Enlace Judío México e Israel – En 1982 las Fuerzas de Defensa Israelíes entraron en Líbano con el objetivo de desmantelas a las células terroristas de la OLP que continuamente atacaban al Estado de Israel. El reto para el ejército israelí no era sencillo, pues también tenían la misión de disolver la presencia militar siria asentada en el Líbano, Háfez al Asad, presidente de Siria, mandó a 25,000 de sus soldados a la guerra.
También puede interesarte
Pese a todo, el ejército israelí avanzaba siguiendo las órdenes del Ministro de Defensa Ariel Sharon, y en este avance los israelíes fueron combatiendo bases militares de la OLP en ciudades como Tiro y Sirón. En estas regiones, tanto los líderes como la población civil de Líbano estaba dividida en dos: Los que sentían la soberanía de Líbano violada por el ejército israelí y los que veían en estas operaciones militares la oportunidad para liberarse del terrorismo que tanto afectaba a su país. El ejército del Sur de Líbano por ejemplo, era una milicia libanesa cristiana que también tenía la intención de desmantelar a la OLP, y por esa razón, apoyaba al ejército del Estado de Israel.
Cuando las tropas de las FDI llegaron a las puertas de Beirut recibieron la orden de detenerse, pues en Israel se desató una gran polémica en contra de Ariel Sharon, ya que el parlamento lo acusaba de haber ocultado sus verdaderas intenciones que consistían en hacerse con el control de Beirut, y es que el primer Ministro Menajem Beguin, había prometido que el ejército israelí sólo se adentraría 40 kilómetros en territorio libanés, y a pesar de que eso era lo que había dicho en numerosas ocasiones, ahora, en el proceso de la guerra ya era otra su postura. Beguin daba muchas explicaciones sobre su cambio de opinión, sin embargo, la mayor parte de la población israelí, no estaba a favor de la guerra y las críticas hacia su gobierno fueron cada vez más contundentes.
Las opiniones, creencias y puntos de vista expresados por el autor o la autora en los artículos de opinión, y los comentarios en los mismos, no reflejan necesariamente la postura o línea editorial de Enlace Judío.
