Una demanda que acusó a una ciudad del norte de Israel de violar su obligación de proporcionar transporte para niños árabes israelíes a las escuelas locales fue desechada este lunes, con el fin de proteger “el carácter judío” de la urbe.

El juez Yaniv Luzon del Tribunal de Magistrados de Krayot, escribió en su fallo que la prestación de servicios a árabes israelíes cambiaría la composición de la ciudad de Carmiel, que, según él, es “una ciudad judía destinada a fortalecer el asentamiento judío en Galilea“.

“La construcción de una escuela de lengua árabe o la provisión de transporte para los estudiantes árabes, donde sea y quien lo quiera, podría cambiar el equilibrio demográfico y el carácter de la ciudad”, detalló el juez, según recogió The Times of Israel.

Carmiel, una ciudad en el norte de Israel, ha visto recientemente una creciente afluencia de profesionales árabes de clase media alta.

La localidad es una de varias estratégicamente establecidas a partir de mediados de la década de 1960 como parte de un intento del gobierno de Israel de expandir la presencia judía en Galilea, donde los árabes constituían la mayor parte de la población.

Algunos residentes, incluido el vicealcalde de Carmiel, se han opuesto a que se produzcan cambios demográficos en las localidades que se establecieron en el norte del país.

Aunque los árabes constituyen ahora alrededor del seis por ciento de la población de Carmiel, alrededor de 2,760 personas, todavía no hay una escuela de lengua árabe dentro de la ciudad. Como tal, los padres árabes israelíes se ven obligados a enviar a sus hijos a varias escuelas de la zona.

El abogado Nizar Bakri presentó una demanda en nombre de su hermano Qasem y sus dos sobrinos, cuyo derecho a la educación, según alegó en documentos judiciales, se había visto sustancialmente dañado por la dificultad de organizar constantemente el transporte hacia y desde las escuelas fuera de la ciudad.

Bakri exigió que el municipio comenzara a financiar el transporte de niños árabes hacia y desde las escuelas de la zona y reembolsara los costos que las familias ya habían pagado de su bolsillo.

Luzon, el juez que atendió la demanda, dio numerosas razones para desestimar la demanda, argumentando que debió presentarse una acción legal diferente, que no existe obligación legal por parte del municipio de proporcionar fondos para el transporte, y que la petición debió ser al Ministerio de Educación de Israel y no al municipio de Carmiel.

Sin embargo, el motivo final de Luzon fue lo que generó la controversia: preservar el carácter judío de la ciudad.

Luzón citó la controvertida ley básica Israel: Estado nación del pueblo judío, que consagra a Israel como “el hogar nacional del pueblo judío” y dice que “el derecho a ejercer la autodeterminación nacional en el Estado de Israel es exclusivo del pueblo judío“.

La ley, de carácter cuasiconstitucional aprobada en julio de 2018, establece que “el Estado ve el desarrollo del asentamiento judío como un valor nacional y actuará para alentar y promover su establecimiento y consolidación”.

Al respecto, Luzon afirmó: “El desarrollo del asentamiento judío es, por tanto, un valor nacional, anclado en una ley básica. Debería ser una consideración apropiada y dominante en la variedad de consideraciones municipales, incluido el tema de establecer escuelas y financiar el transporte”.

El fallo provocó críticas de inmediato. Bakri, el abogado que presentó la demanda, consideró el punto final del juez “lejos del asunto en cuestión y racista”.

“Para todos los que dijeron que la ley del Estado-nación no era peligrosa y simplemente simbólica, el fallo de hoy en Carmiel muestra la dirección. Con fundamentos de ‘carácter judío’ es posible discriminar a los árabes, bajo la protección de la ley del Estado-nación”, dijo la legisladora Aida Touma-Sliman, de la alianza de partidos árabes israelíes Lista Conjunta, quien afirmó además que la ley “establece el apartheid“.

La decisión del juez llegó a unos días de que el grupo Adalah, que se enfoca en defender ante los tribunales los derechos de los árabes israelíes, tenga su primera audiencia en la Corte Suprema de Justicia de Israel, ante quien apeló en agosto de 2018 la ley básica Israel: Estado-nación del pueblo judío, a la que acusa de sostener legalmente una “supremacía judía” discriminatoria y racista sobre las minorías de Israel.

“En nombre del asentamiento judío como valor nacional, los ciudadanos árabes palestinos de Israel ni siquiera pueden recibir servicios municipales iguales”, dijo al respecto Nareman Shehadeh-Zoabi, abogado de Adalah.

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