Enlace Judío México e Israel – Después de que Dios prometiera no destruir al Pueblo Judío luego del pecado del Becerro de Oro, Moshé le pidió que le revelara las cualidades de la misericordia divina. En respuesta, el Creador mostró a Moshé una visión profética en la que Dios estaba envuelto en un talit, como un líder de la plegaria pública, mientras recitaba los Trece Atributos de Misericordia Divina (Talmud, Rosh Hashaná 17b).

Dios informó a Moshé que, cuando el Pueblo Judío pecara en el futuro, deberían recitar los Trece Atributos y Él los perdonaría. Moshé utilizó los Trece Atributos más tarde, durante el segundo y el tercer periodo de 40 días en el Monte Sinaí, que culminaron con el perdón en Yom Kipur.

De acuerdo con algunos comentaristas (Tzror Hamor, Reshit Jojmá y Alshij), la mera recitación de los atributos no es suficiente, sino que debemos recitarlos y también llevarlos a la práctica en nuestras relaciones con los demás seres humanos (Rab Moshe Cordobero, en el primer capítulo de Tomer Deborá, nos ofrece una guía para integrar estos atributos a nuestras relaciones personales).

Hay una segunda opinión (Tzedá Laderej y Bnei Isasjar) respecto a que la sola recitación de los Trece Atributos es efectiva. Aquí se señala que los tres primeros Atributos, de acuerdo con muchas opiniones, son nombres propios de Dios que no pueden ser emulados.

La recitación de estos Atributos con concentración, intención y entendimiento crean un periodo de favor y gracia Divinos (Malbim).

Concéntrate al decir los 13 Atributos de Hashem.


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