El concierto de Tehilim, que reunió a más de 30 países,fue una iniciativa para ayudar a las familias más necesitadas, para que pudieran festejar las fiestas mayores.

En los últimos meses se vivió un evento sin precedentes: una pandemia debido a la propagación del virus COVID 19, también conocido como “Coronavirus”. Este evento, forzó a las personas a quedarse en casa durante varios meses para evitar el contagio y al no poder salir de la casa, el mundo tuvo que idear distintas formas de hacer cualquier tarea, desde comunicarse y comprar comida, hasta trabajar y redituar desde sus hogares. Y el contacto espiritual no es una excepción.

Este Rosh Hashaná ha sido muy complicado para todo el pueblo de Israel, a nivel mundial. No solamente por los impedimentos que la cuarentena plantea, sino por la falta de conexión comunitaria y espiritual que tiene como consecuencia el aislamiento.

El judaísmo sostiene que las tradiciones, la espiritualidad, los rituales y la conexión son esenciales para cada judío, sin embargo, en la tradición judaica la vida tiene el valor más alto. Por ello, es posible quedarse en casa, para evitar contagiarse – poniendo en peligro su vida.

Con este reto tan grande, la Organización Wizo México decidió hacer un concierto virtual que abarcó 32 países, en el que se unieron las voces al canto del Tehilim, con la intención de ayudar a las familias más afectadas con sus víveres para las fiestas mayores.

Con la participación de los rabinos Shlomo Zaed, Raúl Azkenazi, Yosef Birch y Soly Firman, el evento unió también las voces de los niños Victor Zaed y Eli Askenazi, con cantos que los conectaron hasta la tumba de David Hamelej (El Rey David), lugar al que se llevaron las peticiones de las personas que presenciaron el evento.

El evento realizado el pasado miércoles 23 de septiembre del 2020, comenzó con las palabras de Aurora Saba la Presidente de la WIZO México, expresando su gratitud hacia todos aquellos que participaron en este increíble proyecto, remarcando su trascendencia e importancia y haciendo hincapié sobre la diferencia entre los Proyectos Tehilim pasados y éste último, debido a la situación mundial actual.

Acto seguido, los rabinos Shlomo Zaed y Raúl Azkenazi comenzaron con la lectura del Salmo 24, uno de los versos que leemos en Rosh Hashaná y Yom Kipur.

“Hoy no solamente leemos tehilim, sino que cantamos desde el fondo de nuestro corazón. Vamos a cantar e irradiar alegría hasta las casas, ya que cuando el Tehilim se lee con alegría, conectamos con Hakadosh Baruj Hú, desde aquí hasta el cielo.” Agregó el Rabino Raúl Azkenazi.

Los rabinos continuaron su increíble canto con la lectura del Salmo 92 y 98, aquellos que de acuerdo a la Segulá, nos otorgan la oportunidad de presenciar milagros y tener paz.

Más adelante, el Rabino Birch recordó algunas enseñanzas que provenían de las experiencias de David Hamelej (Rey David), mostrando de que aunque solo era un hombre ordinario que experimentó muchas dificultades en su vida, siempre mantuvo su fortaleza a través de su fe en Dios.

Acabando la reflexión del Rabino Birch, el Rabino Soly Firman se conectó desde Israel, para llevar la audiencia a conocer la tumba de David Hamelej y leer el Salmo 6, acompañados del jazán Itzik Jaiat y el Rabino Zaed, pidiendo salud para todos los enfermos y aquellos afectados por la pandemia.

Al terminar la colocación de las peticiones en el Kotel (Muro de los Lamentos), los rabinos Zaed y Azkenazi invitaron a sus hijos Victor y Shlomo, para que los acompañaran en el canto del Salmo 127, en nombre de todos los niños de las escuelas judías alrededor del mundo y sus madres, que prenderán las velas el día de Yom Kipur.

Para finalizar, recitaron con un hermoso canto el Salmo 117, destacando que éste verso capturaba la esencia del evento, pues puede conectar a todos al “transportar a cualquiera que lo recite al Beit Hamikdash (El Templo De Salomón)” de acuerdo a las palabras del Rab Azkenazi.

El gran Proyecto Tehilim, finalizó con la unión entre el sonido del Shofar y las voces de Victor y Shlomo, los hijos de los rabinos Zaed y Azkenazi, mostrando el poder que tienen los versos del Tehilim para unir a las personas, incluso a través de generaciones.


Contenido Original de Enlace Judío, el video fue proporcionado por la organización que produjo el evento. Contamos con la autorización de su exposición, así como el desarrollo del artículo en nuestro espacio. Reproducción autorizada con la mención: ©EnlaceJudíoMéxico