Según un reporte del periódico The New York Times, el acuerdo de normalización entre Israel y Sudán corre el riesgo de desmoronarse, debido a una demanda sudanesa de que EE. UU. apruebe una legislación que proteja al país africano de demandas relacionadas con el terrorismo antes de fin de año.

El gobierno de Sudán estaría ansioso por que el Congreso de EE. UU. apruebe una nueva ley lo antes posible y podría retirar su acuerdo para normalizar las relaciones con Jerusalén si no se logran avances en las próximas semanas, según el reporte publicado este martes.

Cinco funcionarios, así como otras personas con conocimiento de las conversaciones, dijeron de forma anónima a The New York Times el nuevo plazo así como las discusiones recientes al respecto.

Sudán fue el tercer país árabe, después de los Emiratos Árabes Unidos y Baréin, que acordó públicamente establecer vínculos con Israel durante los últimos tres meses.

El país africano lo hizo bajo una presión considerable por parte de la administración de Donald Trump, quien presuntamente exigió a Sudán que normalizara los lazos con Israel a cambio de un alivio de las sanciones económicas que se ciernen sobre Jartum.

Debido a los estrechos vínculos entre el extinto régimen sudanés de Omar al Bashir y grupos terroristas internacionales, Sudán fue incluido en una lista estadounidense de “Estados patrocinadores del terror” en 1993. Una vez en la lista, Sudán fue sometido a sanciones y denegación de acceso al crédito internacional.

Según The New York Times, funcionarios sudaneses argumentarían que el país desechará el acuerdo con Israel si el Congreso de EE. UU. se niega a otorgarle inmunidad frente a futuras acusaciones de terrorismo en los tribunales, lo que podría generar nuevas sanciones.

Sin embargo, os legisladores estarían estancados por una cláusula que impediría que las víctimas de ataques terroristas pasados ​​busquen una nueva compensación de Sudán.

Sin la inmunidad aprobada por el Congreso, los inversionistas extranjeros podrían rechazar a Sudán por temor a que terminen pagando miles de millones de dólares en compensación a las víctimas del terrorismo, según el informe.

El líder de facto de Sudán, el teniente general Abdel Fattah al Burhan, habló el lunes con el secretario de Estado de los EE. UU., Mike Pompeo, y dejó en claro que su país no avanzará en la normalización con Israel antes de que el Congreso de los EE. UU. apruebe una legislación para garantizar que no enfrentará futuras sanciones.

El acuerdo para normalizar los lazos con Israel ha encontrado cierta oposición en Sudán. Destacadas figuras políticas civiles se opusieron a la medida, y se llevaron a cabo algunas protestas pequeñas y dispersas en todo el país.

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