Enlace Judío México e Israel – Fiscales militares de Hamás acusaron a tres activistas palestinos de la Franja de Gaza de “debilitar el espíritu revolucionario” por sostener una videoconferencia con israelíes.

Rami Aman, residente de Gaza de 38 años y activista por la paz, fue detenido a principios de abril por sostener una videoconferencia pública llamada “Skype con tu enemigo” con activistas israelíes, informó The Times of Israel.

Aman afirma que su organización busca empoderar a jóvenes palestinos y asegura que muchos habitantes de Gaza desean entablar un diálogo con israelíes.

“Si yo saliera a las calles y le dijera a la gente ‘hablemos con un israelí’, miles de personas lo harían”, dijo Aman durante la videoconferencia, que se realizó en inglés.

Según el Centro Palestino de Derechos Humanos, que proporciona asistencia legal a los acusados, Aman fue detenido poco después de la videoconferencia, junto con otros siete participantes. Cinco de ellos fueron liberados posteriormente.

Los activistas son miembros del Comité Juvenil de Gaza, una organización que promueve la coexistencia con israelíes. El grupo es miembro de la Alianza para la Paz en Oriente Medio, una coalición de organizaciones israelíes y árabes sin fines de lucro.

Habitantes de Gaza sostienen videoconferencia con israelíes
Rami Aman, de 38 años, sostiene videoconferencia con activistas israelíes antes de ser arrestado por las autoridades de Hamás (Foto: Youtube)

Las autoridades de Hamás, consideran que “conversar” con israelíes es un delito penal. Aunque Hamás permite a comerciantes y personas que buscan asistencia humanitaria contactar a las autoridades israelíes, ha tomado medidas enérgicas contra los que intentan establecer vínculos con israelíes.

“Realizar cualquier actividad o comunicación con la ocupación israelí, bajo cualquier cobertura, es un delito penado por la ley; es una traición a nuestro pueblo y sus sacrificios”, subrayó el Ministro del Interior Iyad al-Bozm en una publicación de Facebook.

Hamás arresta y tortura a críticos y disidentes en Gaza. En julio de 2019, Aman fue detenido durante dos semanas por organizar un paseo en bicicleta con israelíes.

En otra ocasión, fue detenido durante tres días por criticar a oficiales del Ministerio del Interior dirigido por Hamás, que golpearon a un palestino, según Human Rights Watch.

Aunque Human Rights Watch y Amnistía Internacional pidieron inmediatamente la liberación de los activistas, las autoridades de Hamás han mantenido a los detenidos durante cinco meses sin juicio.

“Las leyes que prohíben el ‘contacto con el enemigo’ o los esfuerzos para oponerse a la normalización no deben restringir la expresión o asociación pacífica entre la gente común”, escribió en su momento Omar Shakir, director de Human Rights Watch para Israel y Palestina.

Durante meses después de su arresto, Aman no compareció ante un tribunal, aunque se le acusó de espionaje según el código civil palestino. Las autoridades de Hamás emitieron una segunda acusación el 17 de septiembre que se dio a conocer el jueves por la tarde.

Los activistas son acusados bajo la ley militar que se remonta a los estatutos codificados en 1979 por la Organización para la Liberación de Palestina, mucho antes del establecimiento de las instituciones jurídicas civiles palestinas en Gaza y Judea y Samaria.

“La práctica de llevar a los civiles ante tribunales militares y someterlos a juicio bajo la ley militar es una peligrosa violación de los derechos humanos”, señalaron los abogados de los detenidos.

Dos detenidos, incluyendo a Aman, siguen en prisión. Según The New York Times, su salud se ha deteriorado debido a la depresión y ha perdido peso.

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