Enlace Judío – Los ciudadanos extranjeros, incluidos aquellos con permisos de viaje existentes, no podrán ingresar a Israel a partir del 23 de diciembre, luego de que el gobierno aprobó este lunes nuevas restricciones por COVID-19.

La nueva normativa tendrá una duración de 10 días, con la opción de ampliarla, anunció el gobierno de Benjamín Netanyahu, de acuerdo con The Jerusalem Post.

Un portavoz del Ministerio de Salud de Israel dijo que podría haber algunas excepciones a la nueva restricción migratoria.

Además, a partir de la misma fecha mencionada, todo ciudadano israelí que regrese al país desde el extranjero deberá entrar en cuarentena obligatoria en un hotel especial del gobierno. Las personas estarán sometidas a una cuarentena de 14 días o de 10 días, si aceptan pasar por dos pruebas de coronavirus.

Las compañías aéreas israelíes se están preparando para operar un puente aéreo masivo para los israelíes que se encuentren actualmente en el extranjero y que tengan prisa por regresar a Israel, luego de esta decisión.

Mientras tanto, decenas de pasajeros que estaban a punto de salir del Aeropuerto Ben-Gurión a Dubái han cancelado sus vuelos.

La aerolínea Israir operará 12 vuelos que regresarán a israelíes interesados ​​en evitar la cuarentena. Arkia, El Al y flyDubai también operarán decenas de vuelos. El Al también actualizó su política a la luz de las nuevas directivas.

“Los clientes que tengan boletos de avión aún pueden cambiar la fecha de su vuelo sin pagar ninguna tarifa o, alternativamente, congelar sus boletos y usarlos en un momento posterior, hasta el 31 de diciembre de 2021”, señaló un comunicado de El Al. “Los clientes que deseen regresar a Israel antes de lo planeado, hasta el 23 de diciembre, pueden hacerlo sin pago adicional”.

El domingo, Israel había aprobado una prohibición de ingreso a su territorio para todo ciudadano extranjero procedente de Reino Unido, Dinamarca y Sudáfrica, con motivo de la nueva cepa de coronavirus que se detectó en suelo inglés y también ya en otros países.

Sobre la nueva decisión, Netanyahu dijo: “Tenemos, en este momento, una nueva pandemia que se está propagando, con un virus que aún no conocemos. Esta mutación también podría ser el segundo coronavirus. Por lo tanto, decidí anoche, y lo implementamos hoy, cerrar los cielos del Estado de Israel. Los extranjeros no ingresarán al país, salvo excepciones como los diplomáticos”.

“Sé que es una decisión difícil, pero no tenemos otra opción”, continuó. “Entiendo la dificultad que también se está causando a las familias, a los viajeros, a todos. Sin embargo, esta decisión es fundamental porque debemos proteger su salud y su vida”.

En la reunión del gabinete, Netanyahu expresó su preocupación de que la nueva cepa del virus se estuviera extendiendo por todo el mundo y que aún no estaba claro cuáles son las consecuencias. Autoridades inglesas dijeron que esta nueva cepa sería 70% más transmisible que el virus original.

“Desde la reunión de anoche, la mutación se ha extendido en muchos países y nos queda claro que estamos al comienzo de un brote muy rápido”, dijo Netanyahu durante la reunión del lunes.

“Necesitamos reducir la masa viral que ingresa al país tanto como sea posible, mientras que actualmente estamos examinando en Inglaterra qué es exactamente este virus, si la vacuna es resistente a él y otras preguntas. Para hacer esto, quiero replicar lo que se hizo en la primera ola del coronavirus: cerrar el cielo lo más rápido posible”.

El comisionado de coronavirus del gobierno israelí, el profesor Najman Ash, le dijo a la cadena pública Kan que, si bien la cepa aún no se ha detectado en Israel, el Ministerio de Salud está verificando si presente el aumento en las tasas de contagio en Israel está relacionado con la nueva cepa.

Al menos 1,929 nuevos contagios se registraron este lunes en Israel, mientras que el domingo la cifra fue de 3,046, una que no se veía en el país desde inicios de octubre.

Suman 379,259 casos acumulados y 3,111 muertes, mientras que los contagios activos son 26,275, de los que 24,885 están aislados en su domicilio y 548 están en hoteles, mientras que 842 están hospitalizados.

Los pacientes graves son actualmente 463, de los que 144 están en condición crítica y 115 están intubados a ventilación mecánica.

Un total de 71,248 pruebas de detección de coronavirus se realizaron a lo largo del domingo, arrojando como resultado un 4.4 por ciento de positividad.

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