Enlace Judío México e Israel – Según una encuesta publicada este lunes por el Canal 13 israelí, el partido Yamina liderado por Naftali Bennett podría obtener hasta un sexto de la Knéset y convertirse en el segundo partido más grande de la cámara legislativa.

De acuerdo con los resultados de la encuesta, si hoy hubiera elecciones en Israel, el partido Likud de Benjamín Netanyahu alcanzaría hasta 31 escaños y encabezaría las preferencias electorales.

En segundo lugar de escaños quedaría Yamina, con 21, superando incluso al actual líder que encabeza la oposición, Yesh Atid de Yair Lapid, que obtendría 18 escaños.

El partido Kajol Lavan de Benny Gantz, socio de Netanyahu y actual ministro de Defensa israelí, obtendría apenas 11 escaños.

La alianza de partidos árabes Lista Unida alcanzaría 13 escaños. Los partidos religiosos Shas y Yahadut Hatora obtendrían 7 escaños cada uno. Y finalmente, los partidos Yisrael Beitenu y Meretz obtendrían 6 escaños cada uno.

Fuera de la Knéset quedarían Avodá, Derej Eretz, Guesher y Habait Hayehudi.

Con estos resultados, sin contar a Yisrael Beitenu, el el bloque de derecha y religioso alcanzaría 66 escaños, en tanto que el bloque de centro izquierda 48 escaños.

A los encuestados se les preguntó a quién prefieren ver como primer ministro y lo que respondieron fue lo siguiente: el 32 por ciento optó por Netanyahu; el 18 por ciento optó por Bennett; el 13 por ciento optó por Yair Lapid; y el 10 por ciento optó por Benny Gantz. Aunque un 32 por ciento dijo no saber.

La encuesta también quiso saber el sentimiento de los israelíes frente a la gestión de la crisis por la pandemia de COVID-19. El 65 por ciento dijo no estar satisfecho con el trabajo del gobierno de Netanyahu al respecto, mientras que el 21 por ciento dijo sí estarlo. Solo el 5 por ciento dijo no saber.

El estudio abordó al último episodio de tensión en el gobierno vivido este fin de semana, en el que se cree que los políticos ultraortodoxos habrían presionado al gobierno de Netanyahu para evitar confinamientos totales en 40 localidades “rojas” por COVID-19, algunas de ellas con población de ese sector.

Netanyahu mismo negó este lunes que se haya ejercido cualquier tipo de presión en su contra, pero el 68 por ciento de los israelíes cree que los ultraortodoxos en efecto doblegaron a su gobierno, mientras que el 20 por ciento piensa que no existió una presión ultraortodoxa en la decisión final del gobierno que se implementará a partir del 8 de septiembre: evitar los confinamientos generales, pero sí aplicar confinamientos nocturnos en dichas localidades.

En vista de la propagación en aumento de la epidemia de COVID-19 en el país, se preguntó a los encuestados si acatarían totalmente un confinamiento general previo a las Fiestas Mayores en este mes: el 64 por ciento aseguró que sí, mientras que el 9 por ciento afirmó que, en cuanto reuniones familiares, que el gobierno podría buscar evitar, no podrían cumplir las normas. El  13 por ciento dijo que cumpliría con algunas de las instrucciones, el 9 por ciento dijo que no lo haría y el 5 por ciento dijo no saber.

El 45 por ciento de los encuestados consideró que el comisionado contra COVID-19 del gobierno israelí, Ronni Gamzu, debería seguir en su cargo. El 34 por ciento piensa que debe de dimitir y el 21 por ciento no opinó al respecto.

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