Enlace Judío México e Israel – Adolfo Hitler subió al poder en 1933 y 6 años después, tras la invasión a Polonia, se instauró el primer gueto hacia donde se ordenaba el traslado forzoso de judíos y otros enemigos del Reich.

Estas nuevas zonas de asentamiento se caracterizaron por la pobreza que se generó en su interior, y es que las personas no tenían la posibilidad de salir fuera del gueto, el cual había sido apartado del resto de la población con distintos muros y vallas de seguridad, por lo que el hambre, la pobreza y las enfermedades se comenzaron a sumar.

El hacinamiento es otra característica importante de mencionar. La gente confinada en aquellas viejas calles y edificios era mucho más de lo que el gueto podía albergar, solían dormir varias familias por departamento, pero la incomodidad era quizá el menos importante de los sufrimientos, pues el hambre y la desesperación de ver morir a los seres queridos era el dolor más insoportable y más constante.

Aunado a las precarias condiciones en las que los judíos vivían, se veían obligados a trabajar, pues eran tiempos de guerra y muchos de los guetos estaban llenos de mano de obra que los nazis no se permitieron desaprovechar. Ejemplo de ello es el gueto de Lodz, que se hizo sumamente productivo en la producción de municiones, calzado y uniformes, de este modo, los prisioneros maltratados estaban obligados a trabajar para beneficio de sus propios victimarios.

La ausencia de medicamentos, la mala alimentación, la poca higiene y la ausencia de medicamentos provocaron enfermedades infecciosas que no tardaron en hacerse mortales, prueba de ello es el gueto de Varsovia, el más grande de todos los guetos, en el que murieron cerca de 85,000 judíos que ya ni siquiera llegaron a los campos de exterminio.

Es así como los guetos forman parte de la maquinaria de muerte del nazismo, regiones amuralladas en donde murieron cientos de miles de judíos.


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