleras.

Cuando se le preguntó cuánto tiempo habría llevado crear este gran sistema hecho a mano, Monnickendam-Givon no se atrevió a decir cuánto tiempo pueden haber invertido en construir el complejo, pero sí aseguró que era una “inversión muy impresionante” tanto de tiempo como de recursos.

Si bien hay numerosos baños rituales y tumbas contemporáneos también excavados en la roca durante esta época, Monnickendam-Givon enfatizó que este es el primer ejemplo de lo que parece ser un espacio vital. Dentro de las habitaciones, cincelados en la roca madre, hay nichos aparentemente para estanterías y almacenamiento, así como marcos de puertas y nichos de linterna.

La codirectora de excavaciones Tehila Saldiel muestra algunos de los artefactos de las excavaciones bajo Beit Straus en la Ciudad Vieja de Jerusalen, cerca del Muro de los Lamentos, mayo de 2020. (Shai HaLevi / Autoridad de Antigüedades de Israel)

También se encontraron recipientes de barro para cocinar, núcleos de lámparas de aceite utilizados para la luz, una taza de piedra exclusiva de los sitios judíos del Segundo Templo, y un fragmento de un qalal, una gran cuenca de piedra utilizada para contener agua, que se cree que está vinculada a las prácticas judías de pureza ritual, según informaron Monnickendam-Givon y Sadiel en el comunicado de prensa de la IAA.

Si bien a primera vista los nichos excavados en la roca parecen similares a los encontrados en las tumbas contemporáneas, para Monnickendam-Givon es poco probable que este fuera su uso, ya que esta zona ya era parte de la antigua Jerusalén durante esta era y la costumbre prohibía el entierro dentro de los límites de la ciudad.

Mientras los arqueólogos continúan reflexionando sobre el uso del complejo, las excavaciones continúan a la par. “Es un trabajo en progreso”, dijo Monnickendam-Givon.

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