El pasado 23 de octubre un particular hecho ocurrió en la Casa Blanca mientras un histórico acuerdo entre Israel y Sudán era anunciado: Donald Trump trató aparentemente de arrastrar al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a la recta final de la álgida campaña presidencial estadounidense, que ha culminado con una proyectada derrota del mandatario en las urnas y un triunfo de su rival Joe Biden.

En medio de una conferencia telefónica durante ese momento, que fue grabada en vivo por medios de comunicación locales e internacionales, Trump preguntó ante las cámaras a Netanyahu si un logro como este, un acuerdo entre Israel y un país árabe, habría sido posible con Biden en la presidencia de EE. UU., a quien llamó de manera despectiva sleepy Joe (somnoliento Joe).

Ante la comprometedora pregunta realizada por el mandatario con un aparente fin de extraer su respaldo público, Netanyahu, luego de una vacilación y con titubeos, trató de evadir cualquier postura abierta: “Señor presidente, una cosa que puedo decirle es que apreciamos la ayuda para la paz de cualquiera en EE. UU. y apreciamos lo que ha hecho usted, honestamente”.

El breve momento, en el que Netanyahu pareció verse en aprietos al momento de responder, fue ampliamente comentado en las redes sociales y recogido incluso por algunos medios.

“Netanyahu se negó [a atacar a Joe Biden]. ¿Por qué? Porque sabe que Biden ganará”, comentó una usuaria de Twitter, en un mensaje que fue compartido múltiples veces. “Trump no obtiene la respuesta que él esperaba. Miren su rostro. ¿Ustedes creen que Bibi pueda leer las encuestas?”, escribió otro usuario.

Contrario a un significativo número de mandatarios a nivel mundial, Netanyahu se abstuvo de emitir este sábado un posicionamiento respecto al triunfo proyectado de Joe Biden como nuevo presidente de EE. UU. Según el sitio israelí Walla! News, el mandatario estaría esperando a “resultados oficiales” para emitir una postura.

A lo largo de sus cuatro años en la presidencia, Trump fue visto como un mandatario con una estrecha relación a Netanyahu y como una figura presidencial estadounidense que ha tomado decisiones positivas en favor de Israel.

Algunas de estas acciones fueron el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y el subsecuente traslado de la embajada estadounidense a la ciudad, pasando por el reconocimiento de la soberanía israelí en los Altos del Golán, hasta los recientes acuerdos de paz entre el Estado judío y el mundo árabe.

En algunas ocasiones, con motivo de este tipo de acciones decretadas por Washington a favor del Estado judío, Netanyahu llegó a afirmar que “Israel nunca ha tenido un mejor amigo” que Trump.

Netanyahu evitó manifestar un respaldo directo a alguno de los dos candidatos antes de las elecciones, aunque el domingo 1 de noviembre, dos días antes de los comicios, elogió las políticas de Trump a favor de Israel y dijo que solo “puede esperar que estas políticas continúen en los próximos años”, reportó la agencia AP.

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