Enlace Judío México e Israel – Numerosos usuarios de Internet de todo el mundo árabe y musulmán se han conmovido en los últimos días por la historia de Mijael Ben Zikri, un israelí que perdió la vida ahogado en un pequeño lago artificial cerca de la localidad de Zikim al sur de Israel.

Ben Zikri se convirtió en un símbolo de coexistencia entre judíos y musulmanes después de que el Ministerio de Asuntos Exteriores compartiera su historia en sus cuentas de redes sociales en persa y árabe, informó el sitio de noticias Ynet.

“Este es el verdadero humanitarismo”, comentó una mujer iraquí llamada Mirna. “No hay diferencia entre los hombres, Dios nos ha enseñado a amarnos los unos a los otros”.

“La humanidad no tiene religión, que llegue al cielo y que las bendiciones lleguen a sus familias y a sus seres queridos por su noble acto”, escribió otro usuario.

Othman, oriundo de Arabia Saudita, mencionó en su comentario un pasaje del Corán en el que Dios dice que quien salva un alma es como si salvara a todas las personas.

“El hecho de que tengamos diferencias políticas con ustedes no significa que haya un desacuerdo entre nosotros sobre el humanitarismo”, escribió un usuario de Egipto.

“Este es el pueblo de Israel que ama a todos y ayuda a todos”, escribió otro hombre de Irak.

El gerente de redes sociales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel en lengua árabe, Yonatan Gonen, dijo que la noticia fue compartida en todo el mundo árabe y musulmán e innumerables usuarios se conmovieron por la historia de Ben Zikri.

“Esta es una historia conmovedora que no podría dejar indiferentes a usuarios de países árabes, incluso a los que son hostiles a Israel”, expresó Gonen.

“Usuarios desde Marruecos hasta Irak, desde Omán hasta Siria, se identificaron con la historia y destacaron el heroísmo de Mijael, algunos incluso elogiaron la coexistencia en Israel como un modelo a seguir”.

Mijael Ben Zikri, de 45 años, falleció el viernes al rescatar a tres niños y a su tía, todos residentes en la ciudad beduina de Hura, que se vieron atrapados en las turbulencias del peligroso lago.

Fue enterrado el domingo en el cementerio de Ashkelón ante decenas de residentes de Hura que asistieron a su funeral. Le sobreviven su esposa y sus tres hijos.

El Ministro de Asuntos Religiosos Ya’akov Avitan, amigo de la infancia, lo elogió y habló de su generosidad.

“Cada vez que una persona estaba en problemas, Mijael era el primero en ayudarlo. Lo que hizo el viernes no fue un acto de heroísmo para él, sino una forma de vida. Dio toda su vida y esta vez también fue el primero en saltar al agua”.

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