Enlace Judío México e Israel – Los retiros espirituales, la meditación y el rezo comunitario son técnicas que todas las religiones del mundo y culturas han creado para ayudar a las personas a encontrar un espacio de contemplación y descubrimiento.

Si alguna vez has ido a uno, o lo has realizado por tu propia cuenta, puedes percibir cómo el simple hecho de designar un momento específico a la contemplación cambia por completo la forma en que percibes el mundo que te rodea.

Durante ese espacio breve de tiempo puedes conocer mejor las sensaciones de tu cuerpo, los sentimientos que has escondido durante años y los deseos tan profundos que anhelas. Para algunos, la meditación y el retiro es simplemente un ojo nuevo hacia cosas ya sabidas; mientras que para otros es la forma de encontrar cosas nuevas. En cualquier caso, uno no sale igual a como entró en ello.

En el caso judío, la meditación y el rezo son formas en las que uno conoce más de cerca a D-os a través del mundo que lo rodea y en las que uno puede conocerse más y entender los deseos más profundos que el corazón oculta. El ayuno tiene un carácter singular en la tradición judía. Al igual que la meditación, le ayuda a la persona a conocer su cuerpo, concentrarse en el rezo y crecer espiritualmente.

Sin embargo, también tiene un carácter comunitario, más allá de los beneficios individuales que ofrece, es un signo de luto nacional. El judío se conecta con su pasado para conocer el presente y darle vida a los principios que lo conforman como tal.

El ayuno de Tamuz es parte de ese juego con el tiempo al cual el judaísmo te invita. A continuación trataremos de hablar de su origen y la importancia que tiene hoy en día.

Los cuatro ayunos nacionales

Dentro del ciclo de fiestas judío existen seis ayunos dos de ellos (Yom Kipur y el ayuno de Esther) son mencionados en el Tanaj y se hacen como forma de purificación comunitaria y cuatro de ellos (Tzom Guedalia, el ayuno de tevet, el de tamuz y Tisha Be Av) conmemoran tragedias nacionales. Fueron instituidos por los rabinos después de la destrucción del primer templo y son una forma de recuerdo que a la vez busca impulsar el crecimiento espiritual individual.

Cada uno de los ayunos recuerda la gloria pasada de Israel y cómo ésta se fue perdiendo con el tiempo y los ataques enemigos. El ayuno idealmente debe ayudar a la persona a entender cómo cambió para siempre la relación del pueblo judío con D-os. Esa idea genera en la persona varios sentimientos a la vez; por un lado lo invita a reflexionar dentro de su propia vida aquellas que lo alejan de esa conexión tan íntima a la cual se aspira y por el otro le ofrece un pasado histórico del cual ser parte. Le enseña el origen del cual proviene y le ofrece un sueño al cual aspirar; y lo hace de la forma más elegante, pues le muestra los errores que sus antepasados cometieron y le advierte el daño que puede causar en un futuro si ese comportamiento nocivo no se corrige.

En cierta forma el ayuno es una forma de sanación pues a través de él uno purga sus penas, es una forma de recuerdo y es un sueño al cual aspirar.

La disputa halájica

Los cuatro ayunos nacionales se han hecho a lo largo del tiempo por más de 2,500 años. Sin embargo, en ese tiempo siempre ha habido una disputa entre los rabinos si se hacen por costumbre o por obligación. La pregunta desde la Edad Media ha sido si uno hoy en día, o bajo qué circunstancias, está obligado a ayunar o no. Si el ayuno es una obligación halájica o un minhag (costumbre con peso legal). Para responder a esta pregunta es necesario primero acercarse a la fuente de donde surge la pregunta.

La Guemará en el tratado de Rosh Hashaná menciona dos situaciones en las que los ayunos permanecen como obligatorias y una en la que se vuelven días de festejo. Para determinar esto la Guemará utiliza dos conceptos 1) Guezirat maljut (época de persecuciones) 2) Shalom (paz).

La primera se refiere a tiempos en los que existe una persecución constante al pueblo judío o al judaísmo; para que este principio aplique halájicamente la persecución debe ser global, como lo fue en épocas romanas, o épocas del Holocausto, no localizada como ocurrió en su momento en países como Yemen.

Hoy todos los rabinos concuerdan que la primer condición no se cumple hoy en día sin embargo, la discusión se encuentra en cuanto al segundo concepto.

La palabra shalom puede ser entendida de muchas formas bajo la perspectiva halájica. En este tema particular existe una discusión de si hoy se viven tiempos de paz o no. Hay varios rabinos, como el Gra, que leen la condición de paz como estabilidad, y bajo esa perspectiva la segunda condición que delimita la Guemará ya no existe hoy en día. Eso no quiere decir que consideren optativo o irrelevante los ayunos sino que su carácter obligatorio proviene del minhag más que de la halajá misma.

Por ello, uno debe ayunar porque es una costumbre que todo el pueblo de Israel ha aceptado como obligatoria y por lo tanto hay un compromiso de por medio para hacerlo, con el cual la persona debe cumplir.

El segundo grupo de rabinos como el Rambam, pertenece a aquellos que consideran que el segundo principio no se cumple puesto que “shalom” no se refiere a la estabilidad únicamente sino a la independencia política o la reconstrucción del templo. Bajo esta luz halájica es muy importante destacar que durante las épocas del Segundo Templo los ayunos siguieron realizándose.

Los rishonim (rabinos de la Edad Media) se preguntan por qué, si el pueblo judío no era perseguido y había paz al punto tal que la reconstrucción fue posible. La respuesta que dan es que no había independencia política, si bien los judíos podían practicar sus tradiciones con calma, habían perdido el dominio sobre la tierra de Israel, carecían de autonomía, de un gobierno propio y estaban a la merced de las leyes del reino en el que vivían. Algunos rabinos argumentan que esa sigue siendo la situación hoy en día.

El tercer grupo habla del concepto de shalom como el momento en que se acabe el Exilio y el tercer templo sea reconstruido. Para este grupo no hay duda que las condiciones de la Guemará siguen cumpliéndose.

Las cinco tragedias que conmemora el 17 de Tamuz y las tres semanas de luto

Dentro de los cuatro ayunos nacionales, cada uno trata un defecto humano distinto y´aunque todos se relacionan con la caída de Jerusalén, cada uno conmemora distintos eventos ocurridos tanto en épocas bíblicas como durante las ocupaciones posteriores. En cuanto al 17 de tamuz la Mishná y la Guemará señalan 5 tragedias por las cuales se hace este ayuno:

  • Ocurrió el evento del Becerro de Oro y Moisés rompe las Primeras Tablas que recibió en el Monte Sinaí
  • La ofrenda diaria que se realizaba en el Primer Templo sagrado, por primera vez en toda la historia del pueblo judío fue descontinuada
  • Las murallas de Jerusalén fueron traspasadas y ése fue el inicio de su destrucción y saqueo
  • Apostomus quemó un rollo de la Torá
  • En épocas del rey Menashe un ídolo fue colocado en el templo sagrado

Si se observa con cuidado cada uno de los eventos nos dirigen hacia el tema de la idolatría y el pacto con D-os a través de la Torá. Es sobre dicha área que suele reflexionarse y discutir en preparación para el ayuno. Cabe destacar también que a partir del 17 de tamuz inicia el período que se conoce como las tres semanas de luto previas a Tisha B’Av.

Durante este tiempo está prohibido cortarse el pelo y escuchar música y se realizan acciones correspondientes a un luto, de lo cual hablaremos en otros artículos.

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