Enlace Judío México e Israel- “Así como te demostramos cariño cuidando cada detalle (entre ellos la Mitzvá del Pidión del burro), demuéstranos tu cariño y que tengamos Shaná Tová Umetuká. Cuando decimos Metuká (dulce), nos referimos a que sintamos la dulzura y dejemos de sufrir”. Este fue parte del mensaje que transmitió el Jajam Yitzjak Credi, el Cohen quien redimió un burro a través de la ceremonia llamada Pidión, como se pide textualmente en las Escrituras: “Todo primogénito de burro redimirás con un borrego”.

Esta Mitzvá, llevada a cabo textualmente, es muy difícil de realizar, debido a que involucra dos animales de granja que hoy no son parte de nuestro paisaje urbano. Sin embargo, una persona se dedicó durante 4 años a llevarla a cabo: el Sr. Zuki Darwich, quien compró 3 burras y esperó a que naciera el primogénito, el cual, ayer, fue redimido por un Cohen (judío de la casta sacerdotal).

Un mandato similar y ampliamente llevado a cabo en nuestra comunidad es el Pidión Haben, el Pidión del primogénito, el cual se lleva a cabo con los primogénitos.

Realizado en el Centro Maguén David, el evento inició desde las 3 p. m., acompañado con canciones, entrevistas, bendiciones y palabras de la Torá. La ceremonia fue llevada a cabo por el rabino Shlomo Tawil, acompañado de distinguidas personalidades de la Comunidad. El Cohen del ritual fue el rabino Yitzjak Credi.

El Kinián (adquisición colectiva) del burro fue a cargo del Rabino Yosef Senado; el del borrego a cargo del rabino Eliyahu Elharar. Los invitados especiales eran, por supuesto, ambos animales. La ceremonia fue en beneficio del Kolel Aram Zoba.

Aquí parte del mensaje de Yitzjak Credi:

“Me dijo una persona hace unos días que los judíos somos muy complicados. Le dije que probablemente tenía razón y hay quienes incluso nos llaman fanáticos.

En realidad, todos somos fanáticos. Hay quienes son fanáticos del béisbol, otros del futbol y otros más de las fiestas: se fijan con lujo de detalles en el color de las servilletas, de los bajo platos, en el traje…

Pero en realidad no es fanatismo, es cariño y amor, es el amor que cada quien le transmite a estos actos que vamos a hacer.

Todo quien piensa que es fanatismo tiene razón, pero este fanatismo es cariño y amor a Hakadosh Baruj Hu (El Santo, bendito sea).

No es simplemente traer a un burro y un chivo.

Aquí recordamos que Hakadosh Baruj Hu nos sacó de Mitzraim (Egipto).

Seamos fanáticos y demostremos nuestro cariño a D-os en cada paso. Digámosle: Así como te demostramos cariño cuidando cada detalle, nos demuestras tu cariño para que sea una Shaná Tová Umetuká.

Hay un secreto de la Guemará: “Kemaim Panim el Panim, Kelev Adam Veadam“. De la misma manera que la cara se refleja en el agua, los corazones se reflejan en los corazones. Los corazones son espejos y Te pedimos que demuestres tu cariño y que sea una Shaná Tová Umetuká (un año bueno y dulce).

Que esta dulzura la sintamos y no el sufrimiento.

Que tengamos Salud, Berajá y Parnasá en este año”.