Enlace Judío México e Israel.- Israel y los Emiratos Árabes Unidos nunca estuvieron en guerra, pero la normalización de los lazos entre estos dos países, que avanza a un ritmo vertiginoso, promete convertirse en una paz muy cálida.
Así lo expresa Raphael Ahren desde Abu Dhabi, acompañando a la delegación de Israel en su visita a Emiratos, en su reportaje publicado en The Times of Israel.
Esa fue la impresión de la delegación israelí en el país del Golfo en su histórico primer día el lunes.
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Tras el histórico vuelo sin escalas desde Tel Aviv a Abu Dhabi, las autoridades emiratíes están haciendo todo lo posible para que sus huéspedes israelíes se sientan queridos.
Desde el primer momento en que descendieron del Boeing 737-900 en la pista de Abu Dhabi, y a 44° C, los visitantes israelíes fueron tratados como invitados de honor.
La terminal del aeropuerto lucía banderas israelíes junto a las de Estados Unidos y los Emiratos Árabes Unidos.
En el autobús de los periodistas esperaban botellas de agua, zumo de naranja y galletas hechas en Omán.
La caravana de vehículos que los transportaba, el autobús de los reporteros, algunas camionetas y las limusinas para VIPS, fue escoltada al hotel por autos de la policía local, que tocaban la bocina cada vez que alguien se acercaba demasiado para impedir que ralentizaran su circulación por la carretera.
Este recibimiento no es habitual en visitas de este nivel israelí en otras partes del mundo. A fin de cuentas, no se trataba de una visita de estado del primer ministro Benjamin Netanyahu, ni siquiera una visita de trabajo de un ministro de Relaciones Exteriores.
Indudablemente se esta haciendo historia, como miembros de una delegación estadounidense-israelí encabezada por el asesor principal del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Jared Kushner, y los asesores de seguridad nacional de Estados Unidos e Israel, junto con los directores generales de los ministerios israelíes y otros funcionarios israelíes que buscan sentar las bases para unas relaciones diplomáticas prósperas.
Y los anfitriones querían asegurarse de que se sintieran queridos y bienvenidos.
En la habitación los esperaban detalles de cortesía como productos horneados exquisitos y n una bolsa con el emblema oficial de los EAU que contenía una vela aromática de fabricación local, un tarro de miel samr orgánica cruda y un rabaah, un violín de púas utilizado tradicionalmente por los beduinos nómadas, en una fina bolsa de cuero.
Por la noche, la prensa fue invitada a un recorrido por el Louvre de Abu Dhabi, una sucursal en expansión del museo parisino donde vieron una lápida con inscripciones hebreas de la Francia medieval, una pintura de Jerusalén de Auguste de Forbin de 1831 y un modelo de la llamada Casa Abrahámica.
Una lapida con inscripciones hebreas de la Francia medieval exhibida en el Louvre Abu Dhabi, 31 de agosto de 2020 (Raphael Ahren / Times of Israel)
La Casa Abrahámica es un campus con una mezquita, una iglesia y una sinagoga que se están construyendo actualmente en la ciudad.
El mensaje era claro: los Emiratos Árabes Unidos son modernos, tolerantes y abiertos; los israelíes pueden sentirse cómodos con la paz en ciernes entre nosotros.
Tras el breve recorrido por el museo, participaron de un banquete, con cuatro reuniones informativas extraoficiales de destacados funcionarios emiratíes que les hablaron sobre la cultura, la sociedad y la historia locales.
Además de los oradores, los anfitriones invitaron a emiratíes de diversos ámbitos sociales a charlar con los invitados durante la comida, y todos aplaudieron el acuerdo de normalización con Israel y esperaban con ansias la ceremonia de formalización de los lazos y profundización de las relaciones.
Oriente Medio ha sido testigo de demasiados conflictos y es hora de un cambio de paradigma, dijeron.
“No podríamos estar más felices de tenerlos a todos aquí”, dijo uno de los que habló, y no pareció forzado. “Estoy literalmente mirando a primos“, señaló otro, argumentando que judíos y musulmanes, israelíes y árabes, tienen más en común de lo que los divide.
Recuerdos de Manama
En el verano de 2019, me invitaron a una cena de gala similar en Manama, que tuvo lugar al margen del taller Paz a la prosperidad coorganizado por EE. UU. y Bahrein. Los bahreiníes también trataron a nuestro pequeño grupo de reporteros israelíes como invitados muy bienvenidos.
A quienes observamos estrictamente las leyes dietéticas judías, nuestros anfitriones nos ofrecieron pescado a la parrilla, cuidadosamente envuelto en papel de aluminio para que no entrara en contacto con las delicias no kosher que se servían a los otros delegados.
En Abu Dhabi, a los que respetan el kosher se les sirvió una cena gourmet con certificación kosher.
Para empezar, hubo ensalada de remolacha, alcachofas, tempura de champiñones, bolas de calabacín con queso feta, rollitos de primavera vegetarianos con salsa dulce y picante. A esto le siguió salmón con salsa de mantequilla de limón, filete de lubina relleno, camote con trufa fresca y crocantes microvegetales y verduras tiernas de ajo. De postre, había “fondant de chocolate negro de lava y frutos rojos deshidratados”
La comida kosher fue preparada por Elli’s Kosher Kitchen, una empresa de catering con sede en Dubái propiedad de Elli Kriel.
Elli es la esposa de Ross Kriel, el presidente de la pequeña comunidad judía de los Emiratos Árabes Unidos, quien trajo un rollo de la Torá a Abu Dhabi con motivo de nuestra visita.
El rabino Yissachar Krakowski de OU Kosher, la agencia de certificación kosher más grande del mundo, había volado desde Israel a los Emiratos Árabes Unidos para facilitar toda la comida kosher para la delegación israelí, incluida esta comida. (Krakowski tiene experiencia en catering kosher en el Golfo, habiendo organizado comidas kosher para la Conferencia de Presidentes de las principales organizaciones judías estadounidenses cuando visitaron los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita).
Equivocado
Noticias de portada, El 1 de septiembre de 2020, Raphael Ahren afirmó en las noticias de portada de The Times of Israel que “un acuerdo de paz con los palestinos sigue siendo el techo de cristal definitivo que debe romperse antes de que cualquier estado del Golfo esté listo para normalizar los lazos con Israel”.
Hoy reconoce que “El histórico vuelo sin escalas del lunes desde Tel Aviv a Abu Dhabi, y el cuidado y el entusiasmo con que los emiratíes nos recibieron en su país, demuestran lo equivocado que estaba”.
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