Enlace Judío México e Israel – “No asesinarás” es el sexto mandamiento del Decálogo, orden que es dada a todo ser humano, sea creyente o no, y sea en cualquier época y lugar.

En general en casi todos los tiempos de la historia desde que ha habido leyes se ha prohibido asesinar. En general, pero no siempre. En el mismo siglo XX las leyes de la Alemania del Tercer Reich ordenaban exterminar a los judíos, pero “justificado” ante la población germana al considerar al judío como Untermensch (subhumano) lo que pretendía “limpiar la conciencia” de los verdugos alemanes, y la obediencia ciega a las leyes arias lo que pretendía al eximirles de responsabilidad a los criminales y al pueblo en general, que sabiendo lo que acontecía desviaba la mirada y/o colaboraba gustosamente en los crímenes.

Siglos antes había pueblos que ofrecían sacrificios humanos para sus dioses por lo que era “justificado” el crimen ritual religioso.

En muchos países, y no en todos, hay una clara disminución del número de asesinatos. Por ejemplo, tenemos el caso de España en el que “los homicidios –en España- son pocos y a la baja. Cada vez hay menos”, como explica el criminólogo Jorge Santos, basándose en estadísticas de este país europeo.

En otras sociedades y colectivos humanos el número de asesinatos es elevado, así como el enfoque que se le da al asesinato y al asesino.

Hay una pueblos que estigmatizan, repudian, desprecian y rechazan el asesinato y al asesino, educan contra el odio y marginalizan y condenan al asesino, lo encarcelan.

En estos pueblos y sociedades el asesinato es poco o muy poco frecuente.

Hay otras sociedades y colectividades que ensalzan el asesinato, adoctrinan a sus niños y jóvenes en el odio,  promocionan el crimen, glorifican y alaban al asesino al que encumbran al panteón de los héroes. En estas sociedades o colectividades el asesinato es habitual o muy frecuente.

En el primer caso, el del repudio, estigmatización del asesinato y condena al victimario, al perpetrador del crimen, tenemos el ejemplo del Tribunal de Distrito de Lod (Israel) que declaró al judío Amiram Ben-Uliel culpable del asesinato de Ali Dawabsheh, de 18 meses, al incendiar su casa en la aldea de Duma, en Judea y Samaria (Cisjordania), a la madre del bebé, Riham, y el padre, Saad, que murieron más tarde a causa de sus heridas. Ahmad, el hermano de Ali, de 4 años, fue el único superviviente del ataque.

Ben-Uliel afirmó ante el Tribunal que el incendio provocado fue en represalia por el asesinato de un israelí por palestinos un mes antes.

El crimen perpetrado por Ben-Uliel fue condenado unánimamente por la población israelí y funcionarios israelíes de todo el espectro político condenaron duramente el mortífero atentado con bombas incendiarias en Duma. El primer ministro Benjamín Netanyahu prometió mostrar “tolerancia cero” en la lucha para llevar a los agresores ante la justicia.

El Tribunal dijo que las “acciones de Ben-Uliel fueron meticulosamente planificadas y se derivaron de la ideología radical que sostenía y del racismo”. Se le ha castigado a la máxima pena prescrita por la ley.

La  Autoridad Palestina está utilizando videos en la televisión en lo que se enseña a los niños palestinos a ver a los asesinos como “héroes”.

Palestinian Media Watch ha documentado el abuso de la Autoridad Palestina de sus propios hijos al educar a los niños para que vean a los terroristas como modelos a seguir. Los niños palestinos también son educados para luchar por el martirio y “ofrecer su sangre”, convertirse en niños soldados y verse a sí mismos como meras “municiones”.

La Autoridad Palestina utiliza las ceremonias de matrículación escolar para alentar el martirio y felicitar a los estudiantes (y sus familias) que murieron mientras llevaban a cabo ataques terroristas. También la Autoridad Palestina glorifica a los terroristas adolescentes que se convirtieron en mártires, llamando a los suyos “el camino hacia la excelencia” y “la gran victoria”.

Madres palestinas cantaron en la televisión de la Autoridad Palestina con sus hijas enalteciendo la violencia y llegar a ser terroristas: “Ninguna fuerza en el mundo puede quitarme el arma de la mano”.

El partido Fatah de Mahmoud Abbas, el partido más grande de la Organización para la Liberación de Palestina, marcó el domingo 6 de septiembre el aniversario de la Masacre de Múnich alabando a los terroristas que participaron en el ataque que asesinó a 11 deportistas israelíes durante los Juegos Olímpicos de Múnich 1972.

Nadav Segal, miembro de la mesa árabe de Im Tirtzu que informó sobre la publicación, acusó a Fatah de promover una política de dos caras. “Fatah, al igual que el resto de las organizaciones de la OLP, sigue promoviendo una política de dos caras en la que, por un lado, afirma evitar el terrorismo y, por el otro, alaba a los asesinos, nombra a las escuelas en su honor y les paga salarios”.

Segal agregó: “Im Tirtzu continuará luchando por la verdad y contra la actividad pro terrorista promovida en las redes sociales por miembros de la OLP y otros grupos radicales”.

Palestinian Media Watch ha informado que la Autoridad Palestina publicó nombres e imágenes de “los gigantes de la historia palestina”: todos eran terroristas y asesinos de niños y adultos israelíes, ahora encarcelados por Israel.

PMW ha documentado durante años que los niños palestinos escuchan, absorben y, en última instancia, se hacen eco del odio que les enseñan los adultos. Al ver que los niños palestinos son educados para creer que todos quieren ser como el asesino Mughrabi, y que quien atacó o logró asesinar a israelíes es un “gigante”, no es de extrañar que la máxima expresión de honor de una joven hacia el gobernador de Ramallah sea diciéndole que es una “hermana” de un asesino en masa.

Además, PMW ha documentado este adoctrinamiento de niños para glorificar el terror y el martirio durante años, acuñándolo como abuso infantil palestino. A los niños se les enseña a recitar poemas que expresan su deseo de morir como mártires mientras matan israelíes, y algunos incluso declaran su deseo de emular a verdaderos asesinos.

La Autoridad Palestina promueve y recompensa el odio y el terror, pero la tragedia oculta y el peligro que experimentaremos en el futuro es el resultado de los valores de odio, terror y martirio que la Autoridad Palestina ha incrustado en los corazones y las mentes de los niños palestinos.

Fatah de Mahmoud Abbas ha declarado que los niños palestinos deben olvidar los juguetes, olvidar la infancia y olvidar tener un futuro, porque son simplemente “municiones” y están destinados al “martirio”.

Una madre palestina le explica a su hijo: “Jerusalén es nuestra, nuestra arma es nuestro islam, y nuestras municiones son nuestros hijos. Y tú, oh hijo mío, estás destinado al martirio”.

Fatah está utilizando el gigante de las redes sociales Facebook para decirle a sus 250,000 seguidores palestinos que Jerusalén es “de ellos”, que el islam es el “arma” y que los niños palestinos son la “munición”. Y, sorprendentemente, esta fórmula proviene de la persona que debería ser la campeona, defensora y fuente de seguridad de un niño: su madre.

UNHRC y UNICEF se hacen de la vista gorda ante el abuso de niños palestinos

La Autoridad Palestina ha torcido totalmente las mentes de su población adulta. La televisión oficial de la autoridad Palestina ha hecho que varios niños reciten poemas alabando la violencia y el martirio en programas para niños.

Los líderes de la Autoridad Palestina están abusando de los niños, criándolos para matarlos y ser asesinados, justo en frente de muchas organizaciones que afirman estar preocupadas por el bienestar de los niños.

No hay informes del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y UNICEF que pidan defender a los niños palestinos de sus líderes. Ninguno de los autoproclamados defensores de los Derechos Humanos, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, buscan protección para estos niños y no condenan, ni aíslan ni buscan enjuiciar la Autoridad Palestina que abusa de sus propios niños y los adoctrina en el asesinato y el martirio.

La Autoridad Palestina  utiliza niños soldados, incita sistemáticamente en los libros de texto escolares, las transmisiones de televisión, el reclutamiento activo y el pago a terroristas después del crimen sirve para convertir a su población infantil en soldados como armas, ha dicho un nuevo informe de una ONG obtenido exclusivamente por The Jerusalem Post.

La incitación de la Autoridad Palestina es la causa principal de que menores palestinos inocentes se vuelvan violentos, como muestra el informe PMW, es único en rastrear el reclutamiento de la Autoridad Palestina paso a paso para explicar por qué un número sustancial de menores palestinos terminan arrestados por Israel. “Lamentablemente, el informe de PMW muestra cómo los líderes de la Autoridad Palestina admiten abiertamente que los niños terroristas son soldados de la Autoridad Palestina”, dijo el informe. Además, los autores del informe, el director de PMW, Itamar Marcus y Maurice Hirsch, enviaron una carta a UNICEF exigiendo que nombrara las violaciones de la Autoridad Palestina e invirtiera al menos tanto tiempo en documentar estas violaciones como lo ha hecho con respecto a las presuntas violaciones israelíes de los derechos de los menores palestinos.

Hirsch de PMW dijo que UNICEF solo ha nombrado a Hamas u otros grupos palestinos que no están afiliados a la Autoridad Palestina, evitando cuidadosamente cualquier confrontación con este último.

Cuando se le preguntó si había criticado públicamente a la Autoridad Palestina por explotar a menores palestinos, UNICEF no emitió una respuesta adicional.

La UNICEF está tomando una interpretación excesivamente estrecha de su mandato por temor a una confrontación con la Autoridad Palestina, lo que no ayuda a resolver el problema subyacente de los menores palestinos involucrados en la violencia.

El informe decía que, “en 2019, la Autoridad Palestina continuó su abuso sistemático y generalizado de los niños palestinos, adoctrinándolos para que odien a los judíos e Israel, lavándoles el cerebro para admirar los asesinatos y usándolos para promover la violencia”.

Los libros de texto de la Autoridad Palestina, señaló el informe, enseñan a los niños palestinos a emular a los “héroes” palestinos que incluyen al asesino en masa Dalal Mughrabi, un terrorista responsable de matar a 37 judíos, entre ellos 12 niños.

Los campamentos de verano organizados por el partido Fatah de Abbas y la Organización de Liberación de Palestina enseñan a los niños a admirar a asesinos en masa como Jalil al Wazir (Abu Jihad), quien según fuentes de la Autoridad Palestina es responsable de matar a 125 judíos.

Según el informe, la escuela se interrumpe regularmente para alentar a los menores palestinos a participar en protestas potencialmente violentas contra los soldados israelíes.

Si UNICEF tuviera alguna preocupación seria por los niños palestinos, no criticaría a Israel por arrestar a niños terroristas, pero condenaría a la Autoridad Palestina por crear niños terroristas. El adoctrinamiento, el lavado de cerebro y la recompensa de los niños terroristas por parte de la Autoridad Palestina es un claro abuso infantil por parte de los líderes de la Autoridad Palestina.

La Autoridad Palestina enseña a los niños a ofrecer su “sangre” en los programas de televisión para niños.

Fatah promueve a los niños a ser soldados y el martirio infantil a través de vídeos en los que niños que quieren disparar mortalmente a los judíos y morir por Jerusalén.

Esta cultura de odio al judío, la exaltación de la muerte, del asesinato y el crimen contra el judío, que se inocula como un virus mortal desde la más tierna infancia en los niños palestinos, al considerar héroes a los asesinos de judíos, el desprecio a la propia vida en aras de exterminar judíos ha causado desde 1948 hasta 2019 el número de 3,743 judíos asesinados y 15,029 heridos (incluyendo a los mismos terroristas)

Las bajas en estos ataques terroristas incluyen al menos 225 niños asesinados y 244 heridos (estas cifras están incompletas). Hasta ahora, la ola de terrorismo de 2001-2006 en Israel es el peor período hasta la fecha.

Algunos judeófobos o ignorantes aducen que mueren más palestinos que judíos en los enfrentamientos ¡Pero si eso no es partido de fútbol! En muchas guerras el agresor puede llegar a sufrir más bajas que las que ha causado. Gracias a que el pueblo judío ha dicho después del Holocausto “Nunca más” y se ha preparado para la defensa, y con inteligencia puede controlar la sangría a que le intentan someter los palestinos perpetradores de atentados y asesinatos. Pero una vida perdida en un atentado es una vida, sea víctima del totalitarismo ideológico que amamanta a los palestinos o por otra ideología, como en España lo fue por la ETA.

Defenderse frente al que le viene a asesinar a uno es fenómeno biológico, cualquier animal se resiste a morir, no cabe discusiones y si el que no lo entienda, lo tiene mal, y en caso de encontrarse en esa situación lo entenderá inmediatamente, todo animal no se deja asesinar impunemente, lo puede probar intentado agredir a un cachorro de perro que esté siendo amamantando por su madre, verá cómo lo entenderá. Un ser humano tiene derecho a la vida y si viene un criminal a violar, asesinar,  luchará por su vida y por la de los suyos.  Lo mismo la sociedad tiene derecho a defenderse del terrorismo y del asesinato de sus ciudadanos. Mientras que el repetitivo y constante asesinato de víctimas inocentes perpetrado por muchísimos palestinos, los calificados de “héroes” palestinos por su sociedad, es una construcción social, fruto de una ideología adoctrinada por sus líderes políticos y religiosos en la que ensalza, alaba, elogia esos crímenes, cuya ideología se basa en el odio a la alteridad, desprecio la vida ajena y a la propia vida.

Los asesinos palestinos son considerados héroes por su sociedad, por sus familias, por sus líderes, y en absoluto son condenados ¡Cómo las autoridades y sus conciudadanos van a condenar aquello que incitan y empujan, el asesinato de judíos! A estos asesinos palestinos se les pone sus nombres a colegios, calles, en los colegios se recitan poesías en su memoria, se enseña a los niños la biografía de estos asesinos; aquellos que mueren matando judíos son ensalzados en el panteón de los mártires palestinos, lisonjeadas sus familias por la sociedad, y los líderes religiosos aseguran a los fieles que (esos mártires) están en el paraíso de Alá, retozando cada uno de ellos con 72 vírgenes.

Las familias de los asesinos y criminales regalan a las amistades y vecinos dulces, confetis y chocolatinas como muestra de alegría por el honor de tener en la familia un “mártir” que ha fallecido en el atentado con bomba en restaurantes, pizzerías, discotecas, bares, transporte público, aviones, o por haber acuchillado o degollado, o incendiado viviendas y quemado dentro a las víctimas o haberlas ametrallado, sean bebés, niños, mujeres embarazadas, madres con niños, adultas y adultos abuelas y abuelos, soldados, gente normal o gente con discapacidades intelectuales. ¡Todo vale para la gloria de los palestinos! Es un prestigio para sus familias tener un criminal que ha asesinado judíos.

Todo ello no es efecto de una idiosincrasia específica y particular, biológica, cultural y socioeconómica de los palestinos: procede y es fruto todo ello de una ideología supremacista y nihilista, en la se ama más a la muerte que a la vida, mantra repetido por los mismos líderes palestinos, almas llenas de desprecio a la vida de los otros y a la de uno mismo.

Como decía la premier israelí Golda Meir: “La paz llegará cuando los palestinos amen a sus hijos más de lo que nos odian a nosotros”.

Mientras los palestinos no quieran la paz, Israel hace muy bien en mejorar sus defensas y prepararse para el combate contra el terrorismo.

Tienen razón los clásicos cuando decían: si vis pacem, para bellum, Si quieres la paz, prepárate para la guerra.

 


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