Estimados Amigos:

Mes tras mes me cuesta trabajo encontrar el título de la columna: hoy pensé en la vida que estamos viviendo como consecuencia de la pandemia y parece una película de ciencia ficción.

¿Cuándo nos imaginamos trabajar desde casa, no salir a lugares cerrados, andar con mascaras todo el tiempo y no poder abrazar a nuestros seres queridos?

¡Pero el mundo no se detiene! En Estados Unidos la economía ha repuntado, aunque el desempleo está en 8.4% después de estar en 3.5% en Febrero. El PIB se ha recuperado como 60% de un desplome histórico donde cayó casi 30% anualizado.

La venta de casas alcanzó su punto más alto en la historia a pesar de que el inventario de casas nuevas está bajísimo. Mucha gente está pensando que ya va a trabajar desde su casa por mucho tiempo. El que puede se está yendo del centro de las ciudades a los suburbios, donde hay menor densidad, y están buscando casas con una recamara adicional que puedan convertir en oficina.

El FED (Banco Central) está haciendo su labor de apoyar a la economía a base de tasas de interés bajísimas (0 a 0.25%) al grado de afirmar que no las va a incrementar cuando menos hasta 2023. Inclusive la función de controlar la inflación en forma proactiva incrementando tasas cuando sea necesario la están abandonando justificando que el 2% buscado puede ser un promedio aprovechando los años donde ha estado por debajo de ese objetivo.

Hablando de inflación, todos sentimos que el número real es mayor que 2%, pues lo que consumimos a diario sube más del 2% al año. Los componentes de la canasta que usa el gobierno se mueven en forma diferente, ya que incluyen cosas que hoy no nos importan, como el costo de rentar un cuarto de hotel, etc.

Me preocupa sobremanera como se verá el empleo al acabar la pandemia, ya que muchas empresas han quebrado ó cerrado y muchas otras se han dado cuenta que tenían empleados de más y que las cosas se pueden hacer en forma eficiente con menos personal.

Los principales dueños de edificios de oficinas estiman que la desocupación puede llegar a 30% y que los viajes de negocios pueden caer hasta 50%, sustituidos por contactos vía Zoom u otros medios de comunicación electrónica.

El nuevo mundo que vivimos tiene una cantidad enorme de comercio electrónico y cada día menos venta presencial. La adecuación de los comerciantes a este nuevo modo de vender separará a los ganadores de los que se quedarán en el camino.

Un punto interesante es la enorme preocupación por el crecimiento de la deuda del gobierno americano. Efectivamente el déficit de este año llegará a casi $3 trillones de dólares, y eso sin considerar el segundo programa de ayuda que puede ser de $1.8 trillones si se ponen de acuerdo los legisladores demócratas y republicanos. Lo increíble es que, con los intereses tan bajos, el costo de servicio de esa deuda ha ido bajando considerablemente al vencerse papel de cupón alto y ser sustituido por bonos de tesorería con cupones raquíticos. El promedio del costo de la deuda en 2020 es 2.14% y las proyecciones son 1.4% en 2021, 1.3% en 2022 y 1.1% en 2023.

El consumo en EUA se ha contraído con la pandemia y el ahorro ha crecido, pero a pesar de esto más de la mitad de la gente entre 50 y 59 años tiene menos de $100,000 ahorrados para su retiro (fondo de pensiones, etc.), lo cual es irrisorio con los intereses que percibirán cuando dejen de trabajar. Esta caída en estándar de vida para los pensionados es, en mi opinión, la próxima crisis financiera que veremos.

La situación política se ve muy complicada a solo 33 días de las elecciones presidenciales. Acabamos de pasar por un debate espantoso entre Trump y Biden donde no hubo nada propositivo y los candidatos se dedicaron a atacarse e insultarse.

La muerte de la jueza de la Corte Suprema, Ruth Bader Ginsburg, creó una nueva fricción, ya que con un Presidente y un Senado republicano es muy factible que se vote por la jueza Amy Barret antes de que entre el próximo gobierno. Esto es prerrogativa constitucional del gobierno de Trump y tiene todo el derecho de ejercerla, aunque a los demócratas no les parezca justo. El impacto de tener 6 de 9 jueces conservadores, la mayoría jóvenes que estarán ahí por muchos años, ya que la posición es de por vida, puede cambiar mucho como se verá este país a largo plazo.

La elección va a estar difícil, sobre todo por la gran cantidad de votos que llegarán por correo, y creo que no se sabrá quien será el ganador por semanas ó meses después del 3 de Noviembre y ojalá que el perdedor acepte galantemente el resultado de los comicios.

La situación en México sigue muy difícil, ya que los estragos de la pandemia en la economía no han sido mitigados por la falta de apoyo económico del gobierno a la gente, como se vio en casi todo el mundo.

La promesa del Presidente de no crecer la deuda como porcentaje del PIB y por tanto no pedir prestado para apoyar a la población, no funcionó, ya que al contraerse el PIB más de 10%, queda un numerador constante con un denominador menor, lo que resulta en un aumento considerable. Insisto que se debe emitir bonos cuando las tasas están tan bajas, y ese dinero dárselo a los despedidos para fomentar el consumo además de usar parte para obra pública de infraestructura.

Por primera vez en 10 años bajo en Agosto el crédito otorgado por la banca mexicana y se tuvo un récord de superávit en la balanza comercial, pero este número no fue bueno, ya que se desplomaron las importaciones 22%, lo que refleja la pérdida de poder adquisitivo de la gente. La importación de bienes de capital, un elemento que indica creación de empleos y actividad económica futura bajo 21% y la de bienes de consumo casi 34%.

Otro indicador negativo fue la salida de capital extranjero de los instrumentos financieros ($14.5 Billones de dólares), uno de los motivos por lo que vimos volatilidad en el peso, como consecuencia directa de la reducción en tasas de interés implementada por el Banco de México en aras de la recuperación económica, a pesar de que la inflación se ha ido para arriba.

La comparecencia de AMLO en la ONU fue bastante pobre y el hablar de la rifa del avión ó del hecho de que a Mussolini le pusieron el nombre por Benito Juárez, no es lo que se esperaba cuando había temas importantes como la apertura de México a la inversión extranjera aprovechando su situación geográfica, la participación temporal en el Consejo de Seguridad ó los avances en medicina, agricultura, etc.

El COVID-19 ya produjo más de 77,000 muertes oficiales convirtiendo a México en el 4to país de mayor mortalidad y ya sobrepasando a Estados Unidos en el número de muertos por cada 100,000 habitantes.

Israel tuvo cosas muy buenas y otras muy malas este mes. La firma de tratados de relaciones diplomáticas con varios países árabes y que probablemente se extienda a muchos otros, hace pensar en la posibilidad de paz en el Medio Oriente. Esto será una oportunidad económica importante por tecnología y turismo con un mercado vecino de altos recursos. Esto fue muy bueno, pero el resurgimiento de la pandemia con un nuevo cierre parcial de la economía fue muy malo.

El país está bien económicamente, pero la situación es volátil por la enfermedad y el encierro al que se ven sometidos.

Septiembre fue el primer mes negativo para los mercados de valores desde Marzo y las acciones de alta tecnología como Google, Amazon y Apple tuvieron una contracción del 10%. Creo que veremos mucha volatilidad hasta después de las elecciones y será muy importante si se aprueba el nuevo paquete de ayuda gubernamental.

Los bonos tuvieron un mes mediocre con poco incremento, aunque los de mayor riesgo como mercados emergentes y bonos chatarra, sí tuvieron un resultado positivo.

El oro llegó arriba de $2,000/oz para luego desplomarse hasta $1,855.00, otro ejemplo de la volatilidad de los mercados.

El dólar empezó a recuperarse, pero sigue por debajo de los niveles prepandemia.

Como siempre les mando un afectuoso saludo.

 


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