Enlace Judío México e Israel – En medio de la creciente inestabilidad política en Israel y la dimisión del ministro de Turismo, Asaf Zamir debido al manejo de la crisis de COVID-19, el canciller Gabi Ashkenazi comentó sobre la posibilidad de ir a elecciones.

Ashkenazi dijo al Canal 12 que no sabía si, debido a la grave tensión política entre el partido Likud de Netanyahu y Kajol Laván, el líder de su partido, Benny Gantz llegará a asumir el cargo de primer ministro el próximo año, como se estipula en la cláusula de rotación del acuerdo de coalición, informó The Jerusalem Post.

“Si sentimos que ya no podemos influir esa será una línea roja”, dijo el ministro de Exteriores.

“Si Netanyahu quiere elecciones, no son una amenaza contra nosotros, sino contra el público”, continuó en referencia a la grave crisis de salud que vive el país, y acusó al primer ministro de actuar en contra de la unidad política.

“No sabemos qué pasará en uno o dos meses más, no sé si la rotación ocurrirá, y no sé qué responder”.

Ashkenazi defendió la decisión de su partido de avanzar en el proceso de nombramiento de un nuevo fiscal del Estado y del comisionado de la policía a pesar de la oposición de Netanyahu a este proceso sin el establecimiento de un comité conjunto.

Gantz anunció el viernes que instruyó al ministro de Justicia Avi Nissenkorn (Kajol Laván) iniciar el proceso de nombramiento del fiscal del Estado y dijo que su partido avanzaría en el proceso para asignar a un comisionado de la policía, que es nombrado por el ministro de Seguridad Interna, actualmente el aliado de Netanyahu, Amir Ohana.

Explicó que “la inestabilidad” y la “falta de control” en el manejo de la crisis del coronavirus “requiere el restablecimiento del orden del gobierno”.

El líder de Kajol Laván dijo que aceptó la dimisión de Zamir con “comprensión y dolor”, y parecía estar de acuerdo con el sentimiento del ministro saliente hacia el primer ministro al decir que la crisis de confianza del público en el gobierno se debía a “una preocupación real de que la política está por encima de la preocupación por la salud pública y los medios de vida de millones de israelíes”.

Zamir dijo al Canal 13 que Netanyahu es responsable del “90 por ciento de los problemas y fracasos” en la gestión de la crisis de COVID-19, así como del “fracaso de no tener un presupuesto. Netanyahu es responsable del estado del sistema de salud tras una década de descuido presupuestario”.

Zamir agregó que “a pesar de que todo el país está en crisis, las salas de medicina interna se están colapsando, y las empresas no pueden llegar a fin de mes, Netanyahu sigue lidiando con las protestas en su contra”.

En una entrevista al sitio de noticias ultraortodoxo Kikar Hashabat, el presidente de la coalición y miembro del Likud, Miki Zohar, pidió al primer ministro desmantelar el gobierno y convocar nuevas elecciones debido a que la asociación con Kajol Laván no estaba funcionando.

Mientras tanto, la diputada Miki Haimovich de Kajol Laván dijo a la emisora pública Kan que en los últimos días, más miembros de su partido han expresado la opción de disolver la alianza con el Likud. “No cederemos los centros de poder, pero trabajaremos para reemplazar a Netanyahu”.

Haimovich, quien participó en las manifestaciones en Tel Aviv anoche, agregó: “El jueves, los manifestantes fueron encarcelados cerca de La Guardia [una vía principal en Tel Aviv] y corrí allí para ver. Durante largas horas fueron obligados a permanecer juntos. Es imposible restringir las manifestaciones en una democracia, y dije de antemano que las restricciones sólo las aumentaría”.

En cuanto a su decisión de votar en contra de restringir las manifestaciones señaló: “No es un buen sentimiento votar en contra de la disciplina de la coalición y emitir un voto diferente al de mi partido, pero estaba dispuesta a pagar el precio. Al final no hubo precio porque Gantz aceptó mi voto”.

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