Enlace Judío México e Israel – El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu estaría pensando en no aprobar el presupuesto estatal antes de la fecha límite para ello a fines de agosto, lo que provocaría automáticamente nuevas elecciones en noviembre.

Citando fuentes que han hablado con Netanyahu y sus socios cercanos, el periódico Haaretz reportó este miércoles que el primer ministro estaría buscando crear una sensación de caos en la coalición para fomentar el apoyo del público a un desmantelamiento del gobierno, informó el sitio The Times of Israel.

Netanyahu estaría en busca de nuevas elecciones bajo ese mecanismo con el presupuesto como punto central, indica el reporte, tras la reciente decisión del Tribunal de Distrito de Jerusalén de que la fase probatoria de su juicio inicie en enero de 2021.

El premier israelí temería que se presenten peticiones a la Corte Suprema de Justicia de Israel que exijan se le prohíba seguir sirviendo como primer ministro mientras está en juicio, lo que podría significar el fin de su papel al mando de Israel desde 2009.

Cercanos anónimos de Netanyahu fueron citados diciendo que el objetivo principal del primer ministro es obtener el control sobre el Ministerio de Justicia y que él haría una fuerte campaña contra el sistema judicial antes de las elecciones.

El reporte afirma que, si bien Netanyahu es consciente de los riesgos de otra elección, aunado a la crisis dejada por el COVID-19, sería de la consideración de que ello es mejor a cualquier otra alternativa, y no tendría la intención de permitir la llegada de Gantz como su sustituto en noviembre de 2021.

Aunque el acuerdo de coalición entre Likud y Kajol Lavan exige un presupuesto de dos años, Netanyahu ha estado presionando por un presupuesto que solo cubra el resto de 2020, citando la incertidumbre causada por la pandemia.

Sin embargo, su socio de gobierno, Benny Gantz, ha insistido en que se apruebe un presupuesto de dos años, según lo estipulado en el acuerdo de coalición, diciendo que proporcionaría una mayor certeza financiera a los afectados económicamente por las medidas de confinamiento del gobierno.

El reporte de Haaretz llegó en medio de la nueva fricción generada dentro de la coalición de gobierno con motivo de una polémica propuesta de ley que fue aprobada de manera preliminar por la Knéset.

El partido Kajol Lavan de Gantz votó a favor del proyecto de ley que prohíbe a los psicoterapeutas realizar “terapias de conversión” de homosexuales, a pesar de la oposición manifiesta del Likud y sus aliados religiosos, el Shas y Yahadut Hatora. Un legislador jaredí incluso advirtió a Gantz que “no sería primer ministro” luego de esta acción.

Un funcionario de Kajol Lavan afirmó al Canal 12 israelí que la votación del proyecto de ley es una “represalia” por el respaldo de Likud a un panel parlamentario propuesto para investigar los supuestos conflictos de intereses de los jueces de la Corte Suprema de Justicia de Israel.

A la luz de la última tensión en la coalición y los desacuerdos actuales sobre el presupuesto, fuentes de la coalición dijeron al Canal 13 que había un “peligro real” de nuevas elecciones a finales de este año. “Las probabilidades son 50-50”, dijo un aliado de Netanyahu.

Reproducción autorizada con la mención siguiente: ©EnlaceJudío