Enlace Judío México e Israel – El Centro Médico Sheba de Israel inauguró este jueves una zona especial en sus instalaciones dedicada a atender a niños contagiados de COVID-19.

Según dijo el doctor Itai Pessaj al sitio The Times of Israel, la principal razón para destinar un área especial para niños es ayudar a otros hospitales de Israel en cuanto al tratamiento de los pequeños.

Los niños con COVID-19 a menudo se encuentran en habitaciones dentro de las áreas generales para COVID-19 que no son adecuadas para su grupo de edad. El desafío, dijo, es brindar la experiencia pediátrica habitual, con una decoración luminosa y otros elementos que vean por el bienestar psicológico y físico de los menores.

“La mayor consideración ha sido encontrar una manera de brindar atención integral, no solo una cama, sino también un lugar para jugar, realizar estudios escolares y otras cosas que los niños necesitan”, dijo Pessaj. “Recibirán a payasos, maestros de escuela y podrán jugar entre ellos”.

El área, ubicada en el Hospital Pediátrico Edmond y Lily Safra del Centro Médico Sheba, se conforma de 12 camas de tratamiento y equipo médico avanzado, así como juegos a lo largo de toda su extensión, y el personal médico se comunicará con los niños vía remota, según información del Canal 12.

Como todos los pacientes serán positivos, dijo Pessaj, pueden interactuar sin preocupaciones de que la infección se propague.

Indicó que los niños con COVID-19 tienen generalmente síntomas leves del virus, pero necesitan estar en el hospital por otras afecciones, como el cáncer, y es más móvil que la mayoría de los pacientes hospitalizados por la enfermedad. Esto significa que, a diferencia de las salas regulares de coronavirus, la sala estará animada, con niños moviéndose libremente y aprovechando las instalaciones de juego.

Estarán en contacto constante con los maestros, algunos de ellos a través de lecciones en línea y otros con educadores que se pondrán trajes de protección para ingresar. Los payasos también visitarán a los pacientes con equipo de protección.

Uno de los mayores desafíos en la creación de la nueva sala es que, si bien inicialmente tendrá capacidad para 12 niños, será el hogar de al menos la misma cantidad de padres.

“Los examinaremos [a los padres] antes de que los niños sean hospitalizados, y si uno de los padres da positivo, será una elección sencilla que se quede. Pero incluso si los padres son negativos, les dejaremos elegir quedarse con un niño, obviamente entendiendo que deben entrar en cuarentena cuando se vayan. Simplemente no creemos que un niño deba ser hospitalizado de forma aislada”.

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