Enlace Judío – Alicia Gojman de Backal nos relató la tortuosa historia sobre la inquisición en México y su impacto en los apellidos de las personas procesadas.

Alicia Gojman de Backal es doctora en Historia. Profesora en la Facultad de Estudios Profesionales Acatlán, UNAM. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Directora Honoraria del Centro de Documentación e Investigación Judío de México.

Gojman comentó sobe los inicios de la Inquisición en España en 1478, proceso por el cual hubo muchos judíos convertidos al catolicismo de manera obligada, entre 1480 y 1492 fueron procesados muchísimos judíos españoles en España; luego del descubrimiento de América, muchas de estas personas buscaron refugio en tierras que les permitieran conservar su religión y cultura.

De tal manera que llegó un momento en que había más criptojudios o judaizantes en la Nueva España que “llego el momento que algunos historiadores dicen que había más criptojudíos o judaizantes que españoles cristianos. Fue entonces que se decidió trasladar la institución de la Inquisición hacía la Nueva España, donde se instituye en 1571 y ejerció su control hasta 1834”, recalcó.

La experta señala que con este acontecimiento se instauró en nuestro país una época muy oscura en donde se detuvo prácticamente el progreso.

“No se habla de la inquisición porque la inquisición era la que modelaba la vida de cada persona, y las personas de origen judío estaban al asecho de que nadie se diera cuenta de que si guardaban el Shabat, de si prendían velas. Es muy difícil que la iglesia acepte hablar de eso”, reveló.

Gojman señaló que en nuestro país se establecieron algunas notables comunidades de origen judío, en estados como la Ciudad de México, Guadalajara, Puebla, en Nuevo León y Michoacán principalmente.

Sin embargo por cuestiones de la preservación de sus tradiciones y su religión los judaizantes no formaron comunidades formalmente, realizaban sus rituales y ceremonias en secreto, para evitar a la Inquisición.

“Las comunidades fueron escondidas, si había líderes, había 3 lideres sobre todo en el siglo XVII muy importantes, pero no podían hablar abiertamente ante nadie”, resaltó.

Algunas de las festividades que pudieron celebrar en absoluto secreto fueron Purim, Pésaj, Rosh Hashaná y Yom Kipur. Para poder llevar a cabo estas celebraciones se valían de esconderse o dar el día libre a la servidumbre para no ser descubiertos o denunciados.

Gojman también recordó que cuando realizaba su tesis de licenciatura comenzó una lista que luego se convertiría en el catalogo de apellidos de judaizantes que publico en su libro Conversos en la Nueva España.

Al tratar de pasar desapercibidos, los judaizantes cambiaban los nombres y apellidos de sus descendientes a unos que sonaran más comunes y no llamaran la atención, “algunos se llamaban con el sufijo “de”, por ejemplo Francisco de Fonseca, Francisco de Herrera, Francisco de León, Francisco de Rueda. Todos se llaman Francisco y  se ponen el “de” y le agregan un apellido, u otros que le agregan López, como por ejemplo Francisco López Blandón, Francisco López Correa, Francisco López Díaz, hay otros apellidos que también son muy comunes como Gómez, Hernández, Rodríguez. Hay muchísimos Juanes y muchísimas Juanas,  muchísimos Lorenzos, y muchísimos Luises y Manueles”, recalcó

“Todos ellos se tuvieron que poner ese tipo de nombres o los heredaron. Los descendientes de estos nunca supieron que su familia era de origen judío. Si ellos no supieron que eran judíos y nunca los procesaron nunca se enteraron, pero se enteraron si es que mataron a su familia, si es que que quemaron a una mamá o a un padre, a una hermana”, resaltó.

Gojman compartió que muchos de los casos de procesados que están en su libro los trajeron de Guatemala, “la inquisición tenía adjudicación aquí y en Guatemala, entonces la inquisición de México pedía que le trajeran a los procesados, hay muchísimos de Guatemala procesados aquí en México”, lamentó.

Finalmente la historiadora comentó que tristemente no hay una manera certera de conocer el número de procesados por judaizantes, pues muchos archivos no están completos en México ni en España, en su listado hay por lo menos 1 mil 200 de estos testimonios.


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