Enlace Judío México e Israel – El caso de Israel para contener la pandemia provocada por el SARS-CoV-2 ha destacado entre la comunidad internacional, con 8.9 millones de habitantes el número total de infectados es al rededor de 19 mil 237 y 302 fallecidos al 15 de junio.

Unos números notables tras poco más de tres meses desde la entrada del virus en Israel, algunos expertos destacan la juventud de la mayoría de la población como principal razón de la resistencia al COVID-19, así como la calidad del sistema de salud y los escasos puertos de entrada al país por vía marítima.

Tampoco abundan los aeropuertos en un territorio de 22 mil kilómetros cuadrados, el principal aeropuerto del país, el Ben-Gurión, situado en Lod-Tel Aviv, se encuentra fuertemente controlado por los servicios de seguridad.

Pasajeros en los mostradores del aeropuerto Ben Gurion a medida que el aeropuerto reanuda gradualmente sus operaciones, el 14 de mayo de 2020.Foto by Flash90

Otra de las causas a considerar es la experiencia adquirida por los israelíes respecto a la rápida movilización de efectivos de las FDI cuando los desafía una emergencia inesperada, fruto de las guerras con sus vecinos árabes y el permanente estado de tensión que sufren por las acciones de las organizaciones armadas palestinas.

Además del severo confinamiento de la población decretado por el Gobierno de Jerusalén.

La reclusión forzosa mantenida en las primeras semanas de la pandemia en Israel produjo un paro histórico de la actividad económica, con graves consecuencias sobre el empleo, los rendimientos de las empresas y la recaudación fiscal.

Los efectos económicos de la pandemia fueron devastadores, de una economía en pleno empleo con solo 3.4% de desempleo, Israel pasó en dos meses a un desempleo del 26%, de acuerdo a cifras oficiales más de un millón de trabajadores  perdieron sus empleos y la deuda pública ascendió al 74% del PIB.

El 19 de abril el confinamiento empezó a relajarse, cuando el 35% de la población laboralmente activa regresó a sus centros de trabajo.

 

Niños en la entrada de su escuela, tras el termino del confinamiento

Actualmente, funcionan con normalidad las escuelas y la mayoría de las empresas y la economía israelí está saliendo a flote con rapidez.

Como en todo el mundo, al gobierno israelí le preocupa un eventual rebrote de la epidemia, como lo prevén en todos los países que ya han superado el pico de contagios y han podido aplanar la curva.

Ante este panorama tres científicos del máximo nivel han elaborado un protocolo de actuación que coordina la economía y la protección de la salud.

Los matemáticos Uri Alon y Ron Milo, profesores de computación y biología de sistemas en el prestigioso Instituto Weizman y Eran Yashiv, profesor de Economía de la Universidad de Tel Aviv, han creado el programa “10-4”, “aislamiento alternado”.

De acuerdo al programa “10-4″, la gente asistirá al trabajo o a la escuela durante cuatro días a la semana cada dos semanas, y luego seguirán diez días de aislamiento en el hogar, por lo que la población deberá dividirse en dos grupos alternando semanas, con padres y niños yendo al trabajo y a la escuela en los mismos cuatro días”, señalan los expertos a La Información.

Según este modelo matemático, el rebrote del virus al que Uri Alon denomina “efecto yo-yo”, será aún más complicado, aunque menos menos letal.

Cabinas donde aplican pruebas a la población israelí
Cabinas donde aplican pruebas de COVID-19 a la población israelí

El modelo admite un nivel de actividad económica del 50% durante un hipotético rebrote de la pandemia, hasta su extinción, los investigadores israelíes sostienen que su sistema permite el equilibrio de la defensa de la salud pública y la reapertura “sostenible” de la actividad empresarial y laboral.

En caso de que el virus retorne con fuerza, si no se adopta el “10-4” o alguno otro, al final se corre el riesgo de mayores afectaciones por la inactividad económica que por el COViD-19.

“Es imprescindible que la cantidad de personas infectadas por cada contagiado caiga por debajo de uno, un número mágico que hace que la epidemia disminuya”, afirmó Alon.

De esta forma, el “aislamiento intermitente” que proponen los tres científicos israelíes explota el punto débil de la Covid-19, que es su período de latencia. De tal forma que la limitación de las concentraciones humanas en un espacio determinado es un gran enemigo para la eficacia de la COVID-19.

El programa “10-4” responde al principio de dispersión humana y una excelente propuesta hasta que se encuentre y se aplique con éxito la vacuna que nos saque de esta emergencia sanitaria.

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